Renfe destinará más de 69,1 millones de euros a la construcción de su nueva base de mantenimiento en Aranjuez, de los cuales 6,2 millones irán destinados a la compra de equipamiento industrial, en una apuesta decidida por la digitalización. Según ha informado la compañía en un comunicado, ya se ha adjudicado el 68% de la inversión prevista para materiales y obras del futuro taller, que contará con un plazo de ejecución de 10 meses.

Actualmente, las labores se centran en los trabajos de demolición y excavación tanto de la futura nave como del área de urbanización. Este proyecto se considera estratégico para ampliar la capacidad de mantenimiento del parque ferroviario y asegurar una óptima puesta a punto de los trenes. Estará dotado con la última tecnología para desarrollar un mantenimiento completamente digitalizado, ha subrayado Renfe.

El taller está diseñado para realizar intervenciones de primer nivel, tanto preventivas como correctivas. Las primeras abarcan revisiones de seguridad, tareas de limpieza y actuaciones programadas en función del kilometraje o el tiempo de uso; las correctivas permitirán resolver incidencias, fallos técnicos o daños causados por actos vandálicos.

La nueva instalación estará conectada a la línea C-3 de Cercanías Madrid, lo que facilitará la entrada de trenes para su mantenimiento y mejorará la eficiencia operativa de la red.

El centro contará con tres puestos de trabajo de 200 metros de longitud en ancho convencional (con capacidad para 24 unidades de esa medida), vías de estacionamiento y operativas con espacio para 10 trenes de 200 metros y 2 de 100 metros, una vía de torno, otra de lavado exclusivo y una más para operaciones de carga y descarga.

Además, estará equipado con toda la maquinaria industrial necesaria, como sistemas de elevación, tratamiento de aguas, puntos de vaciado de residuos, bajavías y bajabogies, entre otros.

Esta nueva base de mantenimiento se sumará a los 94 centros operativos que Renfe Ingeniería y Mantenimiento tiene distribuidos por todo el territorio nacional. Entre ellos hay talleres de primer y segundo nivel (dependiendo de la complejidad de la intervención), así como centros especializados en la reparación de componentes.

Estas instalaciones también dan servicio a operadores ferroviarios emergentes en el marco de la liberalización del transporte de pasajeros. Cada año, más de un millar de trenes pasan por estos centros, donde se realizan unas 300 intervenciones de mantenimiento pesado.

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