En 1847, Philip Morris abrió una tienda en Bond Street, en Londres. Hoy, Philip Morris International (PMI), es una de las mayores tabaqueras del mundo, y desde hace 15 años se encuentra inmersa en una transformación radical: pasar de ser una empresa de cigarrillos a una libre del humo.
La compañía decidió abordar el impacto negativo que tenían sus productos en la salud, apostando por la creación de alternativas que eliminen la combustión. Y ¿por qué eliminar la combustión? Porque lo realmente dañino de fumar está precisamente en el humo del cigarrillo que se genera al quemarlo.
Por eso, la clave de estos nuevos productos alternativos está en eliminar la combustión y, por tanto, el humo gracias a sus sistemas electrónicos que permiten calentar sin llegar a quemar, produciendo un aerosol o vapor esencialmente diferente al humo del cigarrillo, ya que contiene niveles medios significativamente menores de sustancias químicas nocivas en comparación con el humo del cigarrillo.
Entre estas alternativas encontramos los dispositivos para tabaco calentado y los vapeadores, entre otros. En concreto, en Philip Morris esto ha sido posible gracias a la importante inversión en ciencia e investigación de más de 14.000 millones de dólares y gracias al trabajo de alrededor de 1.500 científicos y expertos que desarrollan productos libres de humo.
Como señala, Jacek Olczak, CEO de PMI: "Philip Morris quiere cambiar el mundo y por eso, nos hemos propuesto conseguir un futuro libre de humo. Si lo conseguimos, será algo realmente increíble. La evidencia científica es clara, las alternativas sin humo pueden acelerar el fin del cigarrillo y el mundo tiene que actuar ahora para ayudar a que los fumadores se pasen a mejores alternativas. Es hora de que el cigarrillo pase a la historia”.
"Que Philip Morris deje unilateralmente de vender cigarrillos mañana no cambiará nada”, afirma Moira Gilchrist, presidenta global de Comunicación de PMI, y añade: “eso no elimina la demanda de cigarrillos. La demanda seguirá existiendo, y otros simplemente la cubrirán. Nuestra transformación tiene mucho más sentido, porque en lo que estamos trabajando es en reducir la demanda de cigarrillos a largo plazo, con lo que nos aseguramos de que el descenso del consumo de tabaco continúe (e incluso esperemos que se acelere aún más)".
Para PMI, el avance hacia un futuro sin humo no es solo una cuestión tecnológica, sino un cambio estructural en la forma de entender su negocio. Como resume su consejero delegado, Jacek Olczak: “seguimos impulsando el crecimiento de nuestro negocio sin humo, que cada vez tiene un papel más central en la transformación de Philip Morris”. Un mensaje que refuerza la idea de que la apuesta por alternativas libres de combustión ya no es un complemento, sino el eje estratégico sobre el que PMI está construyendo su evolución para los próximos años.