Luis Abril no dimitió. Su contrato con Indra vencía y, lejos de sumarse a la evolución estratégica del grupo hacia defensa, optó por el enfrentamiento. Rechazó todas las ofertas para continuar dentro del grupo y forzó la extinción de su contrato para activar una indemnización millonaria. Pero lo más grave no fue eso: Abril intentó debilitar a propósito la integración de Minsait dentro de Indra. Quiso dejarla aislada, como un feudo propio, para preservar su poder y especular con su valor, desoyendo la estrategia del grupo y el interés del país. Mantuvo contactos extraoficiales y al margen del Presidente, del CEO y del Consejo para la supuesta venta de Minsait a fondos de inversión.

Blindaje millonario y cálculo personal

Luis Abril sabía que su continuidad como consejero ejecutivo era incompatible con las normas de buen gobierno corporativo que exige la CNMV: Indra solo puede tener dos. A pesar de ello, intentó seguir como figura ejecutiva clave. Cuando se le ofrecieron otras fórmulas para mantenerse, las rechazó todas. Prefería marcharse cobrando entre 8 millones en concepto de indemnización, más un bonus plurianual ya percibido.

Fuentes internas aseguran que “no fue una salida pactada ni una dimisión honrosa. Fue una maniobra calculada hasta el último euro. Su compromiso con el grupo acababa donde empezaban sus cláusulas”, y añaden “Luis Abril no fue víctima de una purga ni de un conflicto estratégico, fue protagonista de una resistencia personal que buscaba apropiarse del futuro de Minsait en interés propio”.

La estrategia oculta: aislar Minsait para reinar en solitario

Durante su etapa al frente de Minsait, Abril alimentó una narrativa pro-venta, que la filial debía tener identidad propia, separada del conjunto Indra. Ese discurso, lejos de ser una apuesta empresarial, era una jugada de poder. Quería mantener el control absoluto de la división más rentable del grupo, despegándola progresivamente de la marca Indra para posicionarse como su único referente, incluso como posible spin-oX de mercado.

Su plan personal era que Indra vendiera Minsait a un fondo concreto, que ya tenia negociada su continuidad con sueldo, bonus y reventa millonarios. Según fuentes financieras, la operación estuvo muy cerca de hacerse realidad bajo la presidencia de Marc Murtra, pero Angel Escribano cortó de raíz la operación y buscó su continuidad en el grupo sin éxito.

Nuevo liderazgo de Minsait dentro de Indra como pieza industrial y tecnológica clave

Tras su salida, la compañía ha reorganizado el liderazgo de Minsait: sin ruido, sin crisis bursátil y sin perder impulso. Luis Fernández Hernando ha asumido la dirección de Minsait con una visión integradora, técnica y sin los tics personalistas de su predecesor. El consejo, reforzado con independientes, se consolida como garante de un proyecto industrial sólido, europeo y preparado para liderar el futuro de la defensa tecnológica.

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