A las puertas de que el Gobierno adjudique 31 programas de Defensa para Europa -se espera que empiecen a repartirse en las próximas semanas- General Dynamics y su filial española Santa Bárbara han pasado a la ofensiva, amenazando con denunciar al Gobierno si se queda fuera de estas adjudicaciones, según diversas fuentes del sector.

La compañía se ha postulado abiertamente para dos programas terrestres y, ante la posibilidad de que Indra sea adjudicataria de la mayor parte de los contratos por su nuevo liderazgo en Defensa, la compañía ha advertido directamente tanto al Ministerio de Defensa como al Ejercito de Tierra de que podría recurrir sus decisiones en Bruselas.

Esta amenaza se traduciría en llevar el caso ante la Comisión Europea, una táctica que ya se ha visto en otros casos similares.

Esta reacción llega en un contexto complicado para la compañía. Desde hace años Santa Bárbara se enfrenta a un claro problema reputacional en el sector debido a la falta de compromiso mostrada por General Dynamics con la industria española.

De hecho, los propios empleados de la compañía mostraron hace meses su hartazgo con la compañía. En medio de los rumores sobre un interés de Indra, una de las secciones sindicales de la compañía (Corriente Sindical de Izquierda, FAT) acusó a General Dynamics de desmantelar la empresa y mostró su apoyo ante una posible compra por parte de Indra.

En esta misma línea, Joaquín Puga, secretario general de la sección sindical de CC OO en la fábrica de Trubia, aseguraba en una entrevista en La Nueva España que la expectativa de futuro con General Dynamics “parece mínima”.

Retirada paulatina de España

Y es que General Dynamics lleva años en una retirada paulatina de España. La empresa adquirió en Alemania la división de ‘lanzapuentes’ y la incorporó a Santa Bárbara, pero posteriormente la transfirió de nuevo a su matriz germana, de modo que ya no puede considerarse capacidad española.

En este sentido, fuentes del sector acusan a la empresa de “utilizar” a Santa Bárbara como puerta para los contratos para que luego estos sean ejecutados por filiales de otros países.

Frente a esta retirada de General Dynamics, Indra ha redoblado su apuesta por la industria española y por la defensa, con proyectos de entidad como o El Tallerón en Asturias o distintas iniciativas vinculadas a proyectos de Radar en Andalucía. Asimismo, en junio que busca más de 2.400 profesionales tecnológicos en toda España, con el negocio de defensa como principal destino.

Además, General Dynamics se encuentra con otro hándicap: el Gobierno insiste en que estos contratos de I+D piden soluciones innovadoras que no existen previamente en el mercado, un ámbito en el que parte en clara desventaja frente a la competencia.