La firma Arowana Impact Capital, con sede en Singapur, ha anunciado la creación de una sociedad holding de más de 80 millones de euros destinada a adquirir y escalar empresas certificadas como B Corp en la región Asia-Pacífico. Andrew Kassoy, uno de los impulsores originales del sistema B Corp a través de la organización B Lab, se incorpora como asesor estratégico del proyecto, acompañado del empresario Thomas Ng.

El objetivo declarado de este nuevo vehículo es invertir en compañías que combinen rentabilidad y propósito social en sectores como la salud, la educación, la sostenibilidad o la tecnología con impacto. Sin embargo, el anuncio ha generado un aluvión de críticas desde dentro del propio ecosistema de la economía responsable, que lo interpreta como una contradicción profunda con los principios fundacionales del movimiento.

“Mientras empresas pioneras y éticas se alejan de B Corp porque consideran que ha perdido el alma, su cofundador decide capitalizar el sello en los mercados financieros. El momento no puede ser más desafortunado”, señala un experto en inversión responsable.

Un contexto de abandono y dudas

La puesta en marcha del fondo coincide con un momento crítico para la legitimidad de la certificación B Corp. Marcas históricas como Dr. Bronner’s o Scrumbles han abandonado recientemente el sello, argumentando que este ha sido capturado por intereses corporativos y ha dejado de ser un estándar riguroso.

Las críticas apuntan a que grandes multinacionales como Nestlé o Unilever han logrado entrar en el sistema sin acometer cambios estructurales profundos, utilizando la certificación como parte de sus estrategias de marketing verde o filantropía superficial. También se denuncia un sistema de puntuación laxo, que permite compensar malas prácticas ambientales o laborales con acciones cosméticas.

Incluso voces internas como la de David Bronner, CEO de Dr. Bronner’s, han denunciado públicamente que “el sello ha sido colonizado por intereses corporativos y se ha desdibujado hasta volverse irrelevante”.

¿Reinvención o explotación?

Desde Arowana Impact Capital, brazo inversor del grupo Arowana, defienden esta nueva sociedad como una evolución lógica del modelo B Corp. Su propuesta consiste en integrar empresas certificadas (o en vías de serlo) bajo un enfoque operativo común, manteniendo altos estándares en criterios ESG y gobernanza social.

El fondo pone el foco en los mercados emergentes del sudeste asiático, donde el ecosistema B Corp aún está en fase de expansión. Según sus impulsores, el objetivo es demostrar que es posible “hacer el bien haciendo negocios de forma rentable”.

No obstante, la implicación directa de Kassoy ha sido interpretada por muchos como el símbolo definitivo del giro del movimiento B Corp hacia el “capitalismo de propósito”, gestionado desde los centros financieros y cada vez más alejado de su espíritu transformador.

La paradoja es evidente: mientras crece la inversión bajo el paraguas de B Corp, disminuye la convicción ética que originalmente lo impulsó. Y el futuro del sello queda en entredicho, dividido entre quienes aún creen en su capacidad regeneradora y quienes lo ven ya como una etiqueta más del greenwashing global.

Súmate a

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio