Los accidentes de tráfico siguen siendo una de las principales causas de mortalidad evitable en el mundo. Las cifras impactan: cada año mueren más de 1,3 millones de personas en las carreteras, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y son los más vulnerables, niños, jóvenes y personas mayores, quienes más sufren sus consecuencias.
Ante esta realidad incómoda, Abertis y su Fundación han convertido la seguridad vial en uno de los pilares estratégicos de su actividad. Es, además, un eje fundamental de su Estrategia de sostenibilidad 2022-2030. Desde España hasta países como India, Brasil, México o Chile, su compromiso se traduce en acciones que combinan educación, innovación, alianzas institucionales y mejora de infraestructuras para proteger vidas.
La apuesta de Abertis por la seguridad vial no se limita a sus propias infraestructuras: es una estrategia integral que atraviesa su actividad global y se alinea con su Estrategia de Sostenibilidad 2022-2030, conocida como We Have a Plan. Esta hoja de ruta sitúa la movilidad segura como una prioridad, no solo desde el punto de vista técnico, sino como una contribución activa al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), especialmente en áreas como salud, infraestructuras, crecimiento económico y energía.
Uno de los avances más tangibles en este compromiso es la mejora del índice de mortalidad (IF3) de los usuarios de sus autopistas, que se situó en 1,3 puntos, con una mejora del 4% respecto al año anterior. Esta evolución refleja una política constante de vigilancia, mantenimiento y adecuación de las vías, basada en los estándares más exigentes del sector.
Pero si algo distingue el enfoque de Abertis es su carácter colaborativo y abierto a la innovación. La compañía ha consolidado una red de alianzas con actores públicos, privados y académicos, tanto a escala europea como internacional, para desarrollar conjuntamente soluciones que no sólo respondan a los retos actuales, sino que anticipen los del futuro.
Esta filosofía de innovación abierta permite acceder a tecnologías emergentes, compartir conocimiento y sumar perspectivas diversas. La colaboración con startups, universidades y administraciones públicas no solo enriquece el proceso, sino que acelera la puesta en marcha de proyectos que, de otro modo, serían difíciles de implementar desde un enfoque exclusivamente interno.
Además, Abertis mantiene una estrecha cooperación con entidades como la Dirección General de Tráfico, UNICEF o la Organización de Naciones Unidas, lo que refuerza la dimensión global de su estrategia. Estas alianzas son clave para escalar buenas prácticas, armonizar marcos normativos y multiplicar el impacto social de sus acciones en seguridad vial.
En España, la seguridad vial también se educa. Y se hace desde la cercanía, con mensajes que interpelen a quienes empiezan a asumir la responsabilidad de moverse en coche o moto. Bajo esa premisa, la Fundación Abertis lleva ya ocho ediciones impulsando el programa educativo #TenemosQueRepetir, una iniciativa dirigida a centros de secundaria y bachillerato de todo el país.
El proyecto está liderado por Sebas Lorente, conferenciante experto en desarrollo personal y seguridad vial, quien conecta directamente con los estudiantes a través de su propia experiencia vital. Lorente no da lecciones: plantea dilemas reales, lanza preguntas incómodas y pone sobre la mesa situaciones cotidianas que muchos jóvenes conocen de primera mano. Especialmente, aquellas relacionadas con la combinación de ocio nocturno y conducción bajo los efectos del alcohol o las drogas.
La edición de 2025 ha superado sus propias marcas: 7.125 alumnos alcanzados, un 5,55% más que en 2024, y 90 conferencias impartidas en 88 centros educativos, lo que representa un crecimiento del 7,95% en la cobertura del programa. Cifras que no solo hablan de impacto, sino de demanda: los centros valoran la eficacia del mensaje y su capacidad para generar reflexión entre el alumnado.
Porque la clave no está solo en informar, sino en modificar actitudes antes de que se generen conductas de riesgo. Y en ese proceso, la Fundación Abertis está consolidando una red educativa que va más allá de una charla puntual: es un primer paso hacia una cultura vial más consciente y responsable desde la juventud.
La apuesta por la educación vial de la Fundación Abertis también tiene un fuerte componente internacional, especialmente en países donde el riesgo en carretera se convierte en una amenaza cotidiana para escolares y familias. En México, el programa Educar Salva Vidas, desarrollado junto a la Asociación Internacional de Profesionales para la Seguridad Vial (AIPSEV) y la filial de Abertis en el país (RCO), ha sido diseñado para llegar a más de 1.200 niños en escuelas del estado de Jalisco.
Este proyecto promueve valores como la autoprotección, el respeto por las normas y el uso compartido del espacio público, todo ello a través de herramientas lúdicas y de la colaboración entre docentes, familias y comunidad. La iniciativa busca formar a los más pequeños no solo como peatones responsables, sino como futuros conductores y ciudadanos conscientes de su entorno vial.
En Chile, el trabajo se centra en el Parque Vial Escolar, en alianza con la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (CONASET), como parte del programa Buen Vecino de Abertis. Este espacio educativo, implementado en centros cercanos a la Autopista Central y Rutas del Pacífico —concesiones operadas por el grupo—, está diseñado para que niñas y niños aprendan a moverse de forma segura por su entorno, simulando situaciones reales en un entorno protegido y pedagógico.
Ambas iniciativas comparten un mismo enfoque: que la educación vial empiece pronto, sea práctica y se adapte a la realidad local. Porque la prevención no entiende de fronteras, pero sí necesita contextos específicos y compromiso a largo plazo.
Desde 2017, Fundación Abertis y UNICEF mantienen una alianza estratégica para reducir la siniestralidad infantil en zonas escolares y mejorar el acceso seguro a la educación en contextos vulnerables. Esta colaboración, que ya ha beneficiado a 1,9 millones de niños y niñas en países como India, Brasil y México, se basa en un enfoque integral que combina educación, infraestructuras y políticas públicas.
En India, el programa ha llegado a 1,2 millones de menores a través del trabajo conjunto con autoridades educativas, sanitarias y de tráfico. Solo en 2023, más de 5.000 estudiantes participaron en los llamados Días de la Salud Adolescente, y más de 13 millones de personas fueron alcanzadas a través de redes sociales, multiplicando el impacto del mensaje.
En Brasil, el proyecto Geração que Move ha permitido que más de 9.000 adolescentes se conviertan en agentes activos del cambio, participando en talleres, diagnósticos comunitarios y espacios de diálogo sobre movilidad, seguridad y derechos urbanos. Estas actividades han impactado indirectamente a más de 163.000 personas en las comunidades donde se implementa el programa.
En México, además de la mejora de entornos escolares, la alianza se orienta también a fomentar las disciplinas STEM entre niñas, integrando la educación vial en un marco de empoderamiento, equidad e innovación. Lejos de ser una campaña puntual, esta colaboración forma parte de una estrategia a largo plazo, alineada con el enfoque de “sistema seguro” promovido por Naciones Unidas, y que busca que la seguridad vial deje de ser una deuda pendiente con la infancia.
La seguridad vial sigue siendo un desafío global que requiere respuestas coordinadas y sostenidas en el tiempo. Iniciativas impulsadas por Abertis y su Fundación muestran que es posible reducir riesgos y salvar vidas mediante el compromiso institucional y la innovación social.
Consolidar este enfoque es clave para avanzar hacia entornos más seguros y una movilidad verdaderamente accesible y responsable.