La respuesta es femenina. Según la FAO, los rendimientos agrícolas aumentarían en casi un tercio si las mujeres tuvieran el mismo acceso a los recursos que los hombres. Las mujeres representan el 45% de la mano de obra agrícola en los países en desarrollo, porcentaje que alcanza el 60% en algunas zonas de África y Asia.
“Alcanzar la igualdad de género y empoderar a las mujeres no solo es lo correcto, sino que es un ingrediente fundamental en la lucha contra la pobreza extrema, el hambre y la malnutrición”, así lo ha expresado José Graziano da Silva, director de la organización. “Sabemos que los rendimientos agrícolas aumentarían en casi un tercio si las mujeres tuvieran el mismo acceso a los recursos que los hombres. Como resultado, habría hasta 150 millones menos de personas hambrientas en el mundo”, ha agregado.
“Aunque casi la mitad de la mano de obra agrícola del mundo es femenina, las mujeres poseen menos del 20% de las tierras de cultivo. Al mismo tiempo, el 60% de las personas que padecen hambre crónica en el planeta son mujeres o niñas”, ha señalado, por su parte, Gabriela Matecná, ministra de Agricultura y Desarrollo Rural de Eslovaquia y actual Presidenta del Consejo de la Unión Europea.
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