El presentador de El Intermedio, el Gran Wyoming, y Dani Mateo se han transformado este lunes en los expresidentes del Gobierno, José María Aznar y Felipe González, en una nueva sección llamada Aznarito y Felipón.

Con la herramienta que ambos cómicos ya utilizaron la pasada temporada, el programa de La Sexta podrá bromear, metiéndose en la piel de algunas de las personalidades más destacadas de la actualidad en España.

Dani Mateo interpretó a Aznar y, con una copa en la mano, bromeaba que "el otro día me subí a un autobús y también se subió un señor muy mayor y me dice que me levante ¡Pero qué educación es esa!".

"Nuestro país está fatal. No sirve ni el encofrado. El país está para tirarlo y hacer uno nuevo. ¿Qué podríamos salvar Castellón? Pero lo demás, qué pena de país. Con lo bien que nos había quedado a ti y a mí", exponía Aznarito.

El Gran Wyoming, por su parte, se puso en la piel de Felipe González y compartía las explicaciones de su compañero de escena: "Nos había quedado precioso. Cómo nos quedó Talavera de la Reina y qué bonito nos quedó Lugo".

Aznarito recalcaba que "ahora, el país está fatal, que levantamos nosotros dos". Una afirmación que compartía Felipón y con la que iba más allá: "Con una mano levanté España y con la otra Portugal. Portugal estaba hecho una mierda, es una provincia de mierda".

"¿Qué han hecho ahora con España? Cargárselo todo. ¿Acaso nosotros dejamos entrar a los comunistas en el Gobierno? No lo dejamos. Nosotros no rompimos España. ¿Y pactamos con los nacionalistas para mantenernos en el Gobierno? Qué bonito nos quedó Lugo", añadían ambos personajes.

El falso Aznar razonaba que "ya no hay buenos políticos, habrá tres o cuatro buenos políticos en el mundo": "Me entran ganas, a veces, de volver a la política. Quiero volver. Lo bueno es el dinero".

Felipón expuso que "lo bueno de la política eran los micrófonos puestos ahí": "Tener delante un montón de micrófonos para decir lo que queríamos. Yo me levantaba y decía lo primero que pensaba y privatizaba a varias empresas".

"Para eso no hace falta volver a la política, porque los micrófonos los seguimos teniendo delante. Hay que aprovecharlos y cada vez que nos pregunten tenemos que decir: 'qué va, qué va, qué va, España está fatal'".