A pesar de que el programa arrancó hace pocos días, la llegada de Álvaro como decimosexto concursante de Secret Story ha revolucionado la casa provocando que el programa tenga que tomar medidas.

El madrileño, de 27 años, interventor de profesión en La Roda (Albacete), ha entrado este domingo a la casa de Guadalix de la Sierra arrasando allá por donde pasa.

Nada más entrar, gastó una broma a sus compañeros explicando que su misión para entrar era expulsar directamente a uno de ellos. La tensión y el desconcierto reinaron durante varios minutos, hasta que al final no fue capaz de aguantar la risa y terminó confesándoles que todo era una mentira para romper el hielo al tener tres días menos de convivencia que el resto. Sin embargo, la broma no sentó bien e hizo que sus compañeros se cabrearan.

Durante la madrugada, cuando acabó La noche de los secretos, la cosa no mejoró. Los constantes vaciles de Álvaro y su poco filtro a la hora de decir las cosas llegando a sonar pedante, no gustaba a varios de sus compañeros.

Así, cargó contra la mayoría llamándoles "buitres” tras admitir que sus compañeros no tienen absolutamente nada que ver. Por ello, ha tenido encontronazos especialmente con Carmen y Héctor.

Finalmente, llegó a chocar con este último, protagonizando un momento muy desagradable. Héctor se levantó del sofá y, de manera agresiva, le arrebató el huevo que Álvaro poseía en su regazo y que supone la inmunidad.

Y dado que ese huevo solo se puede robar por sus compañeros si no se tiene contacto físico con él, el programa le ha obligado a devolverlo. Además, le gritó "gilipollas" y "subnormal".