Al tratarse de un ERE por una cuestión "netamente económica", afectará más a los trabajadores con mayor coste, es decir, a los más antiguos o, lo que es lo mismo, los que fundaron Canal 9 en 1989 en tiempos del socialista Joan Lerma.

A la hora de valorar la experiencia profesional, se tendrá en cuenta “la haya tenido dentro o fuera de la empresa” y, además, se incorporan puntos como la polivalencia funcional del empleado, las buenas prácticas profesionales, las aptitudes de gestión de equipo o las habilidades de interacción social que deja manos libres a la dirección para eliminar a quienes no sean de su agrado. Por si no fuera suficiente, se restarán puntos si alguien ha sido expedientado, hay quejas de sus compañeros o ha recibido algún tipo de actuación disciplinaria.

Por otra parte, los trabajadores, que han convocado una huelga para los días 27 y 28 de julio, denuncian la intención de la empresa de externalizar los servicios a empresas afines al PP.Según el presidente del comité de empresa, Vicent Mifsud, ve incomprensible que se despida a todos los cámaras de una televisión o todos los técnicos de la radio. En su opinión, sólo tiene una explicación, a partir de ahora será una empresa privada la que preste esos servicios y, por tanto, hará mucho dinero a costa de Canal 9.

Mientras tanto, las protestas de los trabajadores se suceden. Uno de los momentos más emotivos fue cuando la primera presentadora de un informativo en Canal 9, micrófono en mano, recordó la ilusión con la que se iniciaron las emisiones. Durante la protesta de ayer a las puertas de los estudios de RTVV en Burjassot tomó la palabra la periodista que puso voz al primer informativo de Canal 9, Xelo Miralles, quien manifestó: "Comenzamos a trabajar en RTVV con las manos limpias y saldremos con las manos limpias", dijo.

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