El Grupo Municipal Socialista que dirige Óscar Puente en el Ayuntamiento de Valladolid y el antagónico vicepresidente del Gobierno de Castilla y León, Juan García-Gallardo, de Vox, tiran de los dos lados de la cuerda de un barrio vallisoletano, Delicias, en torno a la construcción de un centro de atención humanitaria para refugiados que financiarán fondos europeos y que fue proyectado por las fuerzas de izquierda en acuerdo con el Gobierno de España, antes del desembarco en el Consistorio del tándem PP-Vox.
El PSOE defiende la necesidad de este centro -que apoyan numerosos colectivos sociales, entre ellos Médicos del Mundo, la asociación de vecinos Antonio Machado, Justicia y Paz y el propio Arzobispado de Valladolid- para acoger temporalmente a las personas que se ven obligadas a huir de sus países por guerras y diversas causas que justifican el asilo y la protección, y afirma que las consecuencias de los conflictos en Gaza y Ucrania refuerzan la necesidad de esta dotación, con una inversión de 17 millones de euros y que procuraría empleo a 40 personas.
En el extremo contrario de la cuerda, el vicepresidente Gallardo difundió recientemente su encuentro con representantes de otras asociaciones del barrio que le trasladaron, dijo, “su preocupación por la posible instalación del centro”.
El proyecto sobre la mesa y vecinos encontrados
El proyecto del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, con 200 plazas y asentado en una parcela municipal “para uso colectivo social” de más de 10.000 metros cuadrados, estaba contemplado en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y fue presentado el 3 de marzo de este año por el entonces alcalde, Óscar Puente, porque “sintonizaba plenamente con las políticas municipales para procurar soluciones a los refugiados”. Se le calculaba un valor añadido de 5 millones de euros e integraba dotaciones deportivas compartidas con los usuarios del entorno.
El pasado 9 de mayo, el Pleno del Ayuntamiento de Valladolid aprobó por mayoría absoluta y sin ningún voto en contra la cesión gratuita de titularidad de la parcela, aprobación que venía precedida por la firma de un memorándum de entendimiento entre el Ministerio y el Ayuntamiento, así como de un convenio de cesión en precario de la parcela.
Gallardo, en la mecha de la protesta, versus Red Delicias
Atento a lo que puede darle rentabilidad política y siempre dispuesto a estar donde cree que se le necesita, el vicepresidente del Gobierno de Alfonso Fernández Mañueco se trasladó, sorpresivamente, hace unos días, al barrio de Delicias para, en sus palabras, “recibir la inquietud y rechazo de los vecinos de Delicias hacia el centro de refugiados”, acompañado de la teniente de alcalde, la también ultraderechista Irene Carvajal.
Las asociaciones del barrio que acudieron a la llamada de Vox, Barrio Delicias y Nuevo Hospital, según comunicó el equipo de Gallardo, coincidieron en la “repercusión negativa” de la nueva instalación, que, además, consideran, “supondrá una sobrecarga asistencial en un barrio que ya acoge a uno de cada cuatro inmigrantes de Valladolid, además del Centro de Menores Zambrana”.
“Delicias es solidario, y lo demuestra a diario”, dijo Gallardo que afirmaron los representantes vecinales con los que se reunió, “pero esto es ya demasiado”.
El último pronunciamiento sobre el asunto lo ha emitido Red Delicias, un colectivo que aglutina a entidades, vecinas y vecinos del barrio, en lucha desde hace años por la interculturalidad y la solidaridad vecinal, que ha puesto en pie exitosos y premiados proyectos de integración que han ayudado a hermanar a las numerosas nacionalidades que representan a los habitantes del barrio.
Este colectivo ha suscrito el manifiesto, en el que también participa, entre otros, el Arzobispado vallisoletano, en el que se subraya que, frente a las dudas del ayuntamiento y la negativa “expresada de forma airada” por “algunos vecinos y vecinas”, el conjunto de entidades y personas que forman Red Delicias considera que “esta actitud no es representativa del sentir general del barrio ni de la ciudad de Valladolid, que contesta a la propuesta del Ministerio con un rotundo SÍ a la acogida de refugiados”.
Valladolid, recuerdan, está declarada ‘Ciudad Refugio’”.