El Partido Popular lo ha vuelto a hacer. La novedosa estrategia con sus representantes con problemas judiciales ha llegado a Extremadura y Alfredo Aguilera, que este miércoles era condenado a nueve meses de cárcel por delitos de violencia de género y maltrato a su exmujer, se ha dado de baja en el PP, pero seguirá siendo alcalde de Malpartida de Cáceres y diputado en la Diputación Provincial.

Este miércoles se dictaba sentencia contra Aguilera y la jueza dictaminaba que además de insultar a su exmujer de manera reiterada con palabras como "hija de puta, estás loca" y que la "zarandeó, agarrándola por los brazos y la empujó". Por ello, le condenaba a nueves meses y un día de cárcel, le retiraba durante dos años la licencia de armas y le prohibía acercarse a menos de 100 metros de la víctima. Y, además, le retiraba el derecho al sufragio pasivo mientras durase la pena de cárcel, lo que en otro momento le habría impedido presentarse a las elecciones.

Ahora, el Partido Popular de Extremadura ha anunciado que Aguilera ha presentado su baja temporal del partido a petición propia para "no hacer daño al partido, mientras acaba el proceso en el que se encuentra". La sentencia del Juzgado de lo Penal número 2 de Cáceres es recurrible ante la Audiencia Provincial. 

Por su parte, el Comité de Derechos y Garantías del PP de Extremadura, reunido de urgencia este viernes, ha decidido retirar a Aguilera sus responsabilidades institucionales, con lo que dejará de ser el portavoz del PP en la Diputación de Cáceres y el responsable del grupo parlamentario en Malpartida de Cáceres, aunque han tenido palabras amables para él, al señalar que le conocen "después de muchos años de trabajo" y que "confían en una sentencia firme y favorable", informa El Periódico de Extremadura.

Lo curioso es que Aguilera seguirá siendo el alcalde de su municipio y diputado provincial en la Diputación de Cáceres, con todos los privilegios que conlleva. Un caso que recuerda mucho al de quien fuera alcalde de Brunete, Borja Gutiérrez, que estaba procesado por sobornar a una concejal de UPyD y está imputado por el caso Púnica. Por todo esto, renunció a la Presidencia del PP de Brunete y a la representación del grupo parlamentario, pero siguió siendo alcalde con el apoyo de los concejales del PP. Pese a ello, su cercanía con Pablo Casado, a quien apoyó abiertamente en las primarias del PP, le llevó a volver a presentarse a las últimas elecciones por el Partido Popular. Ganó los comicios, pero una coalición encabezada por el PSOE le desalojó de la alcaldía.