El ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, ha presentado este jueves su candidatura a la secretaría general del PSOE de Madrid tras la dimisión obligada de Juan Lobato hace apenas una semana por el acta notarial en la que dejaba constancia de su conversación por whatsapp con Pilar Sánchez Acera, jefa de Gabinete del propio López. Un movimiento que el socialismo madrileño no entendió, atisbando que se trataba de una traición entre compañeros que, además, salpicaba directamente a Moncloa en la causa sobre las filtraciones de la confesión de Alberto González Amador, pareja sentimental de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.
No obstante, y pese a que aquella actuación precipitó los movimientos, lo cierto es que este paso adelante de Óscar López estaba meditado y decidido con anterioridad al escándalo generado por el propio Lobato. Tanto en Ferraz como en agrupaciones de peso del PSOE de Madrid se entendía que el otrora secretario general, portavoz y candidato era demasiado blando con Ayuso y la maquinaria encabezada por Miguel Ángel Rodríguez. Un cambio necesario para competir de tú a tú y cambiar el orden establecido desde un discurso claro y contundente.
Es precisamente esta línea de actuación la que ha reivindicado Óscar López en su presentación de credenciales, asegurando que su candidatura responde a una “decisión personal” enmarcada en una “misión colectiva de servicio público”. Reclamando el respaldo de la militancia, a la que ha asegurado que escuchará para aportar valor, experiencia e ideas a su proyecto, el ministro ha reivindicado su dilatada trayectoria al lado de José Luis Rodríguez Zapatero o el propio Pedro Sánchez como la prueba más fehaciente de su capacidad, tesón y trabajo para conseguir que el cambio en Madrid sea posible.
“He cometido errores, claro, pero quiero poner mi experiencia al servicio del partido. Además, tengo ilusión y ambición, ya que tengo claro que en 2027 haremos posible el cambio en Madrid”, ha asegurado. Conozco muy bien a la fachosfera y a la derecha. Soy plenamente consciente de a lo que me enfrento, que es la maquinaria del fango. Pero seré valiente para hacerles frente”, ha proseguido.
Experiencia y valentía como pilares de una candidatura que se prevé única, sin rival, con el respaldo de Ferraz y del propio secretario general del partido a nivel nacional, Pedro Sánchez. De su máxima confianza -antes de ministro, López era el jefe de Gabinete del presidente del Gobierno-, el candidato se presenta para poner orden a nivel interno en el PSOE de Madrid, la tercera federación con más peso dentro del partido y eterna casa de los horrores y de los movimientos subrepticios en el socialismo.
“Vamos a ganar por una palabra que es la más maravillosa y que muchos destrozan: la verdad. Todo Madrid sabe la verdad. Millones de madrileños saben que el PP quiere convertir Madrid en un club privado, que ven la educación y la sanidad como el negocio de unos pocos, que los mayores murieron abandonados, los negocios de todo el entramado familiar de Ayuso, que el problema es la vivienda mientras su presidenta vive en un ático de un millón de euros que no puede ni podrá explicar”, ha enumerado.
"Serenidad" de Lobato
Paralelamente a la presentación de la candidatura del ministro, este jueves en la Asamblea se debatían los Presupuestos Regionales presentados por el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Más allá de la denuncia de unas partidas totalmente criticadas por la izquierda, insuficientes en lo social, ventajosas fiscalmente con la gente más adinerada y con más de un detalle que devuelve a Madrid al blanco y negro, la expectación estaba puesta en la llegada de Juan Lobato -que, finalmente, y tras más de una especulación, ha decidido mantener el acta de diputado y aportar su "experiencia" al Grupo Parlamentario.
Llegaba sonriente, saludando a la prensa y conocedor de la que se le venía encima. Con todos los focos sobre él, el otrora secretario general de los socialistas madrileños ha reivindicado que es "una persona serena y con energía": "Si es que hoy no puedo decir nada, de verdad. De ánimo estoy bien", ha reiterado pidiendo clemencia a las preguntas de los periodistas.