Operarios municipales del Ayuntamiento de Madrid, liderado por el popular José Luis Martínez-Almeida, han empezado a desmantelar parte del Bosque Urbano de Barajas, un espacio impulsado por las vecinas y los vecinos del distrito desde hace más de una década, de manera participativa y desinteresada.

Fuentes de Más Madrid explican a ElPlural.com que un dispositivo de operarios del Área de Medio Ambiente, “con camiones incluidos y escoltados por agentes de la Policía Municipal”, han acudido este jueves al Bosque Urbano “para retirar las protecciones de los árboles, cercas, bidones de agua, herramientas, aperos… y todo aquello que las vecinas y vecinos han ido construyendo para cuidar, mantener y proteger el entorno”.

La retirada de estos elementos provoca que las plantas y los árboles queden totalmente expuestos a los animales, como conejos, que comenzarán a roer los troncos y las ramas. También quedarán afectados por la falta de tutores y cuidados, ya que, del mismo modo, han quitado las guías que tenían los árboles para que creciesen rectos, así como los sistemas de riego. “Con esta actuación, el Gobierno de Almeida reprime una iniciativa vecinal muy querida en el distrito sin diálogo ni explicaciones”.

Rita Maestre, portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid, ha exigido explicaciones al alcalde por “su persecución a los árboles y a los movimientos vecinales”. “Operarios municipales, sin previo aviso, han arrancado las instalaciones del Bosque Urbano de Barajas, ante la mirada atónita de los vecinos que lo plantaron y gestionan desde hace doce años”, ha denunciado.

ElPlural.com se ha puesto en contacto con el consistorio municipal, desde donde han asegurado que “el distrito de Barajas ha solicitado su retirada porque es una plantación ilegal en un área verde. Se trata de un espacio público en el que hay elementos no autorizados”. También comentan que “el Área de Medio Ambiente les sugirió hace tiempo que orientaran la idea hacia un huerto urbano reglado”.

Una iniciativa vecinal con historia

Luis Calcada, vecino de Barajas, fue quien tuvo la iniciativa de empezar a plantar árboles en 2010 entre la calle Mistral y Valhondo del distrito madrileño. Fue en 2017 cuando Calcada presentó una propuesta para los Presupuestos Participativos de Madrid, de bosque urbano gestionado por los vecinos, siendo aprobada e incorporada al proyecto de Zona Forestal del Ensanche de Barajas. A partir de ese momento, este entorno ha contado con el apoyo de la Asociación Vecinal de Barajas y se ha promovido que todos los vecinos participen. Muchos han plantado pinos en memoria de sus familiares fallecidos.

Desde el primer momento, la idea principal fue transformar un erial hecho con escombros del ensanche en un bosque en el que no diera el sol en el suelo. Aunque la tarea no era sencilla, ya que tenía que luchar contra la sequía, los conejos y contra la diligencia de los jardineros del Ayuntamiento.

En estos 12 años, el bosque ya ha dado frutos como almendras, higos, moras, albaricoques, melocotones y manzanillas. También va cogiendo cada vez más habitantes, como topos o pájaros, aunque los últimos trabajos de los operarios municipales han llegado como un jarro de agua fría a los vecinos, que han mostrado su indignación ante este ataque a su iniciativa.