Nos recibe en su cuartel general de campaña. Un local alquilado especialmente para la ocasión donde la Gran Vía queda pequeña por la inmensidad de unas vistas en las que su equipo busca inspiración. Esta entrevista se graba en los días previos a que arranque la campaña electoral y los nervios no se esconden. Mónica García (Madrid, 1974) crece en las encuestas, sonríe al reconocer que apostó por Más Madrid frente a la fusión que le ofrecía Pablo Iglesias, se hace fuerte en los temas propios de la sanidad madrileña y confía en que los barrios acaben con el presagio de una desmovilización que simplifique el camino de Isabel Díaz Ayuso.

Ser la menos conocida por los ciudadanos no la amedrentó y aquellos que vaticinaron la llegada de Iglesias como un revés hoy observan cómo García aventaja con creces a su propio predecesor en el cargo, Íñigo Errejón. Pero las encuestas no dan la victoria, y la candidata revelación en esta campaña sabe que la participación pasa por hablarle a la gente de lo que de verdad importa. 

- Me quito la mascarilla para la entrevista, que ya estoy vacunada.

- ¿Por sanitaria o por política?

- Por sanitaria, por sanitaria (ríe).   

PREGUNTA: ¿Comunismo o libertad? ¿Libertad o ultraderecha? ¿Qué nos jugamos este 4 de mayo?

RESPUESTA: Nos jugamos no hablar de tonterías. Nos jugamos cosas de la vida cotidiana, lo que realmente importa a la gente y no emblemas de la Guerra Fría. Está en juego ver si en la Comunidad de Madrid somos capaces de reconstruir nuestra comunidad poniéndonos en hora con Europa y haciendo de la justicia social uno de los ejes fundamentales.

P: ¿Deben votar los madrileños en plena cuarta ola?

Deberían hacerlo, porque nos jugamos no volver a sentir vergüenza de nuestra comunidad dejando de ir contrasentido de la evidencia científica, del resto de comunidades. Debemos dejar de utilizar la confrontación política mientras la gente está sufriendo y muriendo en las residencias de mayores. Cada voto es una receta para que en el futuro no tengamos la casa de paja, sino de piedra, para poder afrontar cualquier crisis y desigualdad.

Ayuso está mirando para otro lado. En vez de mirar a la pandemia o a la vacunación, teniendo un planteamiento riguroso con los ciudadanos, falta el respeto a la ciencia y a los ciudadanos.

P: Las encuestas vaticinan que PP y Vox parten en ventaja. ¿Es una opción real que gane la izquierda o estamos abocados a ver a Ayuso y Monasterio formando tándem en la Puerta del Sol?

R: Las encuestas cada vez están más ajustadas y Más Madrid se está afianzando como tercera fuerza política, algo importante ya que estas elecciones no van de quién gane sino de quién consiga la llave de la gobernabilidad. Nuestra formación está centrando el eje progresista y empujando a todo aquel grupo político que quiera una opción decente en la Puerta del Sol este 4 de mayo.

P: La movilización de los barrios obreros se prevé indispensable para sus aspiraciones. ¿Afecta que las elecciones se celebren un martes laborable?

R: Obviamente afecta, ya que a los trabajadores que ya tienen suficientes dificultades se les añaden los problemas de conciliación y la participación en unas elecciones que obviamente dependen de que aquellos que más necesitan de la política tengan acceso a esa participación democrática. Nosotros desde el primer momento hemos animado a movilizarse a estos barrios, distritos y municipios que más necesitan el cambio porque Ayuso les ha dejado en una peor situación social.

P: Hablando sobre los municipios, a ustedes se les ha acusado de centrarse demasiado en el votante de Madrid capital. ¿Qué está cambiando en su campaña para ser capaces de revertir este desajuste?

R: Nosotros llevamos bastante tiempo trabajando con los municipios, ya que parte de nuestro ADN está en ver que la comunidad es más que su capital y no centrarnos exclusivamente en esa política más urbanita que se olvida de los problemas de la mitad de la población de la región.

Si somos capaces de priorizar el futuro de los madrileños por encima de nuestro propio ombligo nos vamos a entender.
P: Hablábamos antes del problema que tiene Más Madrid con el voto de la periferia. ¿Puede ser un problema de visibilización? El CIS dice que es usted la candidata menos conocida de los que se presentan, incluso por detrás de Edmundo Bal.

R: Eso significa que tenemos más margen de conocimiento y creo que la gente avala el tipo de político que estamos haciendo. La política que se centra en los problemas de andar por casa a los que se enfrentan diariamente los madrileños cuando tienen que ir al centro de salud, llevar a sus padres y madres a los centros de mayores, cuando a sus hijos les van a subir las ratios en las aulas… la política de lo que de verdad importa.

P: En esta búsqueda de lo que de verdad importa, usted dijo “no” a Pablo Iglesias. ¿Fue una decisión difícil?

R: Fue una decisión colectiva y meditada desde el momento en que nosotros nos creemos a nuestra opción política como una opción rigurosa que se ha ganado el sitio siendo contundente con las políticas delirantes de la señora Ayuso. Como se ha visto en las encuestas, este bagaje tiene una traducción en el sentimiento de la población a la hora de expresar sus opiniones políticas.

Desde el primer momento pensamos que yendo como tres fuerzas políticas ganábamos más espectro que yendo menos. Tuvimos claro que nuestra formación merecía que apostáramos por ella y que nuestro ADN entronca a la perfección con los problemas y dificultades que están teniendo los madrileños.

Monica García contesta a las preguntas de ElPlural.com - Fernando Coto Marín
P: ¿Molestó que Pablo Iglesias anunciara públicamente su decisión de formar una coalición antes de conversar de forma reposada con Más Madrid?

R: La voluntad real de alcanzar un acuerdo la tenemos ahora, cuando nos hemos puesto a trabajar desde formaciones diferentes que luchan por un objetivo común, que no es otro que provocar que la señora Ayuso haga las maletas para irse de la Puerta del Sol y que Rocío Monasterio no las haga para entrar. Creo que en ese sentido estamos en perfecta sintonía. Si somos capaces de priorizar el futuro de los madrileños por encima de nuestro propio ombligo nos vamos a entender.

P: ¿Ha hablado con él?

R: Nos mensajeamos. Ambos entendemos que la prioridad es que la señora Monasterio no se haga con la consejería de Educación.

P: ¿Qué le diría a un votante que dude entre Más Madrid y Unidas Podemos? ¿Qué les hace fuertes respecto a la candidatura de Iglesias?

R: Nosotros somos una fuerza netamente madrileña y nos debemos por y para Madrid. Yo estaré, estoy y estaré en la política regional, ya que es donde se cuece el caldo de cultivo del bienestar, la sanidad, la educación, las políticas de mayores y un largo etcétera. Además somos una fuerza política que está sintonizada con el siglo XXI, que mira al futuro de las problemáticas que tiene la sociedad y piensa en qué soluciones aportar a largo plazo. Nos consideramos una fuerza política vertebrada por lo verde, lo ecológico, el feminismo y la justicia social.

Y lo verde y lo ecológico no tienen exclusivamente que ver con la parte más medioambiental, sino con el cuidado de lo común, de los cualquiera y de lo cotidiano.

La Atención Primaria está en la UCI

P: La Atención Primaria, como ejemplo de estas políticas de lo común, vuelve a estar en huelga. ¿Cuál es el diagnóstico de los centros de salud de Madrid?

R: La Atención Primaria está en la UCI. A mí me fascina como Ayuso y el PP, con Ciudadanos y Vox a rebufo, han sido capaces de deteriorar todavía más a la Atención Primaria en nuestra región. Han utilizado una pandemia para socavar todavía más el desgaste que arrastran los centros de salud en la Comunidad de Madrid.

No podemos olvidar que somos una comunidad que tenemos un 30% de médicos menos que en el resto de comunidades y que la presupuestamos cuatro puntos por debajo que el resto de España. Esto es una política sistemática y programada de descapitalizar y destruir uno de nuestros primeros muros de contención y, por ende, la sanidad pública.

P: Sin embargo, sí que hay dinero para grandes construcciones. Hace un tiempo la entrevistamos y cifró en 80 millones de euros opacos lo que se había llevado IFEMA. ¿Cuál es la cuenta del Isabel Zendal?

R: Pues el saldo del Zendal solo en construcción es tres veces más de lo presupuestado. Ahora debemos ver cuál es el saldo de las contrataciones que se han hecho a empresas que son sospechosas habituales de la privatización de la sanidad y que vosotros conocéis muy bien, porque qué casualidad que la misma empresa de electromedicina [Grupo Empresarial Electromédico] que ha tenido escándalos en toda la Comunidad de Madrid, que ha hecho prórrogas ilegales y que siempre ha estado en tela de juicio, haya caído también en el Zendal. 

Y no solo es con la electromedicina. Yo le dije a la señora Ayuso cuando abrió el Zendal ‘voy a poner aquí las empresas que van a ser adjudicatarias y estoy convencida de que voy a acertar en un 90%’. Vaya, pues efectivamente he acertado en un 90%.

Qué casualidad que la misma empresa de electromedicina [GEE] que está en tela de juicio por sus prórrogas ilegales haya caído también en el Zendal

P: Otra de sus propuestas bandera es el “plan vete al médico”, con el que se pretende reducir el impacto de los problemas de salud mental. ¿Cuántos psicólogos y psiquiatras hacen falta en la Seguridad Social?

R: Igual que en la Atención Primaria nosotros decimos que hay que contratar a 800 médicos más, 175 pediatras y 900 enfermeras para tener un suelo de ratios que se adapta a la media nacional, en salud mental estamos por debajo de la media española y muy alejados de la europea. Nosotros proponemos duplicar el número de psiquiatras, triplicar el número de psicólogos y aumentar también la enfermería de salud mental y todos aquellos profesionales de apoyo que están alrededor de toda esa red tupida que el PP fue capaz de desarticular con gran esfuerzo y ahínco: centros escolares, residencias de mayores…

P: Entiendo que hace falta dinero. Gabilondo no quiere subir los impuestos; Pablo Iglesias, sí. ¿Cuál es la postura de Más Madrid?

R: No robar y no despilfarrar. Solo con eso tendríamos bastante más margen para hacer políticas para la gente. Además vienen fondos europeos, y con ellos tenemos que decidir si queremos seguir siendo la comunidad del ladrillo y las copas baratas o queremos ser la comunidad de la innovación, del cambio de modelo productivo, de la transición ecológica y del cuidado de nuestros mayores, niños y niñas.

Tenemos que decidir entre poner más ladrillos en el Zendal o poner piedras en el camino del futuro, teniendo unos servicios públicos lo suficientemente robustos para que nos sostengan a todos.

P: Insisto, ¿hay que subir los impuestos?

R: En estos dos años de legislatura que nos quedan hay que hacer dos cosas fundamentales: dejar de despilfarrar millones de una forma tan clara y dejar de considerar los impuestos como algo confiscatorio. Los únicos que hablan de impuestos confiscatorios son aquellos que han tenido a miembros de su partido con ese dinero confiscado en el altillo de sus casas.

No podemos seguir siendo una comunidad desigual en lo que cada uno aporta. No podemos vender el lema de ‘apadrina un millonario’. Si yo tengo que llevar una maleta y tengo a mi hija de seis años y a mi padre de 83, la llevo yo, porque soy más fuerte. Creo que pedir un esfuerzo en un momento de crisis a los que más tienen entra dentro de lo que se está haciendo alrededor del mundo. El FMI, por ejemplo, que otras veces ha apostado por el austericidio, ahora se da cuenta de que o la reconstrucción se hace entre todos o no nos reconstruimos ninguno.

Ramón y Cajal, si naciera en un barrio humilde, no podría llegar a ser Ramón y Cajal

P: En el seno del Gobierno nacional hay una lucha fratricida por regular los alquileres. ¿Cómo pretenden acabar ustedes con los precios abusivos en Madrid?

R: Hay que diagnosticar cuál es el problema del alquiler. No es un problema de bonificar a los propietarios, como propone el PSOE. Tenemos un problema cuando el 80% del sueldo de los jóvenes se tiene que destinar al alquiler. Hay que regular los precios, los pisos turísticos, promover la vivienda social y rehabilitar las viviendas. Hay que poner soluciones para la gente, no para los propietarios.

P: ¿Hay que reducir el precio de las tasas universitarias?

R: El derecho a la educación no puede pasar por caja, ya que cuando pasas por caja ya no es un derecho, son privilegios. El problema de poner un obstáculo económico es que estamos perdiendo talento. Ramón y Cajal, si naciera en un barrio humilde, no podría llegar a ser Ramón y Cajal. Esto nos convierte en una sociedad débil.

La tasa de universitarios que hay en Orcasitas respectos a la que hay en el barrio de Salamanca es tres veces menor. ¿Por qué en Orcasitas no tienen talento? No, porque ponemos dificultades económicas a gente que quiere explotar su talento.

Mónica García, tras los focos - Fernando Coto Marín.

P: ¿Hay que abaratar el transporte público? ¿Están ustedes a favor del modelo 30x30 que incluso Ayuso valora estudiar?

R: Estamos a favor de no poner parches y facilitar el transporte público. El otro día estuvimos en la EMT y nos contaban que les faltan refuerzo, que no puedes tener una red tupida eficaz sin poner las líneas de metro que habías prometido, sin contratar a mecanistas y sin potenciar todos los servicios más ecológicos de nuestro transporte.

Además debemos replantear la red, acabando con esta radialidad que conecta municipios de la periferia entrando en Madrid capital.

P: Como madre, estará especialmente preocupada por el pin parental que exigirá Rocío Monasterio si le dan los números.

R: No nos lo podemos permitir. Es algo que me contaban mis padres que ocurría. Llevar el dio y la intolerancia a nuestras aulas es el límite que debemos poner a nuestras políticas. Nosotros hemos impulsado un compromiso por escrito a que la intolerancia de algunos padres y dirigentes no sean ley. Es el colegio donde enseñamos a vivir en sociedad, pese a que algunos quieran enseñar qué es el lejano oeste.

P: ¿Con Iglesias o con Ciudadanos?

Con todas las fuerzas progresistas que quieran tener un gobierno decente, sin vetos ni líneas rojas. Con todos aquellos a los que les dé vergüenza ver a Madrid en los titulares y en los sumarios de corrupción. Con todos los que sepan que merecemos más y que no tenemos techo.