Las preúvas del 30 de diciembre en la Puerta del Sol de Madrid se han convertido en un ensayo multitudinario para despedir el año. Lo que empezó como una celebración informal reúne ya a miles de personas y obliga a activar un amplio dispositivo de seguridad, con control de accesos, limitación de aforo y medidas para evitar incidentes en un contexto de grandes aglomeraciones.
Dispositivos de seguridad
La Comunidad de Madrid desplegará alrededor de 500 agentes con el objetivo de garantizar el normal desarrollo de esta cita previa a Nochevieja, que cada vez concentra más asistentes. El operativo se enmarca en una coordinación entre administraciones y servicios implicados tras la comunicación de los detalles organizativos relativos a horarios, capacidad máxima y características del evento.
El delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, Francisco Martín, ha señalado que la preparación del operativo se ha visto condicionada por los plazos ajustados con los que se han cerrado algunos aspectos organizativos. En este sentido, ha reconocido que la coordinación entre los distintos dispositivos de seguridad podría haberse abordado con mayor antelación, aunque ha asegurado que se han adoptado todas las medidas necesarias para garantizar la protección ciudadana.
¿Cómo va a ser este despliegue de seguridad?
Al tratarse de una celebración no oficial pero masiva, el dispositivo para las preúvas seguirá un modelo muy similar al que se aplica en Nochevieja. Como medida clave, la Puerta del Sol será desalojada completamente a las 21:00 horas, con el fin de reorganizar el espacio y preparar los controles de acceso.
A partir de las 22:00 horas, se permitirá de nuevo la entrada de público de manera escalonada y supervisada, con el objetivo de evitar aglomeraciones en los accesos y mantener un control ordenado de la afluencia.
El aforo de este año desciende
Para esta edición, el aforo máximo autorizado será de 15.000 personas, una cifra inferior a la de otros años debido a la instalación de un escenario destinado a las actuaciones musicales de DJs que estarán caldeando el ambiente hasta las 23:59 horas. Además, este año las preúvas serán retransmitidas por La 2 y RTVE Play con los presentadores Inés Hernand, Aitor Albizua y Miguel Maldonado.
Los accesos estarán sujetos a controles de seguridad para impedir la entrada de objetos peligrosos y reducir la posibilidad de concentraciones excesivas. En un evento que funciona ya como “ensayo general” de las campanadas, la gestión del espacio se convierte en un elemento clave para evitar riesgos.
Restricciones en el transporte público
El plan de seguridad incluye también restricciones en el transporte público. Las salidas de las estaciones de Metro y Cercanías situadas en la parada de ‘Sol’ cerrarán a partir de las 18:00 horas. Además, los trenes de Cercanías no efectuarán parada en esta estación durante las horas de mayor afluencia, aunque continuarán prestando servicio en el resto de la red.
Estas medidas buscan disminuir la presión sobre el centro de la ciudad y facilitar una gestión más ordenada de los desplazamientos de quienes acudan a las preúvas. El objetivo, según el dispositivo, es evitar colapsos en una jornada que, aunque no es Nochevieja, ya se comporta como tal en términos de movilidad.
Un operativo coordinado con emergencias y transporte
El despliegue no se limita al ámbito policial. En la reunión de coordinación participan también distintos servicios de emergencia y transporte, entre ellos Policía Nacional, Policía Municipal, SAMUR-Protección Civil, Bomberos, Metro de Madrid, EMT, Renfe y Adif. La coordinación entre todos ellos permitirá una respuesta rápida ante cualquier incidencia.
Las preúvas del 30 de diciembre se consolidan así como una cita clave en el calendario festivo madrileño: un ensayo general para despedir 2025 que, año tras año, deja de ser improvisado y pasa a organizarse con las mismas cautelas que la última noche del año.