Este viernes el transporte sanitario en la Comunidad de Madrid ha vivido su segundo día de huelga a razón de las condiciones a las que la patronal empresarial ha abocado al sector. Tal y como señalan desde la Unión Sindical Obrera (USO), esta segunda jornada "evidencia una realidad que el sector lleva años denunciando: el colapso no lo provoca la huelga, sino el modelo empresarial que mantiene al servicio en precariedad crónica". Así, ponen de relieve que "durante las dos primeras jornadas de huelga del 4 y 5 de diciembre, se han acumulado más de cinco horas de demora en hospitales, incapaces de salir por la falta de personal, planificación y recursos que arrastra el sector desde hace años".

En este sentido, desde la USO defienden que esta situación es fruto de "un sistema que funciona cada día al límite, sostenido únicamente por el sobreesfuerzo de las plantillas". “La huelga no bloquea el servicio; lo que bloquea el servicio es cómo lo han dejado las empresas durante todo este tiempo. La huelga simplemente lo muestra, no nos han dejado otra salida”, señalan desde USO, UGT y CCOO. Asimismo, denuncian que las empresas del sector están "vulnerando el derecho fundamental de huelga, amparado por el artículo 28 de la Constitución Española". "Ya se han documentado contrataciones externas para sustituir a los huelguistas, imposiciones de horas extra y reorganizaciones improvisadas para intentar maquillar el impacto real del paro", añaden.

Al hilo de ello, en referencia a los servicios mínimos obligatorios, estas fuentes sindicales advierten de que "estos no pueden utilizarse para anular la huelga ni para justificar sustituciones ilegales". "Aseguran contar con pruebas documentales y testimonios suficientes que demuestran que las empresas están ejecutando los mínimos de forma irregular, convirtiéndolos en una herramienta para vulnerar un derecho fundamental", lamentan. Por ello, desde los sindicatos adelantan que no van a ceder, a la vez que recuerdan que las empresas concesionarias ya han sido denunciadas ante la Inspección de Trabajo. "Lo sabemos, podemos acreditarlo y no lo vamos a consentir", afirman.

Además, los representantes legales de las personas trabajadoras insisten en que la situación vivida ayer y hoy refleja un problema estructural de fondo: falta crónica de personal, salarios congelados durante años, jornadas extenuantes y un modelo basado en el ahorro a costa de la calidad asistencial. “La huelga no es el origen del colapso. Es el síntoma de un sector maltratado y el único mecanismo para hacerlo visible”, defienden.

Con nuevas jornadas de paro previstas para el martes 9 y el miércoles 10 de diciembre, la plantilla reclama un cambio real: condiciones dignas, recursos adecuados y un transporte sanitario sostenible y seguro para todos los ciudadanos de la Comunidad de Madrid.

Precariedad, recortes y sueldos insuficientes

A partir de este jueves, 4 de diciembre, los trabajadores del transporte sanitario de la Comunidad de Madrid han ido a la huelga. Lo harán durante cuatro días específicos en el mes de diciembre como consecuencia del “retroceso de derechos” y en defensa de un servicio público esencial en la región. Así, son este jueves y viernes y los próximos 9 y 10 de diciembre los días en los que los trabajadores de este sector se paralicen en protesta por las condiciones laborales que vienen sufriendo y para exigir las mejoras justas que precisan. 

La huelga queda confirmada después de la reunión mantenida con la Mediación y después de que, según sostienen desde el sindicato de Comisiones Obreras (CCOO), las dos asociaciones empresariales hayan hecho una oferta inasumible y hayan intentado quitar derechos a los trabajadores y trabajadoras del transporte sanitario de la Comunidad de Madrid. En esta línea, los sindicatos acusan a la patronal de imponer “retrocesos brutales” en los derechos de los trabajadores, entre los que remarcan la eliminación del complemento en situación de incapacidad temporal, con el que "quieren que se trabaje sin descanso hasta enfermar y además de cobrar menos", una subida salarial "ridícula, muy por debajo del IPC, y condicionada al 'absentismo', una trampa para castigar a quien enferme o cuide de familiares" y un "rechazo total a mejoras históricas" con su negativa a subir la nocturnidad, antigüedad o plus convenio. "Todo mientras sus beneficios siguen creciendo a costa del esfuerzo de la plantilla", lamentan los sindicatos.

En línea con ello, según ha explicado UGT, la patronal quiere luchar contra el absentismo rebajando el complemento de incapacidad temporal "pero no tiene intención de establecer criterios firmes y obligatorios para todas las empresas en cuanto a prevención de riesgos laborales de sus trabajadores". "Tras varias peticiones, las empresas no demuestran las cifras de absentismo consecuencia de las bajas, ya que entienden como absentismo cualquier inasistencia al puesto de trabajo, sin distinguir entre permisos y enfermedades, por lo que las cifras de las que hablan, y no demuestran, no son reales", agregan.

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