Uno de los pocos consensos que hay en la política madrileña es el de la necesidad de reequilibrar territorialmente la región y de atender a los pequeños municipios. A partir de aquí empiezan las diferencias. Mientras el PP entiende por “reequilibrio” territorial solo la atención a los pequeños municipios, Más Madrid piensa que el desequilibrio territorial es consecuencia del desequilibrio económico, que en Madrid se articula en graves diferencias en todos los indicadores entre municipios y distritos del norte y del sur, y que es un grave problema que hay que afrontar.
Ahora bien, vayamos a la cuestión de los pequeños municipios de Madrid. De los 179 municipios de Madrid, 98 tienen menos de 5.000 habitantes, 78 de los cuales menos de 2.500 habitantes, y, sin embargo, a pesar de su escasa población, ocupan el 55% del territorio de la región, un 45% en los de menos de 2.500. Cuando el gobierno del PP habla de requilibrio territorial y de despoblación, sus únicas propuestas están basadas siempre en tres factores: desarrollo del turismo, políticas basadas en que estos municipios aumenten la población, y subvenciones finalistas, que sustituyen a una financiación suficiente e incondicionada, como existe en otras Comunidades Autónomas y que es otro de los graves defectos de la relación del gobierno Ayuso con los municipios. Veamos uno a uno.
Los pequeños municipios de Madrid conforman un auténtico ecosistema que lo último que necesita es perder la identidad con el aumento de población. La mayoría no quieren crecer, o al menos no quiere crecer desmesuradamente, como parece intentar el gobierno. Como ya dijeron sobre Casarrubuelos algunos periódicos allá por 2007, cuando lo denominaron un pueblo con síndrome de Peter Pan, la mayoría de los pueblos quieren seguir siendo pueblos.
No querer crecer no significa que los pequeños municipios no quieran progresar
Y tampoco quieren convertirse en un parque temático de turismo de fines de semana para los urbanitas de ciudad, sino poder desarrollar inversiones en bienes y servicios con valor añadido, que creen riqueza estable para las vecinas y vecinos. El turismo no tiene ningún valor añadido para los pequeños municipios. Se necesitan inversiones realmente productivas que fijen a la población actual a largo plazo.
Sin embargo, no querer crecer no significa que los pequeños municipios no quieran progresar. Quieren - exigen - tener acceso a los servicios públicos que constitucionalmente les corresponden, y para acceder a esos servicios públicos tan necesarios, lo único que vertebra estas comarcas es un transporte público ágil, rápido y eficiente. Actualmente el mapa concesional del Consorcio de Transportes para el transporte público por carretera está obsoleto. Es poco ágil, poco eficiente, y por supuesto lento. Los pequeños municipios son conscientes de que no pueden tener un servicio de transporte público igual que las grandes ciudades, pero sí quieren tener la posibilidad de acceder a los servicios sanitarios, de empleo y de gestión de una forma ágil. Actualmente solo existen líneas que los unen con Madrid capital, en un diseño radial que mete diariamente en sus carreteras cientos de autobuses que tardan horas en hacer su recorrido. Eso no es lo que necesitan; necesitan líneas comarcales, circulares, que unan los pequeños pueblos con los servicios sanitarios de referencia, con los servicios de empleo y con líneas de cercanías de RENFE.
Por ejemplo, en Casarrubuelos contamos actualmente con 3 líneas de autobuses, 2 de ellas nos llevan a Madrid centro, a Plaza Elíptica, y una tercera que, tras un largo periplo, nos lleva a Getafe. La cadencia de paso puede ser aproximadamente de 1 hora y media, y el trayecto a Plaza Elíptica puede durar otra hora y media. Para acceder a nuestro hospital de referencia en Parla, podemos tardar entre una hora y una hora y cuarto, estando el hospital a escasos 6 kilómetros. Y ya ni hablamos de otros servicios educativos, de empleo, etc. Es eterno poder acceder a ellos. Por eso, propusimos una línea circular que una los pequeños pueblos (Casarrubuelos, Los Torrejones, Cubas, Serranillos, Griñón y Batres) con Parla hospital y Parla RENFE por un lado, y Humanes RENFE por el otro. De esta forma, y con tan solo 2 o 3 vehículos podemos hacer ese recorrido en un tiempo inferior a los 20 minutos, con lo que, en el peor de los casos, tardaríamos unos 30 minutos en llegar a nuestro hospital de referencia, o a una estación de cercanías.
Este es a grandes rasgos el modelo territorial que proponemos para, por un lado, mantener la idiosincrasia de los pequeños pueblos, y por otro, dotar de acceso fácil, eficiente y ágil de estos pueblos a los servicios públicos:
- Reequilibrio territorial basado en inversión en estos pequeños pueblos en industria, bienes y servicios de valor añadido, y no únicamente en el turismo.
- No fijar como horizonte de los pequeños municipios el crecimiento desmesurado, sino mantener su idiosincrasia de pueblo.
- Dotar a los pequeños municipios de acceso rápido, eficiente y ágil mediante transporte público al resto de servicios públicos, haciendo un estudio concreto de cada comarca para diseñar estos transportes, estudiando nuevas opciones como pudieran ser el transporte “a demanda” o la implementación de rutas en base a Apps.
Vicente Astillero (alcalde de Casarrubuelos) y Juan Varela-Portas (diputado de Más Madrid en la Asamblea)