El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, usaba la manifestación celebrada este domingo en la madrileña Plaza de España para volver a posicionarse como alternativa al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El presidenta ‘popular’ se encuentra en una encrucijada entre los ‘dos partidos’ que parece haber dentro de la formación conservadora; uno abrazado a la derecha de Estado y otro mucho más radical que quedaría personalizado en los Esperanza Aguirre, José María Aznar o Isabel Díaz Ayuso, que también estuvo presente en Madrid durante la protesta.

De esta manera quedaba demostrado nuevamente en el transcurso de la mañana, donde el gallego trató de moverse hacia la “centralidad” en una concentración que, ya de base, se movía en una dirección totalmente contraria si se pone el foco en el lema de esta: “Mafia o democracia”.

El responsable del PP trató de escapar a este primer concepto o a otros como “dictadura” que sí emplearon previamente otros dirigentes madrileños para referirse a un Gobierno legítimo y, si bien le fue complicado, prefirió emplear otra retórica -en contra de incluso de sí mismo- en aras de situarse como alternativa al responsable del Ejecutivo actual.

“España está cansada, pero no está rendida. Hoy, no estamos solo para que el alcalde, la presidenta o yo mismos os demos nuestros mensajes. No es lo más importante, estamos aquí para que seáis vosotros los que habéis alto y claro. Frente a un presidente que se esconde, aquí está un país que no lo hace”, emitió.

En ese intento de incorporarse como adalid de salvar al país del sanchismo, el gallego pidió a la gente que acudió -cerca de 100.000 según Génova; entre 45.000 y 50.000 según Delegación del Gobierno- que no ondeara la bandera de ningún partido, tampoco del PP (aunque se vio alguna) porque habían ido allí no “para defender un partido, sino a nuestro país”.

“Hasta que podáis acabar con esto en las urnas democráticamente”

Por esta razón, y después de una semana nuevamente caliente después de discursos como el que repitieron Ayuso o Aguirre, en su caso blanqueando la dictadura franquista, Feijóo optó por hablar de “decencia y dignidad democrática” con frases como que “la democracia no se defiende sola y no la podemos delegar en quienes han despreciado de forma continuada al estado de derecho”.

El expresidente de la Xunta llamaba a “luchar para recuperar la decencia en nuestro país” como una “causa noble”. “Sentiros orgullosos de defenderla, y no dejéis de hacerlo. Hasta que podáis acabar con esto en las urnas democráticamente”. Ante la “mancha” del Gobierno, el gallego asume que España “no se calla”.

Ayuso, al choque

La presidenta de la Comunidad de Madrid fue, como es habitual, mucho más al choque con un discurso mucho más frontal, como el que acostumbra. El discurso del alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, tampoco distó demasiado de esa línea, mientras que Feijóo, conocedor de las distintas realidades del PP, trabajó como pudo sus palabras para calmar las agua.

El líder del PP destacó que en “mi partido” y “fuera de él” existen “distintos estilos e intensidades”; pero que todos ellos comparten “el mismo objetivo”, que pasa por “cambiar esta situación y cambiar este Gobierno”. A pesar de esto, se quiso anclar en la “centralidad”, considerando tal como el “único espacio capaz de volver a reunir a la mayoría de los españoles, que otros se han empeñado en dividir”.

De hecho, puso sobre la mesa nombres como el de Aznar quien, a su juicio, “volvió a poner al Partido Popular en la centralidad” con la “refundación del partido”. Algo que cuesta ver escuchando tan solo una frase del expresidente del Gobierno y uno de los máximos exponentes, precisamente, de ese ‘ala dura’ de a formación.

Elecciones generales

Con todo, obviando la voluntad de los españoles en las urnas, Feijóo volvió a pedir el adelanto electoral.

“Contad que esta plaza estaba llena de dignidad y de ilusión. Diré unas cosas sensatas: señor Sánchez, deje de esconderse y deje de huir. España ya sabe quién es usted y los suyos, y España ya sabe lo que han hecho y seguiremos sabiendo más. Ríndase a la democracia. Queremos elecciones. Nadie le votó para hacer esto, ni los suyos", pronunció pasando por alto que, aunque el PP fue el partido más votado, no le salieron las cuentas y que no basta con sacar mayoría en las urnas para alcanzar la presidencia.

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