La sanidad pública madrileña atraviesa una de sus peores crisis en décadas. Tras años de políticas de recorte, externalización de servicios y privatizaciones iniciadas por los sucesivos gobiernos del Partido Popular, la situación se ha vuelto insostenible bajo la presidencia de Isabel Díaz Ayuso. El último informe presentado por el sindicato mayoritario AMYTS y la plataforma APSeMueve dibuja un panorama alarmante: 194 centros de salud con plantillas médicas incompletas, 764.000 madrileños sin médico de Familia o pediatra asignado y zonas enteras de la región donde la cobertura sanitaria básica es prácticamente inexistente.
De los 267 centros de Atención Primaria que existen en la Comunidad de Madrid, el 72,7% no cuenta con todas sus consultas médicas cubiertas. La falta de profesionales no es coyuntural ni reciente. Según los autores del informe, se trata de una crisis estructural que ha ido deteriorándose en los últimos años, pese a las promesas de refuerzo de personal tras la huelga sanitaria de 2022-2023. Las medidas acordadas entonces, señalan desde AMYTS, "siguen vigentes, pero resultan insuficientes, porque sigue recayendo sobre los mismos profesionales una carga de trabajo que excede ampliamente a las actuales plantillas".
La consecuencia directa es que más de 764.000 madrileños —el 11,2% de la población de la comunidad— no cuentan con un médico de cabecera o pediatra asignado. De ellos, 625.000 están sin médico de Familia y 139.000 sin pediatra. La cifra equivale a eliminar de golpe el trabajo de más de 400 profesionales en un sistema ya saturado.
El informe —presentado este lunes y basado en datos recopilados en marzo de 2025— contrasta fuertemente con las versiones oficiales. La Consejería de Sanidad cifraba en noviembre en solo dos los centros con más del 20% de vacantes médicas. Sin embargo, los datos actuales revelan una situación muy distinta: 43 centros de salud presentan un grave déficit de médicos de Familia y otros 81 tienen más del 20% de las plazas de Pediatría sin cubrir.
Los sindicatos alertan: "Esto es insostenible"
“Estos datos sobrecogedores deberían hacer replantear a la Consejería su política de personal y dimensionar de una vez las plantillas de Primaria”, aseguró Mar Noguerol, portavoz de APSeMueve, durante la presentación del informe. Isabel Vázquez, presidenta de Atención Primaria de AMYTS, fue aún más contundente: “Hay muchos centros que ante cualquier imprevisto se caen. No hay una estabilidad de plantillas, hay muchas vacantes sin cubrir que dependen de suplentes o de desplazar a profesionales de otros centros”.
Ejemplos no faltan. El centro de salud Parque Coimbra (Móstoles) llegó a contar la semana pasada con un solo médico de Familia de los ocho que debería tener. Para cubrir las consultas, se tuvieron que desplazar profesionales del centro de salud Arroyomolinos, con el consiguiente perjuicio para sus propios pacientes. En el caso de la Pediatría, el centro Canal de Panamá, en Ciudad Lineal, ya no cuenta con ningún pediatra en esta segunda semana de abril. “Esto es insostenible”, lamentan los sindicatos.
En 2024, los sanitarios de Atención Primaria trabajaron el equivalente a 272 jornadas laborales extra de médicos de Familia y 57 de pediatras, según datos del Portal de Transparencia. Estas "consultas de absorción de demanda" no solo no resuelven el problema estructural, sino que lo agravan al sobrecargar aún más a los equipos existentes.
La situación es especialmente grave en el sur y el este de la Comunidad de Madrid. En el sur, la Medicina de Familia sufre un 17,7% de vacantes, con centros como el de Ciempozuelos, donde faltan 6 de los 16 médicos de Familia. En el este, el 21% de las plazas de Pediatría están vacías, como ocurre en el centro de salud Aquitania, en San Blas, con solo un pediatra para tres puestos.
Mientras tanto, desde la Consejería de Sanidad se sigue insistiendo en un discurso de normalidad y mejora progresiva. “La situación mejora día a día”, repiten desde el Gobierno regional. Pero los datos del informe, los testimonios de los profesionales y la experiencia de los propios pacientes parecen desmontar ese relato.
Ante este escenario, AMYTS y APSeMueve han anunciado que solicitarán una reunión urgente tanto con la Consejería de Sanidad como con la presidenta Ayuso para trasladarles personalmente la gravedad de la situación. Aseguran que existen medidas viables que permitirían revertir el deterioro, pero que requieren voluntad política real.
Desgaste profesional y fuga de médicos: la otra cara de la crisis sanitaria en Madrid
El colapso de la Atención Primaria en la Comunidad de Madrid no solo afecta a los pacientes: también está provocando un desgaste profundo entre los profesionales sanitarios. La sobrecarga de trabajo, la falta de estabilidad laboral y la sensación de abandono institucional están empujando a muchos médicos a abandonar el sistema público o incluso a cambiar de comunidad autónoma.
Según el informe presentado por AMYTS y APSeMueve, los médicos de Familia y pediatras han tenido que asumir en 2024 una carga de trabajo equivalente a 329 profesionales más, lo que se traduce en interminables jornadas, escaso tiempo para atender a cada paciente y una presión constante por parte de la administración. “Nos exigen estar en varios centros, cubrir bajas sin suplencias y mantener la calidad asistencial, pero no se puede sostener más”, denuncia un médico del sur de la región.
El fenómeno de la “fuga de batas blancas” no es nuevo, pero se ha acentuado en los últimos años. Profesionales jóvenes optan por no quedarse en Madrid tras el MIR y buscan contratos más estables en otras comunidades o en el extranjero. Otros, más veteranos, adelantan su jubilación o se reubican en el sector privado, que ofrece mejores condiciones laborales.
A esta situación se suma la inestabilidad de plantillas: muchos centros se sostienen a base de suplentes, lo que impide establecer vínculos duraderos con los pacientes. Las organizaciones médicas denuncian que la Comunidad ha renunciado a fidelizar a sus profesionales, mientras sigue recortando en recursos humanos.