En la última semana y en pleno escándalo por los cribados del cáncer de mama en Andalucía salía a la luz que el gobierno de la Comunidad de Madrid había contratado a una empresa cuyo producto fue la peor valorada a nivel técnico, pero que consiguió la primera posición en este proceso público al postularse como la más barata, para realizar tests.
ElPlural.com ha podido saber que al concurso del que salió elegida la compañía estadounidense Hologic se presentaron otras firmas que habían participado de la detección del cáncer en la región madrileña concretamente y, para más inri, al menos alguna de ellas participó en una prueba piloto que abrió el camino a la actividad actual.
Deshecha a una empresa que contrató en el pasado
Se trata de Roche Diagnostic S.L, que obtuvo una mayor puntuación cualitativa en el proceso actual a pesar de no terminar elegida. A decir verdad, todas las empresas que se presentaron reunían más méritos que Hologic y cumplían con los compromisos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esto último no es baladí, ya que Ayuso ha defendido en los últimos días que los test estaban homologados por la Organización, obviando que es lo mínimo porque, de lo contrario, serían inservibles, pero eludiendo que no eran los que la OMS recomendaba porque no eran de ADN, sino de ARN; menos aconsejables para la infección para los que se utilizan: el Virus del Papiloma Humano (VPH).
El CERVICAM, programa de la Comunidad de Madrid de cribado para la detección temprana del cáncer de cérvix -en el que puede derivar el VPH- comenzó en abril de 2023, pero hasta 2025 solamente se realizaba en 20 centros de salud en el área de influencia del Hospital Ramón y Cajal.
Tal y como ha podido saber ElPlural.com, el proyecto piloto salió adelante con varios contratos menores, entre ellos a Roche que, pese a haber trabajado ya con la administración Sol y ser una de las dos con mejor puntuación cualitativa, ha sido rechazada para el trabajo actual.
Dos años en 20 centros de salud
En septiembre, la Comunidad de Madrid incorpora a su sistema de sanidad pública el Programa de Detección Precoz de cáncer de cérvix, más de dos años después de que se mantuvieran solo en 20 centros de salud, por 1,8 millones de euros a pesar de que había considerado destinarse 3,4 millones de euros.
El pliego actual prioriza con 70 puntos sobre 100 la bajada económica, por lo que ganó la oferta más baja, siendo el coste unitario reactivo de 8 euros y ofreciendo la compañía que finalmente se lo ha llevado 4,20 euros. Asimismo, el importa total de la licitación era 3.484.800 euros, pero quedó en 1.829.50; adjudicados a Hologic.
La firma, además de ser la que menos puntuación ha obtenido en la parte cualitativa -15 sobre 30- es también la única de las cinco -las otras tres eran Werfen, Abott y Vitro- que no realizan su test diagnóstico basado en ADN. Además de la OMS, la Asociación Española de patología cervical también consideran más oportuno las pruebas con ADN y el Tribunal de Administración de la Contratación pública.
¿Desistir el contrato?
ElPlural.com se ha puesto en contacto con la Comunidad de Madrid para conocer si está sobre la mesa la posibilidad de desistir el contrato. Desde la Consejería de Sanidad explican a este periódico que no pueden porque la contratación “es pública y se la ha llevado una empresa en base a unos criterios y unas puntuaciones valoradas por técnicos”.
La única posibilidad, por lo tanto, pasaría porque “alguna empresa presente recurso antes del 27 de octubre”, fecha en la que expira el plazo de las compañías que quieran presentar recurso. Es decir, que la Autonomía defiende que el contrato no está adjudicado, lo cual es cierto, pero salvo sorpresa se lo llevará Hologic.
Respecto al ARN, a pesar de que en este caso lo recomienden entidades de sobra reconocidas en el ámbito sanitario, mantienen que “las pruebas de mRNA-VPH tienen igual sensibilidad que las de ADN-VPH para detectar lesiones de alto grado. (HSIL/CIN2+)”. “Es un criterio absolutamente técnico”, indica.
En otro orden de cosas, además de haber otorgado la licitación a un producto con menor puntuación técnica, la Comunidad de Madrid estaría aquí procediendo de una forma que no es la ideal según la institución internacional, ya que la Consejería de Sanidad plantea que sean las propias mujeres las que recojan los elementos que este cribado necesita, lo que aumentaría en buena medida el riesgo de fallo en el resultado.
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