El Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Isabel Díaz Ayuso, está protagonizando una vuelta al pasado en la que van de la mano de la ultraderecha. El pasado jueves se vivió un claro ejemplo de ello en la Asamblea de Madrid, donde PP y Vox votaron en contra de pedir que España reforme sus leyes para que las terapias de conversión a personas LGTBI sean consideradas delito. De esta manera, el partido de Ayuso prosiguió la senda que abrieron con la reforma de las leyes trans que eliminaba la prohibición de estas terapias.

Fue Más Madrid la que llevó al parlamento regional esta Proposición No de Ley, y tan solo ellos, junto al PSOE, votaron a favor. Sin embargo, la unión de la derecha y la ultraderecha hizo que fuese rechazada. De esta manera, el PP de Ayuso se posiciona en favor de los planteamientos de la Iglesia Católica, que impulsa estas terapias que pretenden que las personas del colectivo LGTBI dejen de serlo.

PP y Vox, del lado de la Iglesia: “Son víctimas irreales”

La diputada del Partido Popular Lavín Moreno Torres trató de defender el rechazo del PP a la propuesta de los partidos progresistas, calificándola como una persecución a la Iglesia Católica: “Las terapias de conversión son torturas y están penadas por la ley, pero no son una realidad. Sí son una realidad la ablación y la venta de niñas, y nada de esto ocurre por la Iglesia Católica, pero nunca tienen tiempo de denunciarlo”, expuso. La popular calificó como “víctimas irreales” a las personas que sufren estas terapias.

En términos similares se expresó la diputada de Vox María Belén González Moreno, quien también defendió el posicionamiento de las derechas del lado de la Iglesia. Al anunciar que el partido ultra votaría en contra de la PNL de Más Madrid, la diputada la tildó de “imposición ideológica cuyo único objetivo es restringir la libertad y castigar a quienes buscan apoyo”. Y es que, para Vox, son las personas que sufren estas terapias las que van buscando ayuda, y no al contrario: “No se trata de terapias, se trata de amor”.

Asociaciones LGTBI destapan las mentiras de PP y Vox sobre las terapias

Ante la persecución al colectivo LGTBI, los datos. La asociación Arcópoli, que lucha contra los delitos de discriminación sexual en la Comunidad de Madrid, explica que “está probado que las personas LGTBI que acuden a terapia lo hacen de manera forzada”. Luis Fernando Rosales, coordinador general de Arcópoli, señala a ElPlural.com que en su mayoría, se trata de “jóvenes” que acuden a las terapias que ofrece la Iglesia “obligados por sus padres”.

Para terminar de zanjar las mentiras de Vox, Jimena González, la diputada de Más Madrid que presentó la propuesta en la Asamblea, recalcó que “en al menos tres diócesis de la Comunidad de Madrid tienen lugar presuntamente terapias de conversión”, y que estas son “auténticas torturas para suprimir la identidad de género de las personas LGTBIQ+”. Las terapias se llevan a cabo en ambientes privados a víctimas que están “sometidos a extorsiones”. La de Más Madrid zanjó la defensa de su propuesta minutos antes de que las derechas la bloquearan: “No se curan porque no hay nada que curar en ellos”.

Desde Arcópoli denuncian la “defensa de la Iglesia Católica” por parte de las derechas, además de su connivencia para no poner freno a “algo que está prohibido y es inhumano”. Se trata de una “catequesis por parte del PP y Vox”, expone Rosales a este medio. El coordinador general de la asociación señala que es una “vergüenza que un partido que se dice democrático apoye esto”. A la radicalización del PP también se ha referido Santiago Rivero, diputado del PSOE-M, quien mostró su apoyo a la propuesta: “Si es tortura, se acabó el debate, y menos cuando hablamos de menores de edad”. El socialista lamentó el acercamiento del partido de Ayuso a la ultraderecha: “De Vox no espero nada”.

Acrópoli denuncia el recorte de Ayuso a su Observatorio

Las terapias de reconversión no son la única muestra de los recortes del Gobierno de Ayuso a los derechos. El pasado martes, Arcópoli denunció que su Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia está “en peligro de desaparición” a causa de los recortes del Ejecutivo madrileño, que les ha dedicado este año la asignación más baja de fondos. Para más inri, el Gobierno regional culpa a la propia asociación de esto, a lo que desde Arcópoli contestan recordando que fue la Comunidad la que decidió “cambiar las reglas”.

A pesar de su labor, la Comunidad de Madrid ha soltado la mano de Arcópoli, en su “hoja de ruta” que, según la asociación, busca “hacer desaparecer la atención a la LGTBIfobia”, denuncia Luis Fernando Rosales a este medio. El Gobierno de Ayuso ha financiado durante años los proyectos específicos para la atención a personas LGTBI+ en Madrid. Lo hacía mediante una convocatoria de subvenciones que iba al margen de las ayudas a asociaciones en el pago del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Sin embargo, en 2024, decidieron cambiar las reglas del juego y eliminar estas subvenciones específicas.

Esto se reflejó en un informe publicado por la Dirección General de Igualdad, dependiente del área de Familia, Juventud y Asuntos Sociales que dirige la popular Ana Dávila-Ponce de León. Contradiciendo otros documentos, que advertían sobre el peligro de esta medida, la Consejería concluyó que “se aprecia un impacto nulo por razón de orientación sexual, identidad o expresión de género, toda vez que su aplicación no puede dar lugar a ninguna clase de discriminación por tales motivos”. De esta manera, los criterios de evaluación de los proyectos se han convertido en subjetivos, incumpliendo la objetividad y transparencia que exige la Ley General de Subvenciones.

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