Esta semana más de un viandante se ha quedado ojiplático en Huesca al encontrarse con una valla publicitaria de importantes dimensiones con el siguiente texto: "Estreme la precaución en esta zona". A continuación puede leerse: "Partido Popular y Partido Socialista están repartiendo ilegales aquí". En la última línea se recoge: "Tu seguridad, nuestra prioridad".
El responsable de este texto, que además está ubicado justo en la entrada del municipio desde la A-23, es Vox. Esta es la última herramienta empleada por la ultraderecha, en este caso en esta ciudad de Aragón, para expandir su mensaje contra la inmigración.
Desde el Grupo Municipal Socialista no han tardado en pronunciarse sobre el asunto, lamentando la permisividad que con el mismo tiene la alcaldesa del municipio, del Partido Popular, Lorena Orduna. "Los mensajes de odio siguen siendo lo primero que ven los turistas que llegan a Huesca", indican, subrayando que "una alcaldesa que lleva por bandera el turismo no puede mirar para otro lado en un asunto tan preocupante".
La portavoz del PSOE, Silvia Salazar, recuerda que ya se hizo esta advertencia en febrero, cuando la ultraderecha colgó un cartel de similares características en ese caso referido al aumento de las violaciones. "Le pedimos que actuara", rememora, sin embargo, "han pasado cuatro meses y no ha hecho nada". Para Salazar la inacción del Ejecutivo local es "incomprensible", sobre todo, teniendo en cuenta que "ha hecho del turismo el eje principal de su mandato".
Los socialistas insisten en la necesidad de que el Ayuntamiento "ponga freno”, recalcan y exigen una regulación del contenido de las vallas publicitarias en la localidad. "Tenemos un grave problema si nuestra carta de presentación es la incitación al odio, el racismo y la negación de la igualdad", precisan, al tiempo que exponen que "quienes nos visitan, lo primero que ven son mensajes que no sólo dañan la imagen de la ciudad sino, algo aún más preocupante, la convivencia entre los y las oscenses”.
El PSOE recuerda que “igual que la DGT regula la publicidad en vías interurbanas, el Consistorio tiene en su mano hacerlo en las urbanas. "Mirar para otro lado es lo mismo que aceptar. Y en este caso hablamos de algo tan grave como anunciar que en esta ciudad se reparten ilegales”, enfatizan.
Por último, desde esta formación subrayan que “ni hay personas ilegales, ni aquí se reparte nada". "Huesca ha sido siempre ciudad de acogida, solidaria, en la que han convivido sin problemas personas de muy diferentes orígenes", apuntan y ahora "todo esto está en riesgo por los mensajes de la ultra derecha y la connivencia del PP”.
La de los socialistas no ha sido la única formación que ha pedido la retirada inmediata del cartel. También lo ha hecho, Cambiar Huesca-IU, que ha destacado el racismo y la xenofobia que emana la valla."Criminaliza a menores no acompañados y presenta a personas migrantes como una amenaza, deshumanizándolas y fomentando el miedo entre la población", resumen..
En esta línea, alertan de que este tipo de mensajes no solo se atenta contra colectivos vulnerables, sino que contribuye a normalizar discursos de odio. "El uso del término 'ilegales' para referirse a seres humanos es inaceptable y contrario a cualquier principio democrático o ético", sostienen.
Del mismo modo, llaman la atención sobre la gravedad de asociar "inmigración y delincuencia, pues refuerza estigmas que marginan aún más a quienes ya viven en situaciones precarias".
IU, no obstante, reconoce que "estas estrategias políticas basadas en el odio no son nuevas" y ponen como ejemplo lo que está pasando en Estados Unidos con Donald Trump. Por ello, reitera su "compromiso con los derechos humanos y con la construcción de una ciudad donde nadie sea señalado ni discriminado por su origen, y llama a la ciudadanía a rechazar estos mensajes de odio que fracturan y empobrecen nuestra convivencia".