De vez en cuando, sobre todo si el sol de invierno ilumina la mañana del domingo, aprovecho para darme una vuelta por el rastro de Entrevías; en ningún otro sitio y circunstancia suena tan bien la música de mis ídolos musicales: Los Chichos. En este barrio murió “el del medio” y nació Cristina Pedroche, la sonrisa que puntualmente felicita el nuevo año a los españoles.

Los vecinos de toda la vida, payos y gitanos, inmigrantes de todas las etnias y latitudes, se agolpan junto a cientos de puestos de ropa y alimentos; una algarabía envuelta en un ambiente de profundo sur. A un lado del barrio se desparrama por las atalayas del Manzanares uno de los mejores parques de Madrid; en el otro flanco cruzando el ferrocarril, apenas a una distancia de 200 metros, la Asamblea de Madrid, sede de la soberanía regional. Esto me recuerda un célebre lamento: “¡Pobre México tan lejos de Dios y tan cerca de los americanos!”.

Hablo de Entrevías, porque Telecinco ha empezado a emitir una serie de ficción con el nombre de este barrio, con imágenes principalmente del vecino barrio de San Diego y otras del distrito de Villaverde. Luego Entrevías no es el escenario, sino que su nombre pretende ser un símbolo o una metáfora de los barrios pobres y problemáticos de España. Más apropiado habría sido poner un poco de distancia y que el nombre de la serie hubiera sido “Entre vías”, por la profusión de imágenes de las vías del tren. A este respecto, una serie tan importante como Cuéntame se inventa un barrio imaginario: San Genaro. Utilizar el nombre de un barrio real es, sin duda, una decisión arriesgada de la productora y los guionistas de la serie, sobre todo si se promociona con afirmaciones tan gruesas como: “hijos de puta los hay de todos los colores, pero todos acaban en Entrevías”.

Así lo han entendido sus vecinas y vecinos, hartos ya de los problemas con los que tienen que apechugar todos los días y a los que la serie no aporta ninguna solución. No es su cometido, lo sé, los suyo es entretener. Pero puesto que el producto televisivo abusa del nombre de Entrevías, sin consulta ni contraprestación alguna, Mediaset podría prestar su altavoz para mostrar los problemas del Entrevías real, de los Entrevías de Madrid y del resto del país.

Muchos ciudadanos españoles conocerían que Entrevías es el barrio de Madrid de menor renta per cápita, cuatro veces inferior al distrito de Salamanca; el segundo barrio de los 131 que componen el municipio con mayor porcentaje de parados; y el barrio cuyos jubilados disponen de las pensiones más bajas. Ni que decir tiene que estos indicadores son aún peores entre las mujeres. Luego Entrevías, si tiene que ser paradigma de algo, tendría que serlo de la creciente desigualdad de la sociedad española.  

Pero es que, además, muchos espacios del barrio están completamente abandonados desde hace décadas porque no están incluidos en el patrimonio municipal de suelo y donde no entran los servicios municipales de limpieza y los de mantenimiento de zonas verdes. Urgen medidas sociales, de empleo y formación en una actuación integral con participación de todas las administraciones. Una situación de esta gravedad merecería el interés de las autoridades para concentrar importantes inversiones públicas y fondos europeos.

En su disco Vallecas 75 Luis Pastor incluía una canción que describía un Vallecas en lucha, de chabolas, barro y falta de democracia: “Vengan a ver el palacio irreal que inaugurábamos ayer, con alfombras de barro y tapices de papel…”. Pues bien, de eso se trata, con lamentarnos no arreglamos nada. Se que es mucho pedir a José Coronado, Luis Zahera o Aitor Gabilondo que se den una vuelta por el barrio con los vecinos, los de verdad. No los contrataron para eso. Pero les sugiero a ellos y a Telecinco que se piensen seriamente esta posibilidad.

Paco Pérez es concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid.