“Rajoy ha perdido. Es la hora de la rectificación, de la reparación y de la restitución del Gobierno legítimo”. Esta frase del expresident a la fuga, Carles Puigdemont , tras conocer los resultados de las elecciones en Cataluña, es una radiografía de las intenciones de JxCat, un partido recién creado a la medida de su líder.

Lo importante para Puigdemont es que el Gobierno español mordiera el polvo. Pero no nos engañemos que, para don Mariano y los suyos el tema era similar. La brutal afirmación de Soraya Sáenz de Santamaría de que el independentismo había quedado descabezado, igual se lo está comiendo ahora con patatas fritas.

La vicepresidenta indicaba así el mismo ánimo de competir contra los otros, sin ocuparse de nadie más. Un desafortunado duelo al sol, entre el PP y JxCat y ERC, que tenía como principal objetivo demostrar quién era el más fuerte.

En este panorama pierde importancia, aunque la tiene, que Ciudadanos haya conseguido la victoria con más de un millón de votos y un mayor número de escaños: Si los soberanistas son capaces de unirse, gobernarán.

Lo importante para Puigdemont es que el Gobierno español mordiera el polvo. Pero no nos engañemos que, para don Mariano y los suyos el tema era similar

Está por ver si el mismo respeto que exigían al Gobierno, si los resultados electorales fueran favorables a La Moncloa y si lo aplican a confirmar que una mayoría del electorado no está para montar ahora esa república independiente, de tantos sueños imposibles. Quedan en todo caso varias incógnitas de futuro: ausentes y encarcelados tienen complicada hipotética investidura.

Y queda otra incógnita aún más compleja ¿Cómo saldrá de ésta el PP y sus dirigentes? Las acciones duras y reprobables que han esgrimido como forma de restaurar el Estado de Derecho se les han venido abajo. Hasta el punto de que ha podido ocurrir que un sector de votantes haya apoyado las candidaturas de Puigdemont y de Junqueras más por rechazo a Rajoy Brey y al PP por su actuación, que por sintonía ideológica.

Con el telón de fondo de la corrupción, los juicios inminentes por la trama Gürtel, las triquiñuelas a la desesperada para que los jueces sean lo más benévolos posible con el Partido Popular y el malestar que crece, no es extraño que ya se oigan voces reclamando convocatoria anticipada de elecciones generales.

Don Mariano: uno recoge lo que siembra pero en este caso, para desgracia general, su mala cosecha nos afecta a todos. Y eso no se perdona. Usted, señor Rajoy Brey, metió la pata y así, se encendió la hoguera donde quemar -como si fueran otros de la Santa Inquisición- a los catalanes.

La verdad es que Marianito hizo lo que pudo cuando era el número dos del presidente Aznar. En aquel tiempo, José María Aznar hizo un hombrecito, del llamado Albert Rivera, antiguo miembro de las juventudes populares. Siempre por la derecha y ahora, ayudado con el éxito de Inés Arrimadas, incluso pudiera llegar a La Moncloa.