La CUP ha hecho público este viernes el acuerdo que quería firmar el pasado martes con Junts per Catalunya y ERC solo para la investidura de Carles Puigdemont, sin garantizar estabilidad parlamentaria, un documento que incluía el inicio de un proceso constituyente y limitaciones a los conciertos de algunas escuelas.

En el documento, que no se llegó a firmar, la CUP especifica que “no es un acuerdo general de Govern ni de estabilidad parlamentaria”, porque “no existe coincidencia con JxCat y ERC respecto a gran parte de las políticas a desarrollar en la presente legislatura”, pero sí que servía, para la formación antisistema, para “hacer efectiva” la investidura de Carles Puigdemont.

En todo caso, el borrador de la CUP sí que señala como un acuerdo entre las partes el impulso de un proceso constituyente, que se articularía a través de la creación de una “asamblea constituyente provisional” a partir del día siguiente de la composición de un nuevo gobierno catalán.

En el texto, Junts per Catalunya dice que el acuerdo que se había de rubricar “anticipa una forma de dialogar y trabajar para hacer posibles retos republicanos”. ERC tenía que hacer una última aportación, según se refleja, que nunca llegó y todo se paralizó tras anunciar el presidente del Parlament que suspendía la sesión de investidura de Carles Puigdemont.

También figuran como acuerdos “la internacionalización de la república” y “el control público y la soberanía de las infraestructuras estratégicas”, entre ellas “la recuperación de Aigües Ter-Llobregat para gestionarla de forma pública, transparente, participativa y democrática”.

Otros puntos son la no renovación de los conciertos de las escuelas e institutos que segregan por sexo, un plan de choque contra la violencia machista y otro contra la corrupción, y la rebaja del 30% de las tasas universitarias.