La gestión del procés que ha hecho el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, a lo largo de la jornada de este jueves ha provocado la primera división de su núcleo duro en la Generalitat. El conseller de Empresa, Santi Vila, ha presentado su dimisión, siendo así el primer conseller en abandonar el barco.

Vila ha dimitido después de que, tras una mañana en la que se barajaba por momentos las elecciones autonómicas y por momentos la declaración unilateral de independencia (DUI), el president ha descartado unas elecciones anticipadas porque “no existen ningunas garantías”. Puigdemont ha dejado la DIU en manos del Parlament catalán y Santi Vila formaba parte del sector más moderado del PDeCat que pedía comicios.

Y es que, este jueves el procés ha vivido una auténtica montaña rusa. Carles Puigdemont ha reunido a los grupos independentistas esta misma mañana para llegar a un acuerdo ante la aplicación del artículo 155. Durante la mañana, la opción que ganaba más fuerza era la convocatoria de elecciones, que finalmente no se ha concretado.

Sin embargo, cuando las informaciones indicaban cita electoral el 20 de diciembre, se han sucedido las reacciones dentro del partido de Puigdemont: el PDeCat, aunque sus socios, la CUP, también han dejado ver su malestar incluso hablando de traición.

El primero ha sido Jordi Cuminal, diputado de Junts Pel Sí a través del PDeCat, quien ha anunciado su dimisión para mostrar su total desacuerdo con la convocatoria de elecciones y para reclamar la declaración inmediata de la República independentista de Cataluña.

Además, Cuminal dejará su acta de diputado y se dará de baja del PDeCat.

Albert Batalla ha seguido su camino anunciando su dimisión como diputado del Parlament. Hombre fuerte del núcleo del expresidente Artur Mas, inició su camino en la política en las juventudes de CDC. Ahora es el alcalde de la Seu D'Urgell.