Los Mossos d’Esquadra, mientras se preparan para un posible cierre total de Cataluña, controlan los accesos a los municipios barceloneses de Igualada, Vilanova del Camí, Santa Margarida y Òdena para evitar la propagación del coronavirus. En el caso de no respetar el confinamiento designado por el Govern, las sanciones podrían rondar los 60.000 euros.

Así está previsto en la Ley de Protección Civil, que estipula que las multas por no obedecer el aislamiento decretado en los cuatro municipios barceloneses podrían alcanzar los 60.000 euros. Entre tanto, la policía catalana ha cortado todos los accesos a las localidades, donde residen unas 70.000 personas.

Los Mossos realizan un minucioso control a todos los vehículos que pretenden salir o entrar en el perímetro de seguridad. La Generalitat ha recomendado a los vecinos que permanezcan en aislados en sus domicilios durante catorce días o, al menos, hasta nuevo aviso para frenar el brote que ha asolado a la zona y, especialmente, al Hospital de Igualada.

El Govern tomó en la noche del jueves la decisión de aislar a estos cuatro municipios con el fin de contener el brote de Covid-19 que ha provocado medio centenar de contagios y hasta tres fallecidos en las últimas horas. Además, entre los infectados se encuentran hasta 30 profesionales sanitarios.