Una trabajadora de 51 años de edad ha fallecido este lunes tras la explosión registrada en una planta de tratamiento de residuos sanitarios del Grupo Athisa, situada en la calle Dinamarca del polígono El Llano, en Socuéllamos (Ciudad Real).
La mujer, que trabajaba como administrativa en la empresa, fue evacuada en helicóptero medicalizado al Hospital Universitario de Ciudad Real, donde ingresó en estado crítico y ha fallecido horas después a causa de las graves lesiones sufridas, según han confirmado fuentes del Ayuntamiento de Socuéllamos.
El suceso se ha producido sobre las 8.51 horas de la mañana, cuando un bidón contenedor con productos químicos ha explotado en el interior de la nave, provocando una fuerte deflagración. En ese momento se encontraban cinco operarios trabajando, de los que tres resultaron heridos de gravedad.
Los otros dos trabajadores afectados han sido trasladados en estado grave: uno en UVI móvil al Hospital Universitario de Albacete y otro en helicóptero medicalizado al Hospital de La Paz de Madrid.
El jefe del Parque de Bomberos de Alcázar y Tomelloso, Rafael Fernández del Hierro, ha explicado que la explosión provocó una gran onda expansiva, rompiendo cristales y deformando puertas, aunque no llegó a originar un incendio.
Hasta el lugar se han desplazado efectivos de la Guardia Civil, la Policía Local y los bomberos de Tomelloso, además de dos helicópteros sanitarios, una UVI móvil, una ambulancia de soporte vital básico y un médico de urgencias.
La Policía Judicial de la Guardia Civil ha asumido la investigación para determinar las causas del accidente, que ha conmocionado a la localidad.
Rechazo vecinal y más de 10.000 firmas contra la planta
La planta del Grupo Athisa, inaugurada en abril de este año, es la primera en España que trata de forma integral residuos sanitarios citostáticos y efluentes hospitalarios líquidos. Desde su apertura, ha suscitado críticas y rechazo vecinal por parte de la plataforma Stop Biometano Socuéllamos, que ha mostrado su preocupación por el impacto ambiental y sanitario de la actividad.
En mayo de 2025, la Plataforma Ciudadana Stop Biometano y Stop Planta de Residuos Médicos de Socuéllamos denunció públicamente el riesgo medioambiental y sanitario que representaban las nuevas instalaciones y convocó varias concentraciones en el municipio.
El colectivo consiguió reunir más de 10.000 firmas, en un municipio de apenas 12.000 habitantes, contra la instalación de la planta de tratamiento de residuos sanitarios peligrosos y otra de biometano en la localidad.
Estas firmas, reunidas a través de formularios físicos y digitales, en actos vecinales y mediante voluntariado, expresaban una oposición transversal y sin vinculación política ni ideológica, que respondía, según la plataforma, a una "preocupación legítima por su impacto sobre la salud pública, el desarrollo económico local y el medio ambiente".
Las firmas, recogidas tanto en formato físico como digital, reflejaban una oposición transversal y sin vinculación política ni ideológica, motivada, según la plataforma, por una "preocupación legítima" ante el posible impacto de las plantas sobre la salud pública, el desarrollo económico local y el medio ambiente.
El trágico accidente ocurrido este lunes ha vuelto a situar en el centro del debate las advertencias vecinales sobre la seguridad industrial y la ubicación de este tipo de instalaciones en zonas próximas al casco urbano, en una localidad que ya había pedido revisar los permisos medioambientales concedidos al Grupo Athisa.