El desplome de la inversión social en Toledo, Talavera de la Reina y Puertollano ha coincidido con el cambio político producido tras las elecciones municipales de 2023, cuando el Partido Popular accedió a los gobiernos locales de estas tres ciudades y, en el caso de Toledo y Talavera, lo hizo además de la mano de Vox. Hasta ese momento, los tres ayuntamientos habían estado gobernados por el PSOE, una etapa en la que el esfuerzo presupuestario en políticas sociales se situaba por encima de los niveles actuales.
Así lo ha puesto de relieve el último informe de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, que ha situado a Toledo, Talavera de la Reina y Puertollano entre los 40 ayuntamientos más “pobres en inversión social” durante el ejercicio 2024. Un informe que analiza, por undécimo año consecutivo, los presupuestos liquidados de los municipios españoles de más de 20.000 habitantes a partir de los datos oficiales del Ministerio de Hacienda y Función Pública.
En Toledo, gobernada por el 'popular' Carlos Velázquez, el Ayuntamiento ha destinado solo el 4,4% del presupuesto municipal a servicios sociales, con una inversión de 60,72 euros por habitante. En Puertollano, donde el alcalde es Miguel Ángel Ruiz, el porcentaje ha sido del 4,8%, con 55,28 euros por vecino. Talavera de la Reina, bajo el mandato de José Julián Gregorio, ha alcanzado el 6,5% del presupuesto, aunque el gasto por habitante se ha quedado en 56,68 euros, igualmente muy por debajo de la media estatal.
Estas cifras marcan un retroceso claro respecto a etapas anteriores, cuando los tres municipios estaban gobernados por el PSOE y mantenían un mayor compromiso presupuestario con los servicios sociales municipales. El informe constata que el descenso se ha producido tras la llegada del PP a los ayuntamientos, un cambio que en Toledo y Talavera ha venido acompañado además por la entrada de Vox en los equipos de gobierno, una formación que ha defendido abiertamente recortes en políticas sociales y la reducción de programas de atención a colectivos vulnerables.
El contraste con el conjunto del país resulta elocuente. La mediana de gasto social de los 404 ayuntamientos analizados se ha situado en 106,48 euros por habitante, con un incremento del 4,36% respecto al ejercicio anterior. En total, la inversión municipal en servicios sociales ha superado los 4.261 millones de euros, un 6,2% más que en 2023. Mientras la mayoría de municipios ha reforzado estas políticas, Toledo, Talavera y Puertollano han ido en sentido contrario desde el cambio de gobierno local.
Solo 27 ayuntamientos de toda España han alcanzado la categoría de “excelencia”, al superar los 200 euros por habitante al año en inversión social. En el extremo opuesto, 45 municipios han sido clasificados como “pobres”, un grupo en el que se integran las tres ciudades castellanomanchegas gobernadas por el PP. Una clasificación que no responde a la falta de recursos, sino a prioridades políticas reflejadas en los presupuestos municipales.
Unos datos que chocan con el discurso de Paco Núñez
El caso de Toledo y Talavera de la Reina resulta especialmente significativo. En ambas ciudades, la entrada del PP en coalición con Vox ha supuesto un cambio de rumbo en las prioridades presupuestarias, con una menor apuesta por los servicios sociales frente a otras partidas. Una evolución que contrasta con el discurso mantenido por el presidente regional del PP, Paco Núñez, que viene reclamando de forma reiterada mayores inversiones sociales, incluso cuestionando los datos que sitúan a Castilla-La Mancha a la cabeza en algunos indicadores de este ámbito. La realidad municipal, sin embargo, choca frontalmente con ese relato, ya que los ayuntamientos gobernados por su partido han reducido el esfuerzo en políticas sociales tras el cambio político de 2023.
La contradicción se hace aún más evidente si se tiene en cuenta que Toledo, Talavera estaban gobernadas por el PSOE hasta 2023, una etapa en la que el compromiso presupuestario con los servicios sociales era mayor. Desde la llegada del PP y Vox a los gobiernos locales, ambos municipios han pasado a figurar entre los catalogados como “pobres en inversión social”, según el informe de la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, lo que evidencia que el problema no reside en la falta de recursos, sino en decisiones políticas concretas.
En Puertollano, pese a no gobernar en coalición con Vox, el cambio de signo político también se ha traducido en una caída de la inversión social municipal. Se trata de una ciudad con elevadas tasas de desempleo, una población envejecida y barrios que requieren una intervención pública sostenida, circunstancias que hacen especialmente relevante el retroceso del gasto social. Desde la llegada del PP al Ayuntamiento, la atención a estos colectivos ha quedado relegada a un segundo plano en el presupuesto municipal.
El informe no entra en valoraciones políticas, pero los datos resultan concluyentes. El descenso de la inversión social coincide temporalmente con la llegada del PP a los gobiernos municipales y, en el caso de Toledo y Talavera, con la incorporación de Vox a los equipos de gobierno, rompiendo la tendencia existente hasta 2023. En un contexto marcado por el encarecimiento de la vida, el aumento de la precariedad y mayores dificultades de acceso a recursos básicos, la reducción del esfuerzo municipal en servicios sociales no es una cuestión técnica, sino una decisión que impacta directamente en quienes más dependen de la acción pública.