Castilla-La Mancha ha consolidado su crecimiento económico en los últimos ejercicios gracias a una combinación de factores estructurales y coyunturales que, según el informe Situación Castilla-La Mancha 2025 de BBVA Research, han sido potenciados por la acción política del Gobierno regional. El Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad habría crecido un 3,4% en 2024, por encima de la media nacional, y seguirá avanzando a un ritmo del 2,8% en 2025. Aunque el informe prevé una desaceleración en 2026, con un crecimiento del 1,6%, este sigue siendo un dato positivo en un contexto global incierto y marcado por tensiones comerciales internacionales.

El economista jefe para España de BBVA Research, Miguel Cardoso, ha subrayado que el dinamismo regional ha estado “espoleado por el impulso del sector público”, así como por el buen comportamiento del comercio, las manufacturas, las actividades profesionales y el sector turístico. A ello se ha sumado una progresiva normalización de la climatología, clave para una región con un importante componente agrario.

40.000 puestos de empleo nuevos entre 2025 y 2026

Las políticas de apoyo a la inversión, el consumo y el empleo, así como los esfuerzos en digitalización, transición energética y cohesión territorial emprendidos por la Junta de Comunidades, han contribuido a fortalecer un modelo económico que avanza con solidez. El crecimiento sostenido también se refleja en el empleo: BBVA Research prevé la creación de 40.000 puestos de trabajo entre 2025 y 2026, lo que situaría la tasa de paro media en el 11,6%, un dato que mejora de forma sustancial respecto a los niveles previos a la pandemia.

Además, el informe destaca el aumento del gasto de los turistas en más de un 10%, y el mejor comportamiento del consumo de los hogares castellanomanchegos, especialmente en sectores como alimentación, automoción, reparaciones o bienestar, todos ellos con fuerte arraigo en el tejido comercial local.

En las zonas urbanas de Guadalajara, Cue​​​​​​nca y Ciudad Real se observa una evolución especialmente positiva de la afiliación a la Seguridad Social, debido en parte a una ligera recuperación de las manufacturas. También se valora el papel clave de la inmigración en el incremento de la población activa, ya que entre 2021 y 2024, casi la mitad de los empleos creados han sido ocupados por personas nacidas fuera de España, lo que evidencia una región atractiva para la residencia y el trabajo.

Comportamiento exterior positivo

El comportamiento del sector exterior ha sido igualmente positivo. Las exportaciones crecieron un 7,7% en 2024, con un impulso notable en el primer trimestre de 2025, cuando las ventas al exterior fueron un 52% superiores en términos nominales a las de 2019. Castilla-La Mancha exporta sobre todo productos agroalimentarios y materias primas, consolidando su peso en los mercados europeos y asiáticos.

Pese a las advertencias sobre la desaceleración prevista para 2026, el informe del BBVA interpreta que esta no se debe a errores de política interna, sino a factores exógenos: el aumento de aranceles en Estados Unidos, la incertidumbre de los mercados financieros y retos estructurales compartidos con otras regiones, como la escasez de vivienda asequible o la ralentización en la ejecución de fondos europeos.

Castilla-La Mancha, con margen para seguir creciendo

El informe subraya, no obstante, que la región tiene margen para seguir creciendo si se mantiene el ritmo reformista. Señala como oportunidad el impulso del consumo gracias a la reducción de tipos de interés y a la recuperación del poder adquisitivo de los salarios, favorecida por la contención de la inflación, que se espera se aproxime al 2%.

También aboga por una reforma del sistema de financiación autonómica que aporte certidumbre y equidad entre regiones. La Junta de Comunidades ha venido reclamando esta reforma en los últimos años, lo que sitúa a Castilla-La Mancha en una posición de legitimidad para liderar ese debate.

El informe de BBVA Research presenta un diagnóstico optimista de la situación económica regional y destaca que la acción política ha contribuido a consolidar un modelo de crecimiento sólido, diversificado y con proyección de futuro. Castilla-La Mancha ha sabido aprovechar las oportunidades y encarar con prudencia los riesgos, manteniendo el rumbo de una recuperación económica que sigue generando empleo, cohesión territorial y bienestar para su ciudadanía.

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