Ricardo Chamorro, concejal de Vox en el Ayuntamiento de Ciudad Real y diputado nacional de Santiago Abascal en el Congreso, ha lanzado este martes una batería de insultos, improperios y reproches contra el Partido Popular y el PSOE durante una rueda de prensa en la que acusó a ambos de formar una “pinza política". Lo ha hecho en una rueda de prensa tras la aprobación del Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Ciudad Real, un proyecto que salió adelante este lunes gracias a los votos de populares y la abstención de socialistas mientras que el partido ultra se opuso al considerar que sigue los dictámenes de la Agenda 2030.

Chamorro, que hasta febrero fue primer teniente de alcalde y concejal de Seguridad Ciudadana gracias a un pacto con el PP que saltó por los aires, ha tachado el plan de “injusto, ideológico e ilegal”, llegando a acusar al alcalde de Ciudad Real, el 'popular' Francisco Cañizares de “cobardía política” y asegurando que PP y PSOE “son exactamente lo mismo”, “una estafa política” y “una podredumbre institucional”. Incluso ha cargado contra los medios de comunicación, a los que ha acusado de ser “subvencionados por Page y Cañizares” para blanquear al bipartidismo.

Chamorro no se ha contenido en sus palabras. Ha asegurado que Francisco Cañizares se ha entregado al PSOE de Pedro Sánchez, "el partido que se ha proclamado portavoz de Hamás, el que se han cargado la Vuelta a España, el partido de las putas y la coca, el  que está justificando también el asesinato de un joven que debatía en Estados Unidos y el partido que blanquea a ETA", ha dicho.

El discurso del dirigente de Vox ha sido una sucesión de improperios contra ambos partidos, a quienes responsabiliza directamente de fomentar la inmigración ilegal, despilfarrar dinero público, encubrir escándalos de corrupción y colocar a sus afines. Según Chamorro, “los ciudadrealeños asisten a una estafa al sentido común” por parte de PP y PSOE, que en su opinión “actúan siempre juntos aunque finjan estar separados”.

El pacto olvidado en la Diputación

Sin embargo, la virulencia con la que Chamorro ha cargado contra el PP en el Ayuntamiento contrasta con la complicidad que Vox mantiene con los populares en la Diputación de Ciudad Real, a apenas 300 metros de la sede consistorial. Allí, ambas formaciones comparten gobierno bajo la presidencia del 'popular' Miguel Ángel Valverde, un pacto que garantiza cargos, sueldos y visibilidad institucional para Vox, y en el que Chamorro ejerce de manera oficiosa como líder provincial.

En la rueda de prensa, Chamorro no ha hecho ninguna referencia a ese acuerdo, pese a que su discurso se centró en denunciar la supuesta complicidad entre PP y PSOE. Una doble vara de medir que se explica menos por la coherencia política que por el interés de mantener el reparto de sillones y nóminas en la institución provincial.

Bronca en el Ayuntamiento, calma en la Diputación

La paradoja es clara. Mientras Chamorro acusa al PP en el Ayuntamiento de “traicionar a los vecinos” y de “abrazarse al socialismo”, en la Diputación Vox se aferra al acuerdo con los mismos populares a los que insulta a diario. Improperios de puertas afuera y silencio de puertas adentro.

Ese doble juego refleja la estrategia de Vox en Ciudad Real. Confrontación en el Consistorio para marcar perfil propio y colaboración en la Diputación para asegurar recursos y puestos de poder. Una incoherencia que deja en evidencia que el discurso incendiario contra el bipartidismo queda reducido a una herramienta de oposición local, mientras se mantiene intacta la alianza con el PP allí donde más interesa al partido ultraderechista.

Chamorro brama contra Cañizares en el Ayuntamiento, pero a unos pasos de allí comparte gobierno con sus compañeros de filas en la Diputación. Una contradicción difícil de justificar si no es por la comodidad que ofrece el pacto provincial y los sueldos que lo acompañan.

El PP, dispuesto a gobernar con Vox en la región

Las descalificaciones de Chamorro, que no son las primeras de Vox hacia el PP en Castilla-La Mancha ni tampoco serán las últimas, no han impedido que el presidente regional de los populares, Paco Núñez, insista una y otra vez en que considera a Vox su socio natural de gobierno.

Al dirigente del PP no parece incomodarle que la formación de extrema derecha le llame “cómplice del socialismo”, le acuse de “cobardía política” o le meta en el saco de la “podredumbre institucional”. Al contrario: Núñez responde con sonrisas, apelando a la “buena relación” que asegura mantener con la dirección de Vox, tanto en Castilla-La Mancha como en Madrid.

Defiende abiertamente un “cambio” político en la región que pase por desalojar a Emiliano García-Page de la Presidencia y construir un Ejecutivo conjunto con quienes dedican ruedas de prensa a llamar a sus dirigentes estafadores. Una jugada que el líder del PP presenta como la más natural del mundo, blanqueando sin rubor a un partido que niega derechos fundamentales, cuestiona la memoria democrática y se dedica a sembrar improperios contra los populares un día sí y otro también.

En definitiva, mientras Chamorro se desgañita en Ciudad Real acusando al PP de ser “lo mismo que el PSOE”, Núñez acaricia la idea de entregarle las llaves del Gobierno regional a esos mismos que le insultan. Todo un ejemplo de amor no correspondido, pero dispuesto a consolidarse en un futuro Ejecutivo compartido si las urnas le dan la oportunidad.