En plena ola de calor y con un episodio meteorológico excepcional a la vista, Castilla-La Mancha ha establecido limitaciones y medidas temporales para reducir el riesgo de incendios forestales los días 18 y 19 de agosto. La decisión, hecha pública en el Diario Oficial de la comunidad, responde a las previsiones de temperaturas superiores a los 30ºC unidas a fuertes vientos, con rachas de hasta 80 y 90 kilómetros por hora de oeste a este del territorio. Un escenario en el que cualquier chispa puede convertirse en una catástrofe.
La resolución contempla prohibiciones estrictas: no se podrá encender fuego en espacios abiertos, ni siquiera en áreas recreativas o de acampada que normalmente están habilitadas para ello. También se han revocado temporalmente las actividades autorizadas en terrenos con índices de propagación de incendios muy altos o extremos y queda prohibido el uso de maquinaria que pueda generar chispas en montes y zonas rurales situadas en un radio de 400 metros a su alrededor.
La portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla, ha subrayado que se trata de jornadas críticas para los equipos de extinción. Ha hecho un llamamiento a la ciudadanía a extremar las precauciones y a mantener un comportamiento responsable en el medio natural. "Un simple vidrio o una botella de cristal puede desencadenar un incendio en estas circunstancias", ha advertido.
Al mismo tiempo, Padilla ha querido poner en valor el trabajo de los profesionales del dispositivo Infocam y de la empresa pública Geacam, tanto en los centros operativos como en el propio terreno. Ha reconocido la dificultad de estas jornadas y el riesgo que asumen en cada intervención, destacando que su profesionalidad es motivo de orgullo para la región.
Colaboración con otras comunidades
Más allá de la protección del territorio propio, Castilla-La Mancha también ha reforzado su compromiso de colaboración con otras comunidades autónomas que atraviesan incendios de mayor magnitud. Actualmente hay medios regionales desplegados en Extremadura, Castilla y León, Galicia y Asturias, con un contingente de unas 60 personas entre brigadas, equipos de coordinación y maquinaria pesada.
En concreto, en Extremadura opera un helicóptero de coordinación aérea y se ha trabajado con bulldozers en apoyo a las labores de extinción. En Castilla y León se han enviado un avión anfibio, una brigada helitransportada y dos máquinas pesadas en la provincia de León. En Galicia, otro avión anfibio y dos bulldozers, mientras que en Asturias actúa una brigada helitransportada. La cooperación interterritorial es clave para frenar los grandes fuegos que este verano se han reproducido en varios puntos del país.
Importante inversión
La portavoz ha resaltado que este nivel de respuesta es posible gracias a la importante inversión y refuerzo de medios humanos y materiales realizada en los últimos diez años en Castilla-La Mancha. Una apuesta que ha consolidado un modelo reconocido incluso en otras comunidades autónomas, cuyos profesionales forestales han señalado públicamente al dispositivo Infocam como ejemplo de buena gestión en prevención y extinción.
En definitiva, la región afronta estos dos días de riesgo extremo con un operativo preparado, un marco de restricciones estrictas y un llamamiento expreso a la colaboración ciudadana. El objetivo es minimizar cualquier posibilidad de ignición en un contexto en el que la combinación de altas temperaturas y viento extremo convierte a los montes en un polvorín.