La mayor licitación de la historia de Águilas, en Murcia, vuelve a quedar en suspenso. Se trata de la concesión del servicio público de abastecimiento y saneamiento de agua por un importe de 233 millones de euros y una duración de 25 años. El proceso tendrá que reiniciarse después de que el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales estimara en parte cuatro de los recursos presentados contra la tramitación y ordenara al consistorio rehacer los pliegos de condiciones para corregir defectos sustanciales.

El órgano de contratación deberá devolver el expediente a la fase de aprobación de los pliegos, ya que se han detectado varias carencias: la ausencia de un estudio económico actualizado, la falta de justificación de la inversión exigida superior a los 15 millones, el cálculo inadecuado del valor del contrato, la insuficiencia de motivación en los costes salariales y la carencia de criterios definidos en relación con el Esquema Nacional de Seguridad.

El Tribunal también atendió la denuncia del Colegio de Ingenieros de Caminos, que reclamaba la exclusión de la figura de jefe de servicio, al entender que suponía limitar el acceso a la licitación. La resolución restituye esta habilitación y obliga a modificar el criterio de solvencia que dejaba fuera a este colectivo.

El concurso lleva paralizado desde julio, momento en el que se adoptó una medida cautelar tras el recurso de AQLARA, que detectó irregularidades en los pliegos, tanto en la valoración como en la tramitación. Posteriormente se sumaron otros recursos, entre ellos los del Colegio de Ingenieros de CaminosSocamex e Hidrogea, todos coincidiendo en señalar la falta de transparencia y la limitación de la competencia.

La acumulación de impugnaciones convirtió la licitación en un foco de controversia y llevó al Tribunal a suspender el proceso incluso antes de que se abrieran las ofertas, una decisión que confirmó la magnitud de las anomalías detectadas.

Aunque la resolución ordena retroceder y elaborar de nuevo los pliegos, este paso retrasará varios meses la adjudicación del contrato. Hasta entonces, el servicio de agua seguirá en manos de la actual concesionaria con carácter provisional, mientras persiste la incertidumbre sobre el futuro de un contrato clave para la gestión hídrica del municipio en los próximos 25 años.

Polémica en la gestión del expediente

El proceso también ha estado marcado por las críticas a la escasa participación en la licitación, ya que solo una empresa se presentó frente a las dos o tres que suelen concurrir en contratos de esta envergadura, además de las dudas surgidas por la elección de la plataforma oficial PLACE para la tramitación.

Finalmente, otro de los focos de polémica fue el papel desempeñado por el secretario municipal Jesús López López en la preparación del expediente, cuya gestión ya había estado en entredicho en otros ayuntamientos por su intervención en contratos millonarios.

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