Al actual Consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz Cabello, el PSOE andaluz le “tiene gana”. Fue el azote de Manuel Chaves y Pepe Griñán durante la polémica instrucción de la jueza Alaya sobre el caso EREs y su posterior desarrollo. Lo consideran un profesional de la política (jamás ha cotizado a la seguridad social fuera de esta y ya frisa los 55 años). Lo catalogan como un individuo carente de escrúpulos y huérfano de principios con tal de mantenerse en los cargos, el que sea en cada momento, le da igual la poltrona, solo que conlleve nómina pública. Su vida desde los 15 años a los que entró en política como miembro de los Clubes Juveniles de Alianza Popular y a los 18 años como Presidente local de Nuevas Generaciones de Jerez y Vicepresidente de Alianza Popular de Jerez ha sido un carrusel de cambios de lealtades internas y de saber ubicarse en cada momento en el mejor espacio orgánico. Ya se sabe que un carrusel es una plataforma rotatoria con asientos para los pasajeros de que él aún no se ha bajado. Solo tiene, pasado más de medio siglo de edad, biografía política.
Antonio Sanz, desde el primer día que llegó a la secretaría regional del Partido Popular Andaluz en julio de 1999, practicó una oposición de hostigamiento cainita contra los socialistas. Representa perfectamente a ese perverso grupo de políticos que se moverían en cualquier sigla y sólo se rigen por una: la norma del todo vale. Sus principios, tal vez los únicos que tenga, se basan en la idea de que hay que hacer daño y erosionar al contrario para alcanzar el poder, y en ese objetivo, y sobre todo en el de mantenerse, todo vale. Sus estrategias, su juego sucio y su capacidad para embardunar de barro la vida pública, es digna de estudio. También explicaría que para acabar la carrera de Derecho tuviese que emplear más de una década. Aún se recuerda cuando el entonces Consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Gaspar Zarrías le espetó en pleno debate parlamentario en la Cámara autonómica aquello de “Señor Sanz, póngase a estudiar y deje de darle disgustos a su padre”, lo que provocó una de las mayores carcajadas acontecidas en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas si exceptuamos el inolvidable ataque de risa del 22 de noviembre de 1994 provocado por un error en la lectura de un nombre de un diputado protagonizado por Chiqui Gutiérrez del Álamo y que se contagió a los siguientes miembros de la mesa, incluido su presidente Diego Valderas, que tuvo que suspender la sesión unos minutos para volver a la normalidad.
Una intervención y un vídeo que humilla al PP andaluz
Los socialistas, animados por el hecho de que el Tribunal Constitucional esté haciendo algo tan normal como es impartir justicia anulando las sentencias de gran parte de la causa de los EREs, los socialistas están reivindicando la verdad de lo sucedido y entre otros argumentos, difunden que todo fue una estrategia diseñada por el PP para alcanzar el poder aunque fuera con el peor resultado de la historia de los populares. No pierden la ocasión de recordarlo y Mario Jiménez, diputado autonómico y ex portavoz parlamentario del PSOE durante esos años duros del acoso por los EREs, ha tenido una cara a cara en una comisión de la Cámara regional con el ínclito Antonio Sanz Cabello. En un tuit, que el socialista onubense denomina como “La intervención más deseada: denunciando la cacería del PP contra los presidentes Chaves y Griñán y los gobiernos socialistas y la derecha agachando la cabeza”, inserta el vídeo de su enfrentamiento verbal con Sanz. El documento gráfico y las palabras de Mario Jiménez rezuman ajustes con la historia y destaca, además de las palabras del socialista, la cara de consejero al ser objeto del reproche que más duele, el reproche de la verdad.
Comienza la intervención en la parte insertada en el vídeo con una invectiva de Jiménez a Sanz: “Usted se dedica a mentir de manera de brocha gorda porque usted es un gran pintor, como todo el mundo sabe, de brocha gorda en el lienzo de la política andaluza”. Luego, el socialista le da un repaso de tomo y lomo al Consejero al citarle literalmente capítulos de la sentencia del Tribunal Constitucional exonerando a dirigentes socialistas sobre los ERES. Por un lado, le ha recordado como la sentencia reconoce que se han vulnerado los derechos fundamentales de los condenados, “vulneración de derechos que a usted debería de de alarmarle, pero que usted desprecia, porque usted fue el inductor de esa vulneración y no le preocupa lo más mínimo; solo que han quedado frustradas la rabia y la bilis con la que ustedes se han conducido en estos años”.
También le ha leído Mario Jiménez el apartado de la sentencia del TC en la que exige el restablecimiento de los derechos conculcados y, de manera muy contundente, le señala al consejero la parte en la que el Constitucional declara la nulidad de la sentencia 490 de 2019 de la Sala Primera de la Audiencia Provincial de Sevilla y la sentencia 749 de 2022 de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo y del auto del mismo Alto Tribunal de 16 de febrero de 2023 ordenando la retroacción al momento anterior al que se dictara esa sentencia por parte de la Audiencia Provincial de Sevilla. Es en ese momento cuando se produce el puyazo más contundente de Mario Jiménez contra Sanz: “¡Anular, señor Sanz, anular! ¿Quiere usted que le mande un diccionario Vox o ya no quiere de esa marca y le mando otro diccionario para saber lo que significa anular?”
Concluye el socialista exigiéndole al consejero del Partido Popular que “no les tomen más el pelo a los andaluces. Ustedes pusieron en marcha una estrategia y esa estrategia ha quedado ahora al descubierto”. Merece la pena ver el vídeo pues indica el estado de alegría pero también de rabia de los socialistas por el calvario sufrido por compañeros y compañeras encausadas y condenadas injustamente, como ha demostrado el Constitucional.
Otra andanada contra Sanz desde el PSOE de Andalucía
Pero no solo ha sido Mario Jiménez el que ha puesto ante su espejo a Antonio Sanz. El portavoz adjunto y secretario de Comunicación Política de la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE de Andalucía, Josele Aguilar, en unas declaraciones a los medios, ha subrayado que Antonio Sanz, y el que fuera presidente del PP-A y alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido, “fueron los arietes de la trama política con falsas acusaciones y denuncias” que el entonces líder del PP-A Javier Arenas, “puso en marcha contra los gobiernos socialistas de la Junta ante su manifiesta incapacidad de vencer a los mismos en las urnas”. El socialista malagueño se refiere a Sanz como el consejero nervioso: “Sanz es el mejor ejemplo del estado de nervios en el que ha caído el PP de Andalucía al comprobar cómo las sentencias del Constitucional sobre el caso de los ERE, están desmontando su gran mentira de los últimos 15 años”. Aguilar le pide al consejero que “esté tranquilo, que muy pronto va a volver a estar en lo que mejor sabe hacer, que es estar en la oposición, en este caso en la oposición a Juan Espadas”.
Antonio Sanz nació en Jerez de la Frontera en 1968 y es un veterano en política tanto en lo orgánico como institucional. En su larga carrera, fue pieza esencial (junto a Ignacio Zoido desde la retaguardia y Javier Arenas del que fue su mano derecha) en el acoso y derribo al PSOE andaluz al convertirse en el gran azote del Gobierno de la Junta por el caso ERE.
En el partido ha ostentado cargos importantes como el de secretario general del PP andaluz. Fue hombre fuerte de Mariano Rajoy que le regaló la Delegación del Gobierno en Andalucía. Luego capitaneó en Andalucía el equipo de Sáenz de Santamaría a las primarias. Posteriormente se hizo casadista para terminar siendo feijoniano. Antes fue arenero (de Javier) y ahora bendodista.
Pero sobre todo, para los socialistas “fue el ariete de la trama política con falsas acusaciones y denuncias” que el PP de Javier Arenas “puso en marcha contra los gobiernos socialistas de la Junta ante su manifiesta incapacidad de vencer a los mismos en las urnas”. Y ahora, restablecida, la verdad, “los socialistas le tiene ganas”. Ganas de que empiece a cotizar fuera de la política y se ponga al día en esa carrera interminable que fue para él el Derecho. Ese mismo que conculcó y ayudó a vulnerar.