¿Que sabemos de la problemática territorial en los partidos de izquierda de ámbito estatal? Más allá de los líderes políticos, ¿cómo la perciben las élites de un nivel más bajo como las que ocupan cargos intermedios locales y regionales? En España, salvo contadas ocasiones, no es frecuente prestar atención al discurso de este perfil político (parlamentarios, concejales, portavoces del partido, representantes de juntas de distrito...) y sí mucho más al de las élites de un nivel más alto, que tienen más visibilidad en los medios de comunicación.

Los resultados del estudio La organización territorial española en crisis. Análisis del pensamiento político de las élites locales y regionales en los partidos de ámbito estatal de izquierda, ponen de manifiesto el interés de atender al discursos de ese tipo de élites de cara a entender mejor las problemáticas sobre el modelo territorial.

30 entrevistas cualitativas

A partir del análisis de 30 entrevistas cualitativas a élites locales y regionales del PSOE e IU realizadas en Madrid, Barcelona, Andalucía y Galicia, dicha investigación concluye, por un lado, que dentro de esos partidos existe un discurso que coincide en un modelo distinto al actual. Pero también, por otro lado, que las alternativas que prefieren van en direcciones radicalmente opuestas.

Entre las élites locales y regionales entrevistadas existe una visible problemática territorial dentro de sus partidos. Esta aflora explícitamente en sus discursos tanto al valorar el conocido gráficamente 'café para todos' como al justificar sus preferencias federalistas.

Aunque son muy claras las diferencias dentro del PSOE e IU en las cuatro comunidades analizadas, esta aparente diversidad también esconde coincidencias discursivas respecto al modelo territorial que no han sido convenientemente evaluadas en las investigaciones previas.

Un modelo territorial agotado

Respecto a las coincidencias discursivas, cabe señalar que todos los entrevistados, excepto uno del PSOE de Andalucía, coinciden en la necesidad de mejorar el actual modelo de territorial. De manera prácticamente unánime, el nuestro se presenta como un modelo agotado porque ha dado todo lo que tenía o podía dar; o como caduco porque ya no responde a las nuevas realidades sociales, políticas, económicas y territoriales. Son expresiones que sacamos de las entrevistas realizadas. Son mayoría quienes piden cambios en la Constitución y también mayoritariamente prefieren un modelo federal como alternativa para solucionar el problema del encaje de regiones. Excepto los madrileños (44,4%), en torno a un 70% del resto de entrevistados muestras claras preferencias federalistas

Aunque críticos con el modelo actual, algunos entrevistados (sobre todo del PSOE) intentan construir un discurso que les permita salvar la contradicción de criticar el mismo sistema que la propia izquierda ha contribuido a construir. Dicha alternancia (ambivalencia) de posiciones se observa al recurrir a un discurso mutable donde una valoración positiva del pasado puede ir pareja de una valoración negativa del presente.

Un número notable de citas contiene o bien comentarios positivos que incluyen algún matiz negativo (38%) o bien una combinación de comentarios positivos y negativos (16%) sobre el actual Estado de las Autonomías. Así, por un lado, es frecuente presentar al Estado Autonómico como ilusionante durante su construcción pero también, por otro lado, que ahora está encontrando sus límites; o que, aunque aquello fue lo mejor o lo único que se podía hacer para alcanzar el consenso, ha tenido efectos negativos porque las nacionalidades históricas han seguido reivindicando sus particularidades.

'Café para todos', según y cómo

Más allá de los discursos que generan cierta consistencia interna, el análisis de las entrevistas refleja las pronunciadas diferencias dentro de los PAE de izquierda en sus preferencias y propuestas de cara a mejorar el actual modelo territorial.

El origen o el referente parece situarse en la valoración del conocido gráficamente como 'café para todos. Aquí se sitúa una primera y esencial diferencia. Posteriormente, a la hora de plantear soluciones, el horizonte aparece también muy polarizado.

Tanto los andaluces del PSOE (fundamentalmente) como de IU coinciden en caracterizar el 'café para todos' como un éxito de la igualdad logrado por Andalucía tras conseguir acceder a la autonomía mediante la denominada "vía rápida".

Los madrileños (también del PSOE y de IU) tienen posiciones cercanas a los andaluces aunque con menor intensidad del discurso. Se observa que en Andalucía y en Madrid existen más diferencias dentro del PSOE en diferentes comunidades autónomas que entre PSOE e IU en una misma comunidad.

Las asimetrías las carga el diablo. O no

Las referencias a la asimetría es una 'rara avis' en el discurso de este grupo de entrevistados. Cuando lo hacen es para criticarla con expresiones como "federalismo disgregador", "excluyente" y "discriminatorio". Para ellos, la idea de simetría presupone el reconocimiento de relaciones de solidaridad mutua entre quienes formarían parte del Estado federal.

En el fondo, quienes suponen que la cuestión de la asimetría es implanteable están privilegiando el statu quo. Por ello, proponen cambios que podemos considerar “suaves” dentro del marco constitucional. Exponen la necesidad de transformar el Senado en una "verdadera cámara territorial" y especificar en la Constitución qué tiene o qué le corresponde aportar a cada comunidad y en qué puede legislar; concretar cuáles son las competencias que no se pueden transferir nunca, cuáles son las competencias que siempre se deben transferir y dejar una tercera lista de cosas que se pueden transferir.

Frente a ellos, se sitúa el grupo de quienes valoran negativamente el "café para todos". Son sobre todo entrevistados de Cataluña y algunos de Galicia. Los más críticos son los entrevistados de ICV y EUiA. También son los que muestran preferencias más claras en la afirmación del derecho de autodeterminación de todas las comunidades. Y, por lo tanto, son muy críticos al considerarlo que fue "hipotecado fraudulentamente en la Transición" y que extienden a la posterior "incomprensión" por parte de la izquierda política.

La maldición igualitaria

Para algunos entrevistados dentro de este grupo, el “café para todos” es una de las "maldiciones" del modelo autonómico. Esta idea recoge el fuerte descontento con la descentralización concediendo autogobierno a comunidades que, según este grupo de entrevistados, ni lo pedían ni estaban -están- preparadas para gestionarlo.

Aquí la foto es muy diferente. Existe una mezcolanza entre una decepción generalizada desde hace tiempo por no tener un reconocimiento diferencial de sus regiones y de sus habitantes y una más concreta y reciente que estalló con la sentencia del Tribunal Constitucional el 28 de junio de 2010 al anular partes del Estatuto de Cataluña.

Entienden que el modelo territorial debería avanzar hacia un estatus diferenciado que se concretaría en un Estado federal asimétrico con cuatro parlamentos (hablan de Cataluña, País Vasco, Galicia y, algunos, también Andalucía) y el resto de comunidades.

Dos partidos, cuatro visiones

En suma. Aunque las élites locales y regionales entrevistadas del PSOE e IU coincidan en la necesidad de mejorar el actual modelo de territorial, por el momento, no parece que exista coincidencia en lo que se quiere reformar. Dentro de esos partidos conviven dos visiones del modelo territorial. Existe un grupo de firmes partidarios de profundizar en el Estado de las Autonomías a través de una reforma constitucional en un sentido incluyente, de perfil federal, y otro con una preferencia clara hacia la asimetría o bilateralidad que exigiría superar el modelo del "café para todos" a través de un cambio radical de la Constitución hacia un pacto confederal entre algunas comunidades y el Estado (dos rasgos que han reclamado para sí los nacionalismos periféricos).

Sin embargo, una cuestión es que se existan diferentes posiciones y otra distinta que todos lo consideren como un problema. Parte de los entrevistados lo expresan con normalidad, como una expresión de la "libertad" o pluralismo ideológico característico de los partidos de izquierda que favorece que no todas las élites de todos los territorios deban compartir lo mismo, frente a modelos organizativos más centralizados como el del PP que tienden hacia una postura única. Por otra parte, los más críticos, presentan la situación como problemática. Para ellos, la inconsistencia en los mensajes es negativa por las consecuencias para su electorado y su imagen pública, debilitando el poder transformador de sus partidos. Como se observa, también aquí PSOE e IU se presentan divididos.

/Este trabajo está asociado al proyecto “Nacionalismo español: discursos y praxis desde la izquierda, 1982-2008”, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación (Ref. CSO2008-1182 CPOL)/.