Esperanza Aguirre ha recibido un homenaje en Vejer de la Frontera (Cádiz) propiciado por el compañero de partido y alcalde del municipio gaditano, José Ortiz. El acto ha tenido como excusa los orígenes familiares de su marido, Fernando Ramírez de Haro, actual conde de Bornos, por los avances tecnológicos que hace un siglo llevaron a la localidad.

Apellidos nobiliarios
Era la primera vez que el actual conde de Bornos y su esposa, Esperanza Aguirre, condesa de Bornos consorte, estaban en este pueblo gaditano declarado Conjunto Histórico Artístico. El homenaje ha sido brindado a sus antepasados Fernando María Ramírez de Haro y Patiño y Fernando Ramírez de Haro y Álvarez de Toledo.

Emoción del marido de Aguirre
Especialmente al marido de Esperanza Aguirre que, como actual conde de Bornos y en representación de todos los familiares que han acudido al acto, ha agradecido, con voz a veces entrecortada por la emoción, que los vejeriegos se hayan acordado de su bisabuelo y de su abuelo. "Les hubiera emocionado que los vecinos de este pueblo se acordasen de ellos", ha señalado el conde de Bornos, que ha querido dar el "agradecimiento más profundo" al municipio en nombre de su familia.

Selfies de la lideresa
La expresidenta del PP de Madrid y actual portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de la capital española ha seguido el homenaje entre el público, grabando con su teléfono móvil el acto, comentando con los vecinos lo mucho que le estaba gustando el pueblo -"es de los más impresionantes que yo he conocido", decía- y compartiendo con ellos anécdotas sobre los condes de Bornos homenajeados.Y ha dejado claro que hoy, a pesar de la facilidad con la que suele hacer declaraciones a los medios de comunicación, no quería hablar a la prensa, ni quitar protagonismo a su marido.. "Hoy estoy de consorte" decía.

"Hoy estoy de consorte"
El alcalde del municipio, el popular José Ortiz, ha recordado en el acto la relación de esta casa nobiliaria con el pueblo. Se inició cuando el bisabuelo del actual conde de Bornos se casó con una hija del duque de Medina Sidonia y se instaló con ella en Vejer. La pareja heredó un área cercana al pueblo con un manantial, de no mucho caudal pero con bastante pendiente, siete molinos de construcción árabe y dos molinos de viento.

Primeras fábricas de Véjer
Al conde se le ocurrió instalar una turbina de cincuenta caballos y construir un depósito en la parte más alta de este pueblo, ubicado en la cima de una colina, para llevar hasta allí el agua y distribuirla a los vecinos, con un sistema que además sirvió para llevar luz a los vecinos. El sistema sirvió también para que el conde levantara una fábrica de harina y un horno de pan que surtió a Vejer y varios pueblos colindantes.

Una calle y un placa
En la fábrica de harina, la de pan y la compañía eléctrica que bautizaron como "Electra Villariezo" llegaron a trabajar unas cuarenta familias del pueblo. La familia vendió en 1956 la compañía eléctrica por falta de rentabilidad. Y es en este edificio en el que hoy se ha descubierto una placa en recuerdo de aquellos episodios. Además cuentan con una calle que lleva su nombre desde los años ochenta.