Un millar de los agricultores convocados este martes por las organizaciones agrarias para protestar por la situación del sector hortofrutícola han cortado al tráfico durante dos horas en ambos sentidos la Autovía del Mediterráneo (A-7) a su paso por el término municipal de El Ejido (Almería).

Los manifestantes, que estaban citados a las 11.00 horas en el polígono La Redonda, frente a la comercializadora Agrupaejido, han arrojado a la vía en medio de algunos breves conatos de tensión tomates, pepinos y calabacines ante la presencia de la Guardia Civil.

Algunos de ellos han prendido fuego a pilas de cajas de plástico para generar barricadas, lo que ha obligado a la intervención de los bomberos. Los agricultores han protagonizado también una sentada que ha mantenido cortada la circulación en ambos sentidos entre los kilómetros 411 al 420, lo que está provocando retenciones en sentido Algeciras (Cádiz) de unos diez kilómetros.

Con anterioridad a que se ejecutara el corte de tráfico en la A-7, los agricultores convocados se han concentrado en el Polígono La Redonda, frente a la empresa Agrupaejido, junto a portavoces de la patronal agraria y de las asociaciones de comercializadoras.

En declaraciones a los periodistas, el secretario provincial de COAG, Andrés Góngora, ha reclamado "soluciones de estado" y ha urgido al Gobierno a tomar conciencia "de que tiene que tomar medidas contra las cadenas de supermercados, que nos están destrozando, y las importaciones de terceros países".

"Un Gobierno tiene que legislar, no intentar convencer a nadie y queremos medidas muy concretas", ha dicho Góngora, quien ha avisado de que el calendario de movilizaciones "no va a parar". Ha criticado, así, la política de "buenas palabras y hechos vacíos" del ministro Luis Planas y ha tildado de "vergüenza" el "marco de interlocución a nivel nacional" ya que "nos meten en las reuniones a quienes están siendo culpables de traer productos de terceros países".

En esta línea, ha aludido a la "singularidad" del problema de rentabilidad en el sector de las frutas y hortalizas, donde "tenemos el problema añadido de las importaciones de terceros países en manos de usureros y canallas que tenemos entremezclados en medio del sector agrario almeriense".

"Queremos que de una vez por todas la Junta nos diga los nombres de las seis empresas a las que han abierto expediente por modificar el origen de Marruecos en el etiquetado porque no puede ser que, delante de nuestras narices, esta gente que se hace pasar por agricultores almerienses y no lo son, se estén riendo de nosotros", ha asegurado.

Por último, ha concluido advirtiendo que, desde COAG, "no vamos a parar" y se va a "señalar a todos y cada uno de los que se están lucrando con el trabajo y esfuerzo de las familias del sector agrario de la provincia".

El presidenta de UPA en Almería, Francisca Iglesias, ha afirmado, en la misma línea, que no se "puede dejar caer" a un sector "motor económico" y ha remarcado que "no podemos competir con el dumping social que nos hace Marruecos con la venta de tomates por debajo del coste de producción".

"Tenemos armas pero la UE no quiere poner certificados de importación", ha indicado para urgir al Gobierno a que lo exija a Europa "porque el sector hortofrutícola es que menos subvenciones recibe pero necesita medidas de mercado que también se negocia en la Política Agraria Común (PAC) pero de las que nadie dice nada".

Iglesias ha reiterado que los agricultores "están en manos" de la distribución, "que no se somete a ninguna normativa" y en una situación "ya auténticamente insostenible". "Han dejado el mercado tan libre que ya se han escapado", ha concluido.

El portavoz de Asaja, Pascual Soler, ha asegurado que el Gobierno "da igual el signo y el partido", está "totalmente perdido" ante la crisis estructural del sector agrario y ha lamentado que en las reuniones convocadas por el ministerio "no se estén dando soluciones para corregir los problemas".

"Tenemos que proteger nuestras explotaciones. No podemos retirar las manifestaciones y tenemos que seguir luchando por el precio justo tanto para el productor como para el consumidor", ha dicho Soler, quien ha avisado de que, de seguir la inacción después de tres movilizaciones, "habrá que hacer algo gordo en Madrid".

Por último, el representante de Coexphal, Juan Antonio González, ha criticado que de la tabla de reivindicaciones acordada hace tres meses "desgraciadamente no se haya conseguido ninguna" y ha reprochado que "se estén riendo delante de los agricultores". "Con estos precios estamos abocados a ir hacía atrás y tenemos que mover ficha", ha concluido.

Pablo Iglesias apoya las protestas

El vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, ha animado a los agricultores y ganaderos a seguir "apretando" con manifestaciones y concentraciones, que están paralizando las ciudades españolas para pedir precios justos y una solución a la crisis que atraviesa el campo español.

En concreto, el presidente de Asaja, Pedro Barato, ha avanzado que en la reunión que ha tenido lugar esta tarde con las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA les ha pedido "seguir apretando" con las movilizaciones y tractoradas, ya que asegura que tienen "razón".

Iglesias ha transmitido su ánimo al sector durante la reunión en la que además de los líderes de las organizaciones agrarias han estado presentes la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el secretario general de Agricultura, Fernando Miranda.

El secretario general de UPA, Lorenzo Ramos, también ha señalado que Iglesias les ha pedido seguir "peleando" porque tienen razón en sus reivindicaciones. "Nos hemos dado cuenta de que la sociedad española ha entendido el mensaje y el Gobierno también ha visto que son reivindicaciones justas", ha apuntado.

"Tenemos razón en lo que decimos y hemos denunciado esta situación. Me llevo la sensación de que en pocos días vamos a tener una concreción de medidas en temas relacionado con la Ley de la cadena alimentaria para tener un precio justo", ha indicado.

Por su parte, el secretario general de COAG, Miguel Blanco, ha reconocido que en la reunión el vicepresidente segundo se ha hecho eco de las reivindicaciones de los agricultores y ganaderos. "Comparte su preocupación y propuestas para facilitar la adopción de medidas", ha subrayado.

Mesa de diálogo

Las organizaciones agrarias han salido "satisfechos" de la reunión de esta tarde con Trabajo aunque reiteran que siguen sin medidas concretas para presentar a los agricultores y ganaderos que están cortando las carreteras españolas, aunque se ha acordado la creación de una mesa de diálogo social con las organizaciones agrarias y en la que también estarán presentes los sindicatos agrarios para cuestiones específicas del campo.

"Que se constituya una mesa específica y profesional para las OPAs es positiva, ya que es una manera de ampliar el diálogo social y se ha abierto esta puerta", ha asegurado Blanco, que ha señalado que también es "positivo" que los temas relacionados con el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) se deriven al Ministerio de Seguridad Social.

De esta forma, también se prevé que tenga lugar una reunión interministerial donde estén presentes los Ministerios de Trabajo, Seguridad Social, Transición Ecológica, Hacienda, Consumo y Asuntos Exteriores, todos ellos con competencias que afectan al sector agrario, pero siempre con el Departamento de Agricultura como "principal interlocutor".

Por su parte, Lorenzo Ramos (UPA) ha reiterado que el sector agrario precisa un "paquete de medidas" y "plan de choque" con medidas fiscales, tarifas eléctricas, modificaciones de la seguridad social. "Si tenemos en 10 días o en una semana un documento sobre la mesa para presentar a los agricultores y ganaderos creo que habremos conseguido que la sociedad haya entendido nuestra problemática y que el Gobierno se involucre", ha señalado.

Barato (Asaja) ha reiterado que en la actualidad no tienen nada que ofrecer a los agricultores y ganaderos que se están manifestando. "Con la que tenemos montada, no tenemos nada que ofrecer más que diálogo a los que están saliendo a la calle", ha lamentado, consciente de la falta de concreción de medidas concretas para paliar los problemas del sector.