Entre las estribaciones de Sierra Morena al norte y la Sierra Sur, fluye el Guadalquivir, el viejo Betis, regando un rico y fértil valle. En su curso bajo, a 70 kilómetros del mar se asienta la milenaria ciudad de Sevilla, capital de la Comunidad Autónoma andaluza y de la provincia más extensa y poblada de Andalucía.
Los pueblos y ciudades ribereños son vivo testimonio de su pasado histórico y cultural. Sevilla ciudad emblemática de fama universal, árabe, judía y romana, también en su río, su puerto fluvial, destino privilegiado del comercio de las Indias occidentales. Sus manifestaciones artísticas y folclóricas la convierten en un privilegiado destino turístico. Es la provincia de mayor extensión del la comunidad autónoma. Limita con las provincias de Málaga y Cádiz al Sur, Huelva al Oeste, Badajoz al Norte, y Córdoba al Este. Su capital es Sevilla.
Historia
Hacia el primer milenio a.c., coincidiendo con la colonización fenicia y la cultura tartésica, se remonta el origen de la ciudad de Sevilla. Su asentamiento en la confluencia de vías fluviales y terrestres facilitaron un rápido crecimiento económico del valle y tierras colindantes.
La Colonia Julia Romula Hispalis, fundada por Julio Cesar, desarrolla una espectacular actividad mercantil. Se crean importantes asentamientos en todo el territorio, cuya monumentalidad pervive en nuestros días. Los árabes dejarán una indeleble huella cultural y monumental en estas tierras. En el siglo XVI Sevilla vive un periodo de máximo esplendor. Al puerto sevillano llegan mercaderías de toda Europa y metales preciosos del Nuevo Mundo, que contribuirán al desarrollo del occidente europeo. Con la ilustración se reactivan el comercio, la agricultura y la industria. La exposición Universal de 1992 difunde y engrandece, aún más, el nombre de Sevilla.
Paisaje
La provincia de Sevilla es un mosaico de culturas que hunden sus raíces en el más remoto pasado. La gran cuenca fluvial del Guadalquivir, Sierra Morena y las marismas del Parque Natural de Doñana, permiten ofrecer al visitante un mapa paisajístico de grandes humedales, refugio de una variada avifauna; recorrer senderos serranos de exuberante vegetación mediterránea; contemplar al toro bravo pastando en dehesas de centenarias encinas, o perderse en tierras llanas de suaves alcores donde se asientan pueblos acogedores y ciudades monumentales que son vivo testimonio de un pasado histórico de gran esplendor.
Gastronomía
Las carnes de caza, los productos derivados del cerdo que se cría en las dehesas, los arrozales de las marismas del Guadalquivir y los pescados y mariscos de la costa andaluza, constituyen la materia prima de una variada gastronomía, cuya máxima expresión es el "tapeo". En los pueblos, villas y ciudades de la geografía sevillana existe el ritual de visitar bares, tabernas y "tascas". La oferta gastronómica se completa con los potajes, guisos, dulces tradicionales y los artesanales mantecados de la comarca de Estepa.
El Aljarafe
“Tierras Altas” llamaron los árabes a esta comarca del oeste sevillano, de suelos fértiles donde predominan el olivar, las plantas herbáceas, frutales y vides. El Aljarafe es rico en tradiciones, cultura, historia y arte. Los túmulos megalíticos de la Pastora, Matarubilla y Ontiveras, se remontan a la Edad del Cobre. De su pasado árabe encontramos huellas en pórticos y ventanas, alquerías, ermitas, iglesias de estilo mudéjar, zócalos y azulejos. El Palacio de Hernán Cortés en Castilleja de la Cuesta y la residencia del Conde Duque de Olivares, en el municipio de Olivares, son joyas de la arquitectura del Aljarafe.
En esta comarca se pueden visitar también las localidades de: Bollullos de la Mitación, San Juan de Aznalfarache, Santiponce, Tomares, Villanueva del Ariscal, Bormujos, Camas, Espartinas, La Puebla de Cazalla y muchos más municipios.
Campiña
La Campiña sevillana ha visto desfilar por su planicie antiguas civilizaciones, que han dejado numerosos vestigios de su presencia. El cultivo del olivar, los cereales y los productos de sus fértiles huertas aportan la materia prima de una variada oferta gastronómica, en la que destacan los artesanales mantecados de Estepa, en toda su variedad de sabores.
La “Ruta Bética-Romana”, que se inicia en Itálica y cruza los territorios de la antigua Vía Augusta, está jalonada de pueblos y ciudades monumentales de importante patrimonio artístico; yacimientos arqueológicos de la época romana en Itálica, bellas iglesias, fortalezas y castillos en Alcalá de Guadaira, minaretes, museos en Marchena y edificios de porte barroco en Carmona y Osuna, que hacen de la Campiña una visita obligada
La Marisma/Bajo Guadalquivir
Doñana, declarada Reserva de la Biosfera, de gran riqueza agrícola, forestal y cinegética, sorprende por el ecosistema de las marismas, poblado por una variadísima avifauna y por sus posibilidades para la práctica de un turismo ecológico: rutas a caballo, cicloturismo, paseos en globo, senderismo... La zona más meridional de la comarca, el Bajo Guadalquivir, de importantes cultivos de regadío y extensos arrozales, disfruta de fama internacional gracias al prestigio alcanzado en la cría y doma de sus caballos. Aznalcázar, Coria del Río, El Cuervo, Gelves, Isla Mayor, Los Palacios y Villafranca, La Puebla del Río, Las Cabezas de San Juan y Lebríja son algunos de los municipios que conforman esta comarca sevillana.
Vega del Guadalquivir
Las riberas de la Vega, de tierras fértiles y sorprendente paisaje urbano, con hermosas casas solariegas y una población de fuerte personalidad, amistosa y sociable, permiten al viajero visitas arqueológicas de antiguas culturas, así como practicar todo tipo de actividades al aire libre en los márgenes del río, gracias al frescor de arroyos y pantanos. Esta comarca comprende, entre otros, los municipios de Alcalá y Alcolea del Río, Cantillana, La Puebla de los Infantes, Lora del Río, San José de la Rinconada, Tocina y Villaverde del Río.
Sevilla y entorno
Sevilla, capital de la provincia y de Andalucía, es una ciudad universal, enclavada en el Bajo Guadalquivir, hasta donde éste es navegable. En sus tierras se han asentado romanos, visigodos, musulmanes y cristianos a lo largo de los siglos, por lo que la riqueza de su patrimonio es sólo igualable a su extensión.
En definitiva, Sevilla representa la más pura esencia andaluza, su cultura, sus monumentos, hacen de ella una de las ciudades más bellas y singulares que el viajero puede contemplar, transportándolo al volver cada esquina, al recuerdo de una época gloriosa. Además, la gastronomía sevillana es un reflejo de toda su historia, destacando platos como el menudo, la ternera a la sevillana, las espinacas con garbanzos, y de postre, las tortas de aceite.
Los pueblos y ciudades ribereños son vivo testimonio de su pasado histórico y cultural. Sevilla ciudad emblemática de fama universal, árabe, judía y romana, también en su río, su puerto fluvial, destino privilegiado del comercio de las Indias occidentales. Sus manifestaciones artísticas y folclóricas la convierten en un privilegiado destino turístico. Es la provincia de mayor extensión del la comunidad autónoma. Limita con las provincias de Málaga y Cádiz al Sur, Huelva al Oeste, Badajoz al Norte, y Córdoba al Este. Su capital es Sevilla.
Historia
Hacia el primer milenio a.c., coincidiendo con la colonización fenicia y la cultura tartésica, se remonta el origen de la ciudad de Sevilla. Su asentamiento en la confluencia de vías fluviales y terrestres facilitaron un rápido crecimiento económico del valle y tierras colindantes.
La Colonia Julia Romula Hispalis, fundada por Julio Cesar, desarrolla una espectacular actividad mercantil. Se crean importantes asentamientos en todo el territorio, cuya monumentalidad pervive en nuestros días. Los árabes dejarán una indeleble huella cultural y monumental en estas tierras. En el siglo XVI Sevilla vive un periodo de máximo esplendor. Al puerto sevillano llegan mercaderías de toda Europa y metales preciosos del Nuevo Mundo, que contribuirán al desarrollo del occidente europeo. Con la ilustración se reactivan el comercio, la agricultura y la industria. La exposición Universal de 1992 difunde y engrandece, aún más, el nombre de Sevilla.
Paisaje
La provincia de Sevilla es un mosaico de culturas que hunden sus raíces en el más remoto pasado. La gran cuenca fluvial del Guadalquivir, Sierra Morena y las marismas del Parque Natural de Doñana, permiten ofrecer al visitante un mapa paisajístico de grandes humedales, refugio de una variada avifauna; recorrer senderos serranos de exuberante vegetación mediterránea; contemplar al toro bravo pastando en dehesas de centenarias encinas, o perderse en tierras llanas de suaves alcores donde se asientan pueblos acogedores y ciudades monumentales que son vivo testimonio de un pasado histórico de gran esplendor.
Gastronomía
Las carnes de caza, los productos derivados del cerdo que se cría en las dehesas, los arrozales de las marismas del Guadalquivir y los pescados y mariscos de la costa andaluza, constituyen la materia prima de una variada gastronomía, cuya máxima expresión es el "tapeo". En los pueblos, villas y ciudades de la geografía sevillana existe el ritual de visitar bares, tabernas y "tascas". La oferta gastronómica se completa con los potajes, guisos, dulces tradicionales y los artesanales mantecados de la comarca de Estepa.
El Aljarafe
“Tierras Altas” llamaron los árabes a esta comarca del oeste sevillano, de suelos fértiles donde predominan el olivar, las plantas herbáceas, frutales y vides. El Aljarafe es rico en tradiciones, cultura, historia y arte. Los túmulos megalíticos de la Pastora, Matarubilla y Ontiveras, se remontan a la Edad del Cobre. De su pasado árabe encontramos huellas en pórticos y ventanas, alquerías, ermitas, iglesias de estilo mudéjar, zócalos y azulejos. El Palacio de Hernán Cortés en Castilleja de la Cuesta y la residencia del Conde Duque de Olivares, en el municipio de Olivares, son joyas de la arquitectura del Aljarafe.
En esta comarca se pueden visitar también las localidades de: Bollullos de la Mitación, San Juan de Aznalfarache, Santiponce, Tomares, Villanueva del Ariscal, Bormujos, Camas, Espartinas, La Puebla de Cazalla y muchos más municipios.
Campiña
La Campiña sevillana ha visto desfilar por su planicie antiguas civilizaciones, que han dejado numerosos vestigios de su presencia. El cultivo del olivar, los cereales y los productos de sus fértiles huertas aportan la materia prima de una variada oferta gastronómica, en la que destacan los artesanales mantecados de Estepa, en toda su variedad de sabores.
La “Ruta Bética-Romana”, que se inicia en Itálica y cruza los territorios de la antigua Vía Augusta, está jalonada de pueblos y ciudades monumentales de importante patrimonio artístico; yacimientos arqueológicos de la época romana en Itálica, bellas iglesias, fortalezas y castillos en Alcalá de Guadaira, minaretes, museos en Marchena y edificios de porte barroco en Carmona y Osuna, que hacen de la Campiña una visita obligada
La Marisma/Bajo Guadalquivir
Doñana, declarada Reserva de la Biosfera, de gran riqueza agrícola, forestal y cinegética, sorprende por el ecosistema de las marismas, poblado por una variadísima avifauna y por sus posibilidades para la práctica de un turismo ecológico: rutas a caballo, cicloturismo, paseos en globo, senderismo... La zona más meridional de la comarca, el Bajo Guadalquivir, de importantes cultivos de regadío y extensos arrozales, disfruta de fama internacional gracias al prestigio alcanzado en la cría y doma de sus caballos. Aznalcázar, Coria del Río, El Cuervo, Gelves, Isla Mayor, Los Palacios y Villafranca, La Puebla del Río, Las Cabezas de San Juan y Lebríja son algunos de los municipios que conforman esta comarca sevillana.
Vega del Guadalquivir
Las riberas de la Vega, de tierras fértiles y sorprendente paisaje urbano, con hermosas casas solariegas y una población de fuerte personalidad, amistosa y sociable, permiten al viajero visitas arqueológicas de antiguas culturas, así como practicar todo tipo de actividades al aire libre en los márgenes del río, gracias al frescor de arroyos y pantanos. Esta comarca comprende, entre otros, los municipios de Alcalá y Alcolea del Río, Cantillana, La Puebla de los Infantes, Lora del Río, San José de la Rinconada, Tocina y Villaverde del Río.
Sevilla y entorno
Sevilla, capital de la provincia y de Andalucía, es una ciudad universal, enclavada en el Bajo Guadalquivir, hasta donde éste es navegable. En sus tierras se han asentado romanos, visigodos, musulmanes y cristianos a lo largo de los siglos, por lo que la riqueza de su patrimonio es sólo igualable a su extensión.
En definitiva, Sevilla representa la más pura esencia andaluza, su cultura, sus monumentos, hacen de ella una de las ciudades más bellas y singulares que el viajero puede contemplar, transportándolo al volver cada esquina, al recuerdo de una época gloriosa. Además, la gastronomía sevillana es un reflejo de toda su historia, destacando platos como el menudo, la ternera a la sevillana, las espinacas con garbanzos, y de postre, las tortas de aceite.