Mientras el cauteloso presidente de la Junta eludía cualquier reproche explícito a Donald Trump limitándose a calificar de “lamentable” el asalto al Capitolio y a mostrar su confianza en que se recupere pronto “la normalidad”, el vicesecretario general del PP andaluz, Toni Martín, iba mucho más lejos, pero no contra el todavía presidente norteamericano, sino contra la expresidenta andaluza y líder de la oposición, la socialista Susana Díaz.

Tras conocerse que cientos de personas habían entrado a la fuerza en el Congreso de Estados Unidos alentadas por Trump, Susana Díaz publicó este mensaje en su cuenta oficial de Twitter, similar a los que anoche difundían numerosos mandatarios europeos y del resto del mundo: 

"Lo que está ocurriendo en Washington es muy grave, y es consecuencia de discursos agresivos, xenófobos e intolerantes que solo buscan romper instituciones y consensos democráticos. Confío en el pronto restablecimiento de la normalidad y en un tiempo nuevo con Joe Biden".

El mensaje de Díaz encontraba una hora después esta réplica del número tres del PP andaluz, el vicesecretario Toni Martín:

"Desde luego hay que tener dureza facial para poner ese tuit, señora Díaz. Los andaluces no olvidamos lo que intentó provocar usted aquella tarde, igual se refiere a esto".

Esto era el enlace a la versión publicaba por el diario El Mundo de la convocatoria feminista ante el Parlamento andaluz el 15 de enero de 2019, día de la sesión que investiría a Juan Manuel Moreno presidente de la Junta tras alcanzar su partido acuerdo un con Vox.

¿Manifestación legítima o escrache?

Apoyada por sindicatos, decenas de colectivos feministas, Adelante Andalucía y el PSOE, que fletó autobuses desde distintas provincias, la concentración era una más de las que ese día se convocaron en toda España con ese mismo lema, pero el hecho de que tuviera lugar ante el Parlamento el día en que Andalucía estrenaba su primer presidente conservador fue interpretado por el PP, Cs y Vox como "un escrache" contra las instituciones democráticas.

En concreto, la concentración de esa mañana ante el Parlamento y el resto de las celebradas por la tarde en Sevilla y en muchas otras ciudades tenían como objetivo explícito denunciar las propuestas de Vox en políticas de igualdad y de violencia de género. El PP dijo entonces que no asumirá ninguna de las propuestas regresivas de la ultraderecha en esta materia, aunque finalmente no está siendo así. 

La movilización fue impulsada por la Coordinadora Feminismo Andaluz Autónomo y en ella participaron miembros de CCOO y UGT y dirigentes socialistas como las consejeras en funciones Sonia Gaya y Rosa Aguilar o la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, entre otros.

Susana Díaz no estuvo presente en la concentración ante la cámara autonómica, que por lo demás se desarrolló pacíficamente y cuyos participantes en ningún momento pusieron en duda la legitimidad de los resultados arrojados por las urnas un mes y medio antes. 

En privado, dirigentes socialistas andaluces mostraron su incomodidad por haber secundado su partido una movilización no solo a las puertas del Parlamento, sino coincidiendo con la sesión de investidura.

La airada reacción de Toni Martín a la condena de Susana Díaz de lo que estaba sucediendo en Washington seguía la línea marcada por la dirección nacional del PP. Su secretario general, Teodoro García Egea, escribía en Twitter:

"Condenamos el asalto al Capitolio, como todo ataque jaleado en España por el populismo. Los que rodearon el Congreso en 2016 y lanzaban piedras a diputados y los que se manifestaron ante el Parlamento Andaluz en 2019 contra la alternancia política: los radicales que hoy gobiernan".