“No nos vamos a conformar con que el carguen el muerto en solitario al gerente de Promálaga. Hay responsabilidades políticas, hay incompatibilidad, hay conflicto de intereses y, por tanto, es hora de que la concejala de Cultura y el alcalde de la ciudad dejen de mentir, den la cara y la concejala sea cesada en sus funciones”, así se ha expresado Toni Morillas, portavoz adjunta del grupo Con Málaga, tras pedir la dimisión de la concejala de Cultura, Mariana Pineda, por lo que califican desde la formación de “Algo que huele muy mal en este caso ya que el PP eludió los controles sobre la contratación pública”. Se trata de caso de un contrato de patrocinio por valor de 100.000 euros a una empresa de la que era directora hace escasamente un año, la propia concejala de Cultura.

Morillas, ha solicitado la dimisión de la concejala de Cultura, Mariana Pineda, porque en su opinión, Pineda “ha incurrido en un hecho de incompatibilidad manifiesta al adjudicar el área que dirige, con una participación directa en la encomienda de gestión a la empresa municipal Promálaga, un contrato de patrocinio por valor de 100.000 euros a la empresa Fundación Contemporánea, de la que era directora hace escasamente un año, justo antes de asumir su acta como edil”.

Mintieron el alcalde y la concejala de Cultura

La portavoz municipal relata que “hemos conocido a través de un tuit que el propio área de Cultura del Ayuntamiento de Málaga reconocía haber patrocinado el evento de la empresa de la que fuera directora la actual concejala de Cultura. Queda demostrado que Pineda y el alcalde, Francisco de la Torre (PP), han mentido a la ciudadanía cuando dijeron que no había ningún un tipo de vínculo, que no había habido ningún tipo de participación ni del área de Cultura ni de la concejala responsable en el procedimiento de adjudicación del patrocinio a la Fundación Contemporánea”.

Colgar el muerto al gerente”

Morillas califica los hechos de “absoluta gravedad” y sostiene que “desde el equipo de gobierno le quieren colgar el muerto al gerente de Promálaga, que ha sido el que ha adjudicado el contrato, pero la pregunta que nos hacemos es quién dio la orden. Hay dos posibilidades: que venga directamente de Alcaldía o desde la concejala de Cultura. Con los datos que tenemos hoy, parece evidente que en el momento en el que Cultura asume y reconoce que ha organizado el evento, ha sido el área de Cultura quien ha encomendado este este servicio. Por tanto, estamos ante un conflicto de intereses y ante una situación de incompatibilidad de manual. No caben ya medias tintas. El alcalde tiene que dar la cara y tiene que haber asunción de responsabilidades políticas”.

“No nos vamos a conformar con que el carguen el muerto en solitario al gerente de Promálaga. Hay responsabilidades políticas, hay incompatibilidad, hay conflicto de intereses y, por tanto, es hora de que la concejala de Cultura y el alcalde de la ciudad dejen de mentir, den la cara y la concejala sea cesada en sus funciones”, demanda Morillas.

La portavoz adjunta de la coalición de izquierdas desvela que ha presentado en los últimos días “hasta diez escritos dirigidos a Alcaldía y a la empresa municipal Promálaga exigiendo transparencia y conocer no sólo quién adjudicó el contrato, extremo que ya lo hemos conocido, sino todos los detalles que lo rodean. Así como conocer el contrato, ya que seguimos sin poder tener acceso a él, a pesar de que se han dilapidado 100.000 euros de recursos públicos. Es insólito, que después de haber presentado diez escritos no se nos haya dado ninguna respuesta”.

Morillas explica que “la ley de contratación pública es clara, tiene que haber publicidad y transparencia en la contratación pública, por eso exigimos a través de una iniciativa que haya una auditoría una fiscalización extraordinaria por parte del Consejo Consultivo de Andalucía, de manera que podamos conocer todo, absolutamente todo, lo que hay detrás de este polémico contrato de patrocinio y del resto de contratos”.

El concejal portavoz de Con Málaga, Nico Sguiglia, sostiene que “algo huele muy mal en este caso. Hay una falta de ética absoluta cuando el Partido Popular lo que ha hecho es eludir los controles sobre la contratación pública para poder adjudicar a dedo recursos públicos a la empresa de la que fuera directora la actual concejala de Cultura”.