Este miércoles Andalucía occidental vivió episodios de gran estupor con la llegada de un temporal de consecuencias inesperadas. La lluvia que desde la mañana castigaba a Sevilla y Huelva dejó cientos de imágenes y vídeos que sirven como advertencia de la alta exposición de la ciudadanía ante las inclemencias del tiempo. Y, asimismo, también sirve como recordatario para los ciudadanos que, en estos momentos de caos, la ultraderecha siempre trata de eludir responsabilidades y sacar 'tajada' política.

No tardó en llegar. La diputada andaluza y portavoz de Vox, Pepa Millán, escribió un post en X a las 17:24 del pasado miércoles donde criticaba la "poca preparación" de las ciudades, concretamente la de Sevilla, pues citaba un vídeo de ella, ante el temporal: "Carreteras, hospitales y aparcamientos inundados", escribía la duputada. "Parece que no se aprende, o no se quiere aprender. ¿Dónde está el dinero que pagamos con nuestros impuestos?", se preguntaba.

No obstante, el comentario no tardó en viralizarse por lo absurdo del mismo puesto que su partido, Vox, ha pactado los presupuestos con el alcalde de la localidad, José Luis Sanz, dándole prioridad a oficinas antiocupas y antiaborto antes que a la gestión de la propia ciudad, tal y como apuntaba Millán.

En un día en el que se cumplía un año de la Dana que propició una pesadilla en Valencia y que costó 237 vidas por la negligencia en el Gobierno del presidente de la comunidad, Carlos Mazón (PP) - al que también Vox ha aprobado nuevos presupuestos-, Millán quiso hacer populismo barato con el conato de tragedia que se vivió en la capital andaluza en el día de ayer. De hecho, llama la atención que la diputada de la ultraderecha se muestre preocupada por estos asuntos, dado que su partido votó el pasado noviembre, hace casi un año, contra el Decreto de ayuda para los afectados por la Dana que impulsó el Gobierno central.

Presupuestos para 2025 en Sevilla

A comienzos de año, PP y Vox rubricaban en Sevilla la firma para la aprobación de los presupuestos para la ciudad, tras meses de negociaciones, y tras aceptar el partido de José Luis Sanz 14 de las 20 enmiendas que los ultras habían hecho al proyecto popular. Entre las enmiendas que el PP aceptó se encontraban, entre otras medidas, la de detraer financiación a colectivos vulnerables, a partidas destinadas a fomentar la igualdad y para financiar asociaciones antiabortistas. Además, durante este 2025, se han inagurado en Sevilla dos "chiringuitos" para la ultraderecha, una oficina antiabortista y una oficina antiocupación.

La Oficina de Atención a la Maternidad, nombre oficial del cento que el Consistorio ha otorgado a Vox, abrió sus puertas después de la Feria de abril. La Asociación está presidida por María Pastor, una excandidata al Senado por Vox y militante de esta organización política. En la inauguración, la portavoz municipal de la formación, Cristina Peláez, explicó que "ante la publicidad" del aborto, la apertura de esta nueva oficina venía a "promover" la cultura de la vida". Una oficina que cuenta con un presupuesto de 165.000 euros, de los cuales hasta 50.000 euros están destinados al sueldo de su presidenta.

Asimismo, ante la llegada del verano, en pleno julio, el Ayuntamiento inauguraba otra de las demandas que los ultras habían realizado al primer edil popular, Sanz, para aprobar las cuentas para 2025: una oficina antiocupación, llamada, eso sí: Oficina de Asesoramiento en materia de Vivienda y Ocupación. Entre las principales funciones están: "el análisis y evaluación del riesgo de ocupación, la prestación de un asesoramiento efectivo a la ciudadanía en materia de protección de vivienda y frente a la ocupación ilegal, elaborar un informe sobre la situación actual de Sevilla, o presionar para tratar de acelerar trámites jurídicos en la medida de sus posibilidades".

Una "oficina" que, además, entronca con las propias oficinas antiocupación que dispuso la Junta de Andalucía en el año 2021, también fruto de un acuerdo con Vox, en las ocho provincias andaluzas, y que, en 2024, tan solo había recibido unas 10.000 llamadas telefónicas, sin esto significar que fueran advertencias por "ocupaciones".