La Sierra de Cádiz es una de las seis comarcas en las que se divide la provincia de Cádiz. Casi una veintena de pequeños pueblos con un encanto especial e integrantes de la Andalucía rural. Son modestos enclaves que buscan salir de una situación económica débil por la despoblación del mundo rural a través de su oferta turística y nuevas alternativas. Son poblaciones con un alto índice de población de mayores y, por tanto, segmentos sociales de alto riesgo por la Covid. Pueblos que, en algún caso, tienen comunicaciones complejas.
Desde que comenzó la campaña de vacunación de la pandemia, muchos de sus alcaldes vieron como esta población tenía que soportar serias adversidades para su administración. Tengamos en cuenta que son ancianos, que por miedo al contagio -que en su caso tendría serias posibilidades de ser letal- llevan casi un año prácticamente confinados en su casa y con restricciones severas a la movilidad autoimpuestas.
Tras un año confinados en sus casas ahora tienen que desplazarse a 30 kilómetros
A mediados del pasado mes de febrero algunos alcaldes dieron su voz de alarma alertando de la grave e injusta situación en la que se hallaban los mayores de esta comarca en relación a la vacuna. El primero que protestó fue el regidor de Zahara de la Sierra, Santiago Galván, revelando que algunos de sus vecinos habían sido contactados por el área de Salud de la Junta de Andalucía para que fueran a vacunarse a Olvera, un municipio distante de Zahara más de 30 kilómetros. Un viaje de más de media hora por la dificultad de la carretera que, además de esta incomodidad para los mayores, obligaría a ir acompañado en el vehículo con los riesgos de contagio que conlleva. En muchos casos hablamos de mayores octogenarios o con más de 90 años con patologías complejas y algunos incluso postrados en la cama desde hace años.
Ante la exigencia de explicaciones y de rectificación al Servicio Andaluz de Salud de Galván, la respuesta no satisfizo. Las opciones para este colectivo de mayores es o aplazar la vacunación o arriesgarse, o susto o muerte. Desde la Junta de Andalucía se contestó que estos mayores podrían, en caso de no acudir, vacunarse más adelante con otros grupos. Inmediatamente el regidor pide una rectificación al SAS, que solo ofrece esa posibilidad o esperar sin fecha determinada para ser vacunado con otro grupo.
Protestas en Cádiz ante el Viceconsejero Marín
Pero como la solución no se arregla ni los alcaldes de la comarca atisban visos de solución, la indignación ha ido in crescendo y explosionó esta semana con una protesta de un grupo de regidores de la zona ante el Viceconsejero de la Junta de Andalucía, Juan Marín, durante su visita oficial a Cádiz. Los alcaldes que enarbolaron la protesta han sido lo de El Bosque, Torre Alháquime, El Gastor, Benamahoma, Zahara de la Sierra, Villaluenga del Rosario, San José del Valle y las entidades menores de Jerez concentrándose ante la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía en de la capital gaditana.
Las reivindicaciones han sido claras y simples como que la Junta de Andalucía rectifique esta forma de vacunación que penaliza a sus mayores así como que estos ancianos de los municipios más pequeños puedan vacunarse en sus propias localidades y, de esa forma, eximirlos de un viaje peligroso y molesto para esas edades.
Desde una grúa a viajes en taxis para vacunarse los mayores de 90 años
En esa concentración y tras declaraciones a los medios de los alcaldes convocados, se dieron a conocer casos tan graves como el de una mujer de 91 años que lleva sin salir de casa en Zahara tres años, y a la que han tenido que sacar en grúa. Esta mujer, a la vuelta de la vacunación de Olvera se sintió muy indispuesta, vomitó en distintas ocasiones y, lo peor, se está planteando no ir a que le administren la segunda dosis tras la penosa experiencia sufrida. En otros casos los alcaldes tienen que atender a personas que les llegan llorando o con problemas de visión y que no tiene más solución que arriesgarse y contratar un taxi para ir a vacunar con lo de sobre coste para economías muy modestas implica. Como ejemplo del desastre se expone el caso de un matrimonio también mayor, al que al marido lo mandaron vacunar en un pueblo y a ella en otro.
Por su parte la alcaldesa de El Bosque, Pilar García, explicó como tanto en su municipio como en otros cercanos, los mayores tiene que hacer desplazamientos a veces de 20 kilómetros para vacunarse. Esto ha provocado que a día de ayer, 4 de marzo un 50% de los mayores no hay sido vacunado.
“Desastre” y “pésima gestión” de la Junta de Andalucía
Los alcaldes piden una rectificación de este método de vacunación y que la Junta mande unidades para hacerlo posible in situ. Además se quejan exponiendo el caso de que a pocos kilómetros, en municipios cercanos y conlindantes de la provincia de Málaga (localidades también pequeñas, rurales y de sierra) desde el inicio de la campaña de vacunación, se ha procedido a la administración del fármaco en la propia localidad. Ante ello, indignados, los primeros ediles califican con términos de “desastre” y de “pésima” gestión la campaña desde la Junta de Andalucía en Cádiz.