Uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos como sociedad en el futuro lo constituye el cambio climático. Si no logramos revertir la tendencia en los próximos años, su impacto será extremadamente grave e irreversible. Y dentro de los elementos esenciales para combatirlo se encuentran el desarrollo de las energías renovables, fundamentalmente la energía solar y eólica.

Andalucía es la región española donde el sol brilla más días del año, con zonas que superan las 3.000 horas anuales. Ello puede suponer una oportunidad para nuestra región desde el punto de vista económico y del empleo. Reduciendo además nuestra dependencia energética del exterior y abaratando el coste de generación de la electricidad, lo que bajaría la factura de los hogares y mejoraría la competitividad de las empresas. Pero con Moreno Bonilla, cualquier oportunidad para Andalucía termina convirtiéndose en un problema.

El futuro de las energías renovables ha provocado que cientos de empresas hayan mostrado su interés por instalar grandes parques solares en nuestra tierra. La mayor parte de estas autorizaciones están en manos de la Junta, dado que se tratan de instalaciones con una potencia de 50 MW o menor. Pero actualmente se está desbordado la tramitación de este tipo de parques solares fotovoltaicos.

En 2020 se implantaron 14 nuevas centrales fotovoltaicas en Andalucía, todas de más de 10 MW de potencia, pero a comienzos de 2021 ya había más de 300 proyectos de grandes parques solares fotovoltaicos en tramitación o pendientes de inicio, esto supondría una superficie de 52.000 hectáreas, 520 kilómetros cuadrados. ¡Una auténtica barbaridad! Pero una cifra que ya se ha quedado corta, porque actualmente serían 650 las solicitudes en trámite.

Es fundamental desinflar esta burbuja que alcanza de lleno a Andalucía, donde fondos extranjeros de inversión y grandes compañías petrolíferas están promocionando estos gigantescos campos solares, al amparo de la histórica reducción de los costes de generación de esta energía. ¿Y qué hace Moreno Bonilla ante todo esto? Nada.

Estos megaparques afectarían a decenas de miles de hectáreas del campo andaluz, perjudicando seriamente a nuestra agricultura. Los ecologistas ya han dado la voz de alarma, consideran que se está fomentando una burbuja de grandes extensiones solares en tierras de secano, más baratas y con tintes especulativos, en lugar de priorizar las pequeñas instalaciones de energías renovables y las inversiones locales. ¿Y qué hace Moreno Bonilla ante todo esto? Nada

Además, estas enormes instalaciones supondrían una transformación sin precedentes del paisaje y del campo y un perjuicio medioambiental enorme y de imposible reparación. Poniendo en riesgo también el futuro de numerosas aves esteparias, algunas de ellas amenazadas y protegidas. ¿Y qué hace Moreno Bonilla ante todo esto? Nada.

En la provincia de Málaga, alcaldes y alcaldesas de las comarcas del Valle del Guadalhorce y Sierra de las Nieves ya han empezado con las movilizaciones en contra de dichas instalaciones; pero es un problema que irá a más, puesto que afecta a numerosas zonas de la práctica totalidad de provincias andaluzas.

Sr. Moreno Bonilla, estamos hablando de una inversión multimillonaria para Andalucía, pero si no adopta las medidas necesarias estaremos ante un problema sin precedentes. Las energías verdes no pueden ser un problema, sino una oportunidad para nuestra tierra. Debe tomarse en serio la cuestión, de forma inmediata, legislando y buscando soluciones.

Urge que adopte medidas para limitar el número de grandes instalaciones, ordenando dichos parques, priorizando unos e impidiendo otros, con criterios definidos, claros y vinculantes para priorizar las ubicaciones. Y si es necesario, proponer una moratoria hasta definir claramente cómo se plantea el futuro de los megaparques solares y eólicos en Andalucía.

Sr. Moreno Bonilla, ¿Por qué no se contrata más personal para analizar mejor los proyectos? ¿Por qué no plantea una moratoria ante la avalancha de proyectos que se está presentando para estudiarlos a conciencia? ¿Por qué no determinan lugares concretos donde la ubicación de estos megaparques sea posible? ¿Por qué no coordina las decisiones con los alcaldes, en consenso con el territorio? ¿Por qué no pone un poco de orden ante todo este problema? Su dejadez e inoperancia puede crear un problema muy importante para nuestra tierra. Así, no vamos bien. Renovables sí, pero con cabeza.

Miguel Ángel Heredia Díaz
Senador del PSOE por Málaga