En el Estrecho de Gibraltar hay identificadas 39 orcas que se dividen en cinco grupos sociales, cuentan con una estructura social basada en matriarcados, y con capaces de aprovechar las técnicas de pesca de la zona para cazar los atunes que tanto les gustan. Son algunos de los datos de un estudio científico que acaba de publicarse en una revista especializada. Los estudios, desarrollados desde 1999, señalan que la interacción con la pesca del palangre y la caza del atún define la estructura familiar de los cinco grupos de orcas del sur peninsular, tal y como Circe (Conservación, Información y Estudios sobre Cetáceos) ha publicado en la revista científica 'Behavioral Ecology and Sociobiology'. En este estudio han participado la Fundación Loro Parque y la Fundación Biodiversidad. Según la web especializada orcasbellezasasesinas.com, la mayoría de las diferentes especies de orcas poseen una estructura social matriarcal, es decir que una hembra adulta y madre, es la que domina a todos los individuos de un grupo, o en ocasiones son varias hembras. Los denominadas ballenas asesinas se hacen un rango social para sí mismas y establecen sus dominios golpeando el agua con su cola, golpéandose, mordiendo a otros individuos, también mediante diversos gestos, posturas y hasta incluso emitiendo una serie variada de sonidos. También destacan en el mundo de los cetáceos por ser excelente cazadores, porque emplean estrategias y técnicas muy elaboradas para cazar a otras especies de cetáceos o mamíferos marinos. PERSEGUIR AL ATÚN HASTA AGOTARLO Los estudios desarrollados por Circe desde 1999, y en los que han participado la Fundación Biodiversidad y la Fundación Loro Parque, señalan que estas familias presentan diferencias sociales y de comportamiento. Estos grupos de orcas tienen dos técnicas de caza para capturar a su principal presa, el atún rojo. Por un lado la de perseguir los túnidos hasta extenuarlos, técnica que se ha visto en los cinco grupos; por otro lado, la interacción de dos de esos grupos con la pesca del palangre en el Estrecho que se desarrolla entre julio y septiembre desde 1995. Según ha indicado, esto viene a destacar la "gran capacidad de adaptación" de las orcas, que han sido capaces de adaptarse a los diferentes niveles de stock de atún rojo que ha habido en la última década, así como a la nueva forma de pesca de atún (palangre con piedra) que se viene desarrollando desde 1995. SECRETOS DE FAMILIA Los datos obtenidos en este estudio sugieren que este nuevo comportamiento puede haber sido adquirido por aprendizaje social, ya que solo los individuos pertenecientes a dos familias conocen como interaccionar con el palangre. Ha apuntado que está demostrado que en el año 1999 las dos familias o grupos sociales que interaccionan con los pescadores formaban uno solo, y tras el nacimiento y supervivencia de varias crías, se dividieron en dos grupos, que con el paso de los años han continuado con la tradición de interaccionar con los pescadores, tanto españoles como marroquíes que se dedican al atún en la zona de la baja de pescadores. Estos cinco grupos independientes, a su vez, interaccionan entre ellos a la hora de reproducirse, siendo los machos, por lo general, los que interaccionan con hembras de otros grupos, si bien las crías, independientemente del sexo, continúan en el grupo de la madre durante toda su vida.