El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Lucena (Córdoba) ha acordado el sobreseimiento por segunda vez del caso del burro de cuatro meses que falleció en el Belén Viviente de la citada localidad cordobesa en diciembre de 2014, tras ser supuestamente golpeado por un hombre, después de que considerar que no hay indicios de delito. La decisión ha sido recurrida.Los hechos ocurrieron en la Navidad de 2014. Agentes de la Policía Nacional detenían al hombre de 38 años y cerca de 150 kilos de peso que la semana anterior se había montado en una cría de asno de pocos meses de edad que se encontraba en el Belén que el Ayuntamiento de Lucena tenía instalado en la Plaza Nueva y que posteriormente falleció debido a las lesiones internas que le ocasionó el jinete. La Policía lo detuvo como presunto autor de un delito de maltrato animal. Horas después, el juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la localidad acordaba dejarlo en libertad con cargos.La investigación se inició a raíz de una denuncia de la Asociación de Defensa del Borrico (Adebo) y el Círculo Animalista de Podemos Lucena, según la cual, el burro, de unos cinco meses de edad, "fue literalmente reventado por un individuo, cuya fotografía circula a través de los teléfonos móviles por todo el pueblo a modo de hazaña".Según la denuncia, "el individuo, sin que hubiera Policía Local que le prohibiera el acceso, cruzó la valla, zarandeó a Platero -nombre del animal-, hasta que 'a galope' posó orgulloso sus casi 150 kilos de peso sobre su frágil cuerpo de algodón, como diría Juan Ramón Jiménez, hiriéndolo de muerte", informaron entonces fuentes municipales.LA CAUSA DE LA MUERTEEl sobreseimiento decidido ahora por la juez ha sido confirmado a Europa Press fuentes del caso, que han apuntado que la asociación 'El Refugio del Burrito' ha recurrido la decisión al entender que "existe un delito de maltrato animal" y después de que "un testigo cambió su declaración", tras inicialmente "decir que había visto al hombre golpear al burro", según las fuentes.Según ha adelantado 'El Día de Córdoba', la magistrada indica en su auto que "no se acredita ninguna acción agresiva por parte del denunciado, ni desatención por parte de la administración que sea digna de reproche penal". Además, en el auto se detalla que "aun en el supuesto de que se entendiese que sí se ha justificado una conducta agresiva, no se ha determinado cuál fue la causa real del fallecimiento del animal, por lo que no se ha acreditado el nexo de causalidad que debe existir para que exista el tipo penal investigado".Igualmente, señala que los informes veterinarios no son concluyentes respecto a si la muerte del animal fue causada por una agresión y no toma en consideración dos de los informes presentados por expertos.Cabe recordar que 'El Refugio del Burrito' presentó una denuncia contra el hombre y contra el Ayuntamiento de Lucena por la supuesta comisión de responsabilidad penal por no atender al animal durante los días que estuvo malherido, tumbado en el suelo. El caso fue sobreseído y la asociación logró que se reabriera en marzo de 2015, si bien de nuevo ha sido sobreseído.HAS 18 MESES DE CÁRCELEl maltrato animal ya es delito en España. Así, el artículo 337.1 del Código Penal castiga con una pena de tres meses a un año de prisión al que “por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente” a un animal doméstico o similar. Además, en el artículo 337.3 se agrava el tipo al disponer que “si se hubiera causado la muerte del animal se impondrá una pena de seis a dieciocho meses de prisión e inhabilitación especial de dos a cuatro años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales domésticos o amansados”.Según informó en su día la Policía, los hechos ocurrieron el día 10 de diciembre de 2014 a media tarde, cuando el imprudente vecino se quiso fotografiar subido en uno de los dos pollinos del Belén, para lo cual, saltó la valla del establo, apartó supuestamente a patadas al menor de los animales y se montó en el mayor. Unos días después, el primero de los burros falleció.