El dispositivo que desde la tarde del pasado sábado excava en un patio de la localidad sevillana de Dos Hermanas ha encontrado los restos de al menos tres personas, han confirmado fuentes de la Policía Nacional a EFE. La búsqueda está relacionada con la de Sandra Capitán, de 26 años, y de su hija Lucía, de 6 años, desaparecidas desde el pasado 17 de septiembre en el barrio sevillano de Bellavista. La Policía también buscaba a la actual pareja de la mujer, un hombre de origen turco con antecedentes policiales.

Las fuentes aún no han confirmado a quién corresponde cada uno de los cadáveres, aunque dos de ellos fueron encontrados en primer lugar y el tercero en las primeras horas de esta mañana. No obstante, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, ha asegurado este lunes que "todo parece indicar" que los tres cadáveres corresponden a esas personas desaparecidas. "Eso tendrá que confirmarlo la identificación que se hará ahora a través de la autopsia, el equipo anatómico forense es el que ahora tiene que realizar la identificación", ha dicho Sanz.

Maquinaria pesada

La búsqueda de los cuerpos en la vivienda se inició tras las detenciones practicadas en los últimos días que condujeron a los investigadores hasta este barrio sevillano. En concreto, según las fuentes, uno de los detenidos habría señalado el lugar donde se podrían encontrar los cuerpos de Sandra Capitán y de su hija en una vivienda situada en el número 168 de la calle del Azofairón de la localidad sevillana.

En el patio del domicilio, los agentes localizaron una masa de hormigón nueva que tapaba el pozo ciego. La Policía ha informado de que los cuerpos estaban enterrados en sosa cáustica, y se ha llegado a ellos tras un intenso trabajo con la ayuda de la Unidad Militar de Emergencias (UME) de la Base de Morón, que, con maquinaria pesada ha excavado para sacar a la luz todo su contenido.

La conexión turca

Po el momento, ya hay tres detenidos, todos ellos de nacionalidad española, aunque la operación sigue abierta. La principal hipótesis de investigación sobre la que trabaja la Policía es que las muertes estén relacionadas con un ajuste de cuentas vinculado al narcotráfico.

La pareja de Sandra, de 55 años y apodado  ‘el turco’ estaba casado con la hermana de un importante capo de la droga en Turquía llamado Urf Cetinkaya. Algunas fuentes policiales conjeturan que este habría ofrecido cinco millones de euros de recompensa por alguna pista sobre el paradero de su cuñado.