La renuncia del sanchismo a presentar batalla contra Susana Díaz en el congreso regional del PSOE era meramente táctica, no estratégica: los seguidores de Pedro Sánchez sabían que no podían ganar –en realidad, ni siquiera inquietar– a la secretaria general y presidenta andaluza y por eso no le plantaron cara con un candidato alternativo.

Pero aquel movimiento táctico no significaba que el sanchismo hubiera renunciado a la estrategia de ir ocupando posiciones orgánicas en el partido en detrimento de Díaz y los suyos. De hecho, es lo que hará en los congresos provinciales de las ocho provincias: presentar candidatos alternativos a los oficialistas.

Pocas opciones de victoria

¿Tienen los seguidores de Sánchez opciones de ganar en alguna provincia? No parece probable, aunque nadie está del todo seguro de que no vaya a haber sorpresas en alguna agrupación provincial: desde que, contra todo pronóstico, Pedro Sánchez venció a Susana Díaz en las primarias de mayo pasado, los socialistas saben que hoy todo es posible.

Aun así, en los congresos no todo consiste en ganar: también es importante medir fuerzas y, una vez hecho el recuento de las mismas, forzar una negociación con el sector mayoritario.

El poder une mucho

El hecho de que Andalucía sea la única comunidad española donde los socialistas nunca han perdido el poder desde la restauración democrática es, en último término, la principal baza del susanismo y lo que, a su vez, explica que Díaz arrasara en el congreso regional después de haber sufrido una derrota tan dolorosa como la que le infligió Sánchez en las primarias para la Secretaría General del partido.

El sanchismo, en cambio, no lo ve así. Uno de sus nombres de referencia, el donostiarra Odón Elorza, hablaba textualmente esta semana de “control clientelar del aparato” para explicar por qué la dirección andaluza se resiste a rebajar del 20 al tres por ciento el mínimo de avales para poder concurrir a las primarias locales.

La palabra maldita

Entre los socialistas andaluces supo a cuerno quemado la envenenada alusión de Elorza al ‘clientelismo’, pues no en vano es el término con el que históricamente la derecha andaluza ha pretendido justificar su impotencia para desalojar a los socialistas del poder.

La explicación oficial de San Vicente, dada este lunes por el número dos Juan Cornejo, es que aplicar esa norma del tres por ciento de avales –decidida en el último Congreso Federal– requeriría un reglamento que debe detallar el desarrollo y aplicación de la norma y que debe ser aprobado por el Comité Federal.

‘Quid pro quo’

La explicación de fondo parece más bien que, dado que la aplicación del tres por ciento todavía es opcional y dado que la actual norma del 20 por ciento favorece los intereses orgánicos de la dirección regional, Susana Díaz no va a dar facilidades a sus adversarios para que le coman terreno: si acuden a la batalla tendrán que hacerlo con la regla del 20, no con la del tres.

La gestión de las mayorías y minorías que Pedro Sánchez hizo en el 39 Congreso Federal celebrado en junio generó en los socialistas andaluces un resentimiento que está muy lejos de haber desaparecido.

La decisión de Sánchez de excluir al susanismo, y muy especialmente a los socialistas andaluces, de los órganos de dirección federal tiene su réplica en la gestión por San Vicente de las mayorías y minorías existentes en la federación andaluza. ‘Quid pro quo’, una cosa por otra, vienen a decir los andaluces de Díaz: ‘Si nos excluyeron de los órganos federales, que no esperen que aquí hagamos algo distinto’.

Cádiz, Málaga y Granada

Los comités provinciales del PSOE se reúnen entre este viernes y el domingo para convocar los congresos y las primarias y decidir si se baja del 20 al tres por ciento el mínimo de avales. Lo más probable es que todos opten por mantener el 20 por ciento.

Habrá candidatos sanchistas en las ocho provincias andaluzas. En Cádiz, Jesús Ruiz Cayuso le disputará el liderazgo del PSOE a Irene García, quien opta a la reelección.

En Málaga, donde el actual secretario general, Miguel Ángel Heredia, no se presenta, ha hecho pública su candidatura el que fuera portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Málaga, Rafael Fuentes. Frente a él concurrirán también la competitiva alcaldesa de Benaoján, Soraya García Mesa –que oficialmente no es sanchista pero cuenta con apoyos de dirigentes locales próximos al secretario general– y el delegado de la Junta en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, cercano a Heredia y Díaz.

En Granada tampoco repite la secretaria general, Teresa Jiménez, que renunció a hacerlo tras comprobar algo decepcionada el poco entusiasmo que Sevilla mostraba por su virtual reelección. Los sanchistas presentan al secretario de la Agrupación Local de Granada capital, José María Rueda, pero no estará solo en la carrera para sustituir a Jiménez: también concurrirán el alcalde de Maracena, Noel López, y el presidente de la Diputación, José Entrena, que apoyaron a Susana Díaz en las primarias.

Granada es uno de los muchos ejemplos que demuestran que no hay una traslación automática de los bandos de las primarias a las agrupaciones provinciales.

Sevilla, Córdoba, Almería, Huelva y Jaén

En Córdoba, la sanchista Teba Roldán le disputará el liderazgo local al actual secretario de Organización del partido en la provincia y presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, una vez que renunció a la reelección Juan Pablo Durán, cuya condición de presidente del Parlamento era una severa contraindicación estética para seguir al frente del partido en Córdoba. En principio, no parece que Roldán pueda inquietar seriamente a Ruiz.

Como tampoco lo hará en Sevilla la sanchista Eva Patricia Bueno a la susanista Verónica Pérez, destinada en principio a repetir como secretaria general de la agrupación más potente de Andalucía junto con la de Jaén. Aquí Valeriano Bermúdez y Félix Manzaneda, próximos ambos a Pedro Sánchez, plantarán batalla al secretario provincial, Francisco Reyes, cuya victoria pocos parecen discutir.

El secretario general del PSOE de Huelva y presidente de la Diputación, Ignacio Caraballo, optará a la reelección frente al sanchista José Martín Gómez, secretario general del PSOE de Aljaraque, mientras que en Almería el actual secretario general, José Luis Sánchez Teruel, tendrá que vérselas con el exdiputado sanchista Antonio López Olmos y tal vez también con el secretario de Organización del PSOE de Almería, Juan Carlos Pérez Navas, que dice estar pensándoselo.