Hechos inadmisibles y bochornosos han sido los ocurridos durante una de las actuaciones estelares de la feria del municipio onubense de Trigueros, gobernado por el alcalde popular Vidal Blanco.
Todo sucedió durante la actuación del grupo musical The Flamen Kings, contratado y pagado con dinero público por el Ayuntamiento para las fiestas locales. En un momento de la ¡actuación!, el vocalista incitó al público a corear insultos graves y explícitos contra el presidente del Gobierno, sin que ningún miembro del equipo de gobierno municipal del PP hiciera el más mínimo gesto para detenerlo.
“¡Pedro Sánchez, hijodeputa!”, gritaba el músico desde el escenario animando a repetir al público como si de un coro de odio partidista se tratara o de un mitin grosero de campaña del PP. De hecho, parte del público animado por los propios músicos siguió la consigna y replicó el insulto.
Se trató de un espectáculo deplorable, presenciado por familias, niños y varios concejales del PP que, lejos de actuar, optaron por mirar hacia otro lado con una pasividad que, para muchos, roza la complicidad política.
El secretario general del PSOE de Trigueros, Félix Rodríguez no ha dudado en denunciar lo ocurrido públicamente al afirmar que “Lo más grave no es solo que se insultara al presidente del Gobierno desde un escenario pagado por todos los vecinos, sino que quienes tienen la obligación institucional de velar por el respeto y la convivencia se mantuvieran en un silencio vergonzoso. Estaban allí, lo vieron, lo oyeron… y no hicieron nada”.
El PSOE estudia acciones legales
Rodríguez ha calificado el episodio como un ataque frontal a la democracia y a la convivencia, y ha advertido que el PSOE ya estudia acciones legales para depurar responsabilidades: “Trigueros no merece un Ayuntamiento que normalice el insulto y la confrontación. Lo que vimos no fue libertad de expresión, fue incitación al odio desde un altavoz público, ante menores, y con la bendición silenciosa del gobierno local”, ha afirmado.
El escándalo amenaza con provocar una tormenta política en la localidad onubense al transformar un acto festivo pagado con dinero público en una plataforma para el insulto político con la complacencia de los propios representantes públicos del PP que no han denunciado aun semejante espectáculo bochornoso y que incitó al odio.