Justo ahora hace un año, tras la celebración de las elecciones andaluzas pero antes de la conformación del Gobierno de Partido Popular y Ciudadanos con el apoyo de Vox, preguntábamos a tres mujeres referentes andaluzas del feminismo, la lucha obrera y la educación pública qué pensaban de un previsible pacto de las dos derechas con la formación ultra, Vox. Ellas, Auxiliadora Jiménez, Pilar Triguero y Meli Galarza temían de manera fundada, -el tiempo y los acontecimientos les dieron la razón- que ese acuerdo de populares con naranjas tuviera el refrendo de los 12 diputados autonómicos de la ultraderecha del partido de Santiago Abascal.

Estas tres mujeres luchadoras, cada una en el ámbito de la igualdad de la mujer, de los derechos de los trabajadores, de la educación pública y de la libertad de información, han visto tristemente corroboradas sus pesimistas previsiones y análisis futuribles. Hoy, un año después, Andalucía ​es gobernada por un bipartito de las derechas con el apoyo externo y el condicionamiento de sus políticas por parte de la extrema derecha. Acertaron, así de claro y así de contundente.

De nuevo, pasados 12 meses, consultamos la opinión de estas mujeres expertas pero ahora ante el hecho consumado de la unión de las tres derechas en Andalucía. Un año después hablamos con Meli, Auxi y Pilar, tres andaluzas brillantes, luchadoras y referentes de la sociedad.

De ellas recabamos su opinión sobre qué ha supuesto este pacto tripartito en Andalucía. También le pedimos su análisis en cuanto a posibles retrocesos que se hayan originado. Por último, demandamos sus opiniones en relación a si creen o no que se albergan amenazas de futuro por este, en la práctica, acuerdo ultraconservador.

“Nuestros peores presagios se han cumplido”

Auxi es abogada, empleada pública y cuenta con el mérito a sus espaldas de haber sido la primera mujer que rompió el patriarcal mundo de los sindicatos logrando ser la máxima responsable provincial de la UGT ​malagueña. Actualmente no ejerce ese cargo pero sigue siendo una cualificada observadora y analista de la realidad sociopolítica.

Auxi Jiménez cree que “tristemente, y después de un año, muchos de nuestros peores presagios se han cumplido. A estas alturas, era evidente que las tres derechas de este país (después de este tiempo nadie puede dudar que Ciudadanos es un partido de derechas) iban a ponerse de acuerdo, no solo en Andalucía, sino en todos aquellos territorios y ámbitos donde se abriera una posibilidad para ello. Y siendo esto grave, lo peor -me parece- es el efecto de contaminación que el discurso retrógrado y ultrarreaccionario de Vox está teniendo en estos partidos. Se está imponiendo una forma de hacer política, pero sobre todo, de entender la sociedad, basada en la confrontación y el rechazo hacia la diferencia, en la vuelta a los llamados ‘valores tradicionales’ que, en la práctica, representan en muchos casos el retorno a situaciones y posturas que evidencian nuestra peor versión: la basada en el fanatismo, la incultura, o la intolerancia y el autoritarismo. Una vuelta ‘al orden’ que supone dejar en situación de vulnerabilidad a amplias capas de la población y retroceder a esa visión del mundo basada en la confrontación del "ellos" contra el "nosotros", bien sean los primeros los/as extranjeros/as, las mujeres, el colectivo LGTBI o cualquiera que no siga el camino que tradicionalmente estaba marcado”.

Logros sociales seriamente comprometidos

Tras esta reflexión Auxi Jiménez aborda el peligro de que se cambie el tipo de sociedad actual. Cree que “el efecto que todo ello ha tenido, no solo en las políticas andaluzas, sino en nuestro modelo de sociedad ya lo estamos viendo, y retos tan importantes como la lucha contra la violencia de género y la educación en igualdad se encuentran seriamente comprometidos”. A esta ex dirigente sindical y actual activista le “parece extremadamente grave que mensajes que cuestionan lo que hasta ahora parecían consensos generalmente admitidos no solo no sean contestados por parte de los y las representantes de algunas Administraciones Públicas, sino que incluso aparezcan refrendados. Y eso sin hablar del deterioro progresivo de servicios públicos esenciales (como la sanidad o la educación), que determinan -entre otras cosas- que el principio de igualdad que se recoge en nuestra Constitución no sea papel mojado, que es en última instancia lo que parece que se pretende”.

Respuesta clara y contundente

Como sus otras compañeras de entrevista, Auxi, lejos de tirar la toalla, cree que parte de la solución a estas amenazas está en diseñar y ejecutar respuestas claras: “Se están generalizando actitudes y comportamientos que eran casi impensables hace tan solo unos cuantos años. Y aunque es cierto que todo ello puede enmarcarse en un movimiento mundial neoconservador, consecuencia probablemente de los estragos ocasionados por la última gran crisis económica y las políticas liberales puestas en práctica para hacerle frente, y que ha supuesto la pérdida de múltiples derechos adquiridos y el abandono a su suerte de una gran parte de la ciudadanía, la realidad es que precisamente, por ello, es más necesaria, ahora que nunca, una respuesta clara y contundente por parte de quienes creemos en los valores democráticos como la única garantía para construir un futuro de igualdad y justicia social”.

Recuerda la afirmación que mantuvo en la entrevista pasada de que “frente al discurso de algunos, no existen soluciones simples para problemas complejos, pero en cualquier caso, la salida no puede ser ahondar y buscar la confrontación arrasando con valores y derechos que tanto nos han costado conquistar, y que nos hacen mejores como sociedad y como individuos”.

“No habrá vuelta atrás” gracias a la movilización

Cree que las feministas saben bien de lo que hablan “cuando reivindicamos la igualdad, la justicia y el respeto a la diferencia como guías para mejorar nuestra sociedad y la vida de las personas en general. Sabemos que se trata de una lucha permanente y el gran camino aún que queda por recorrer. Los cambios sociales, la transformación social, no son rápidos y desde luego no suelen configurarse como una línea recta en el tiempo. Hay retrocesos. Pero creo sinceramente que pese a estos tiempos de penumbra en ocasiones, ya no hay vuelta atrás, por más que algunos pocos (o muchos) lo pretendan”.

Para finalizar y reforzando lo expresado anteriormente recuerda que “buena muestra de ello son las redes de mujeres, nuestra capacidad de movilización, y también la cada vez mayor complicidad y apoyo de muchos hombres, que desde luego no se sienten amenazados cuando decimos que queremos construir una sociedad igualitaria, ni temen perder privilegios ya añejos, que es en el fondo lo que subyace en todos esos discursos y descalificaciones ridículas que se realizan desde la ultraderecha, y desde la derecha también en ocasiones. Las últimas manifestaciones en contra de la violencia de género, contra algunas sentencias retrógradas o por el Día de la Mujer son un claro ejemplo de lo que digo”.

Pilar Triguero: “Mis temores no eran infundados

Triguero presidió durante años la Confederación Democrática de Asociaciones de Padres de Andalucía (CODAPA), Se trata de una referencia regional y nacional en defensa de la educación pública y de calidad así como de los movimientos asociativos de padres y madres.

Curtida en mil batallas educativas e igualitarias, Pilar Triguero comienza rememorando como “Hace un año temía las consecuencias que podría acarrear la presencia de Vox en el Parlamento de Andalucía y efectivamente, mis temores no eran infundados. Poco a poco y con la connivencia de PP y Ciudadanos, fundamentándose en la necesidad de sus votos para sacar adelante los propios presupuestos de nuestra Comunidad, esta formación de extrema derecha va logrando impregnar las políticas de la Junta de Andalucía con su ideología. No piden nada con un monto económico elevado, pero dejan translucir su sesgo de pensamiento retrógrado. Como ejemplo, tras el acuerdo con PP y Cs, el Ejecutivo autonómico llevará a cabo ‘labores de promoción del valor de la caza en las escuelas’, a la vez que pretenden imponer el PIN parental, a través de una aplicación que permitiría a las familias vetar la asistencia de sus hijos a ciertas actividades complementarias por cuestiones morales. O la idea de implantar un sistema de 'cheque escolar' para que las familias tengan "auténtica libertad" a la hora de elegir el colegio de sus hijos”.

Violencia de género y mujer

Pilar ha cambiado su sensación en un año y lo explica con la afirmación de que “de la tristeza y pesimismo que me embargaban el pasado año, ya sólo me queda una gran indignación. Y no por lo que puedan intentar desde este partido radical, sino por la tibieza de los partidos gobernantes. Siguen en la línea de insistir en la negación del problema que más muertes genera en este país, la Violencia de Género, llegando al extremo de intentar impedir que en nuestros centros educativos se conciencie sobre esta lacra en días tan señalados como el ‘25 de Noviembre’, vía denuncia judicial a docentes implicados en la formación integral de nuestro alumnado. La respuesta que van a seguir obteniendo es la repulsa de toda la Comunidad Educativa”.

Guerra a las AMPAS

Esta luchadora y experta en educación pública está lejos del entreguismo ante esta ofensiva de las derechas y se muestra dispuesta a combatir la situación: “No va a haber vuelta a las cavernas tal y cómo parecen pretender, seguiremos avanzando en Igualdad le pese a quien le pese. Me negaba a creer que el PP o Ciudadanos entraran en el peligroso juego de negociar medidas a aplicar con Vox, pero mi raciocinio no acertó, mi sentido común se ha visto superado por la sinrazón de políticos cuyo máximo afán es gobernar a cualquier precio, incluso he llegado a plantearme si no están usando las ‘presiones’ de Vox para imponer un modelo social en qué prime su modelo de sociedad con una educación privada y fundamentalmente religiosa, sostenida con fondos públicos”.

Triguero trae ahora a colación las amenazas y afirmaciones recientes del responsable de Educación, Javier Imbroda, sobre las AMPAS a las que les ha declarado la guerra. Piensa que “estas sospechas son fundadas, cuando un Consejero de Educación de Ciudadanos afirma públicamente que sin duda uno de los grandes problemas actuales de la educación, no es otro que el papel de las AMPAS, que en numerosos casos se creen con el derecho de dirigir los colegios, cuando su papel se debe quedar a las puertas de los mismos. Necesitaría varios artículos para responderle como se merece alguien que obvia las Leyes Educativas y la propia Constitución”.

Amenazas a la educación pública

Todo esto hace que Triguero contemple el futuro de la educación pública andaluza con desazón e inquietud: “ La realidad es qué miro el futuro inmediato de nuestra Escuela Pública con franca preocupación con casos como la irrupción de lo que han venido a llamar CEIPSO que supone la fusión de varios Centros de Educación Infantil, Primaria y Secundaria, con la consiguiente desaparición de algunos centros o la concesión de nuevos conciertos educativos cuando hay plazas suficientes en centros públicos consintiendo las prácticas de selección del alumnado por parte de los centros privados-concertados a costa de los impuestos de la ciudadanía. Los planes de la Consejería de Educación de modificación de las zonas de escolarización para facilitar la pretendida libertad de elección van en ese sentido como es el de favorecer la educación concertada y relegar a la pública”
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Y termina con una apelación a la no resignación: “En el movimiento asociativo estamos acostumbrados a luchar para defender los derechos de las niñas y niños a una Educación Pública de Calidad, los derechos de quienes son, ni más ni menos, que el futuro de este país, y así seguiremos, le pese a quien le pese”.

“Han degradado las políticas de Igualdad”

Meli es profesora de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Málaga y además de dirigir cursos sobre Igualdad, imparte charlas, conferencias y está implicada muy activamente, y desde siempre, en el movimiento feminista. También es presidenta de la Asociación para la Defensa de la Imagen Pública de las Mujeres (ADIPM), vanguardia en las denuncias de la publicidad sexista y de la utilización de la mujer. 

Hace un año Meli Galarza nos comentó que como feminista demócrata la noche electoral de las elecciones andaluzas sintió desasosiego. Opinaba que “Vox es fascismo” por lo que la sociedad debería estar en alerta.

Ahora, pasado ese año desde las elecciones autonómicas andaluzas, Galarza mantiene queen relación con las políticas de igualdad todo lo acontecido ha degradado estas políticas y por ende la misma democracia”. Y no lo dice solo teorizando sino que pone casos concretos de este deterioro tales como “el cambio de nombre que se da a las responsables provinciales del IAM (antes coordinadoras, ahora asesoras), pasando por la ruptura de los pactos institucionales contra la violencia de género, las políticas contra los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres o la campaña con imágenes de mujeres riendo y con eslogan alusivo al antiguo concepto de ‘malos tratos’ y acabando con el cambio de discurso que implica hablar de violencia intrafamiliar y la legitimación de desigualdad social y entre hombres y mujeres que conlleva”.

Critica el seguidismo de PP y Ciudadanos en relación con Vox: “La negación de la violencia específica contra las mujeres es seña de identidad de la ultraderecha española, pero desde luego no parece que a las otras derechas les esté costando trabajo alguno comprarles dicho discurso. De hecho, en los presupuestos andaluces por primera vez se habla de violencia intrafamiliar invisibilizando así la realidad de la violencia machista que asesina mujeres, es decir, solo un año después y con medidas como el PIN parental que contraviene tanto nuestra legislación autonómica como el plan de coeducación andaluz que pone el foco en la raíz del problema”.

Recuerda Meli ese “desasosiego” (del que hablaba hace un año) que le produjo la noche electoral. Cree que esa sensación “se ha visto justificada a tenor no solo de lo que ocurre en Andalucía sino de lo que está pasado en España con el crecimiento de Vox en el Congreso de los Diputados y en las diferentes instituciones de otros ámbitos”.

“La ultraderecha es la repuesta a la cuarta ola feminista”

A pesar de ello y de esta negativa situación no deja espacio para el pesimismo ni el derrotismo ya que piensa que a pesar de todo “lo que me hace estar fuerte, segura y con una resistencia inquebrantable es saber que esa es la respuesta a la fuerza pujante, social y política, del movimiento feminista, dispuesto a defender nuestros derechos del ataque. No hay acción sin reacción, y la ultraderecha española es la respuesta a la cuarta ola feminista. Una cuarta ola que tiene como eje central la violencia contra las mujeres y específicamente la violencia sexual contra ellas, tal y como ya se ha demostrado con las movilizaciones físicas (las del 8M o contra las sentencias judiciales como la de la Manada), y virtuales, con hashtags en España como #Cuéntalo, #YoSíTeCreo, #LasCallesTambiénSonNuestras o #NoEsNo”.

Prosigue asegurando que hay que continuar en el activismo: “Desde el movimiento feminista seguimos haciendo no solo incidencia política en las calles sino también en las políticas públicas. No es inocente que las tres derechas quieran cambiar dichas políticas. Han sido y deben seguir siendo lo que refuerza el necesario camino hacia esa igualdad real y efectiva que hace que una democracia merezca recibir tal apelativo. Así que exigimos el cumplimiento del marco legislativo que nos hemos dado en Andalucía, eje vertebrador de los derechos sociales y especialmente de las mujeres. Tenemos una ley de Igualdad y una ley de violencias machistas que debe ser desarrollada. Por ejemplo, dichas leyes, publicadas antes de las elecciones, establecen que la prostitución es considerada violencia de género. ¿Acaso hay ni siquiera declaraciones o posicionamiento institucional en contra de esta esclavitud del siglo XXI? O, en otro orden de cuestiones, ¿han desarrollado alguna de las medidas específicas de ambas leyes relacionadas con los medios de comunicación? La respuesta es no y desde el movimiento en general, como de ADIPM en particular, seguimos reivindicando una ley abolicionista o que los medios ejerzan su papel de agentes socializadores de acuerdo a los principios y valores constitucionales”.

Sin contenido las políticas y las leyes de Igualdad

Concluye Meli Galarza su análisis y reflexión a ELPLURAL advirtiendo de la estrategia de la derecha en relación a la mujer: “Lo que claramente hace el PP junto con sus socios necesarios, como partido que gobierna y del que conocemos sus formas de actuar porque ya lo ha hecho antes, es ir dejando sin contenidos las políticas, las leyes…, sin confrontación directa, salvo por exigencia del guión que le imponga Vox, ese es su sello de identidad. Eso han hecho con el Servicio Provincial de la Mujer, referente malagueño de más de 30 años y eso pretenden hacer con el Instituto Andaluz de la Mujer.